31 de octubre de 2024

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Empresarios consideran que las medidas de Massa no impactarán en el interior

Empresarios consideran que las medidas de Massa no impactarán en el interior

Aseguran que la importación de alimentos no tendrá efecto en los precios locales y plantearon sus dudas por la falta de dólares.

El viernes pasado se conoció que la inflación de abril fue del 8,4% y la interanual del 108,8%, pero, sobre todo, que el rubro Alimentos y bebidas trepó 10,1% con respecto a marzo y 115 en comparación con abril de 2022. El domingo, el Gobierno nacional definió una serie de medidas para intentar controlar la escalada de precios y una de ellas es la importación de productos frescos -frutas, verduras, hortalizas y carnes- y secos no perecederos.

Sin embargo, lejos de generar expectativa en el sector empresario mendocino, el anuncio causó preocupación, porque consideran que muchas de las propuestas se contradicen y son una evidencia más de la ausencia de un plan económico. Por otra parte, entienden que tendrá poco impacto en Buenos Aires y nulo en Mendoza.

Frutas, verduras y hortalizas

Omar Carrasco, presidente de la Unión Frutihortícola Argentina, comentó que duda que llegue a impactar en la provincia, a menos que importen artículos como banana, palta, kiwi o ananá. Y descartó que vaya a a afectar a la producción local. Incluso, estimó poco probable que tenga un efecto notorio en Buenos Aires, porque la importación de mercaderías debería alcanzar un volumen muy importante para establecer un equilibrio en esa provincia.

Asimismo, Carrasco expresó que nunca han dado resultado las medidas de intervención sobre el mercado de frutas y verduras, porque se toman decisiones sin conocer su funcionamiento, “para la tribuna”. En este sentido, opinó que sucederá algo similar a lo que sucedió con Precios Justos, que no logró contener la suba de precios de los alimentos.

Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes
Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes

En cuanto a los valores de frutas, verduras y hortalizas, señaló que los de la lechuga, el tomate, el zapallito y la berenjena están elevados, porque se está terminando la temporada de producción en la provincia. Sumó que se deberá esperar a la primera helada fuerte, ya que, a partir de entonces, comenzará a llegar mercadería del norte, aunque también tendrá el costo del flete.

La lechuga registró una suba extraordinaria, porque en Buenos Aires y Santa Fe se quemaron las plantaciones por la sequía y los distribuidores vinieron a comprar a Mendoza, con lo que el precio de la jaula pasó de los $1.500 a los $4.500 a $5.000. Pero añadió que la semana que viene podría empezar a bajar.

En cambio, han bajado la cebolla, que está muy accesible, y los cítricos, que en enero tenían un precio de $12.000 la bolsa y ahora de $6.000 o $7.000. Carrasco planteó que se debe aconsejar a los consumidores que busquen las alternativas más baratas y que, por ejemplo, si el tomate y la palta están caros, opten por consumir ensalada de achicoria y de repollo.

Carnes

José Rizzo, presidente de la Cámara de Abastecedores de Carne de Mendoza, manifestó que se trata de una medida enfocada en el Mercado Central de Buenos Aires, que no se extenderá a los del interior, porque los mercados son mucho más pequeños. Por otra parte, señaló que, en Mendoza, los precios son diferentes y sólo han aumentado los de algunos cortes, porque hay mucha oferta y la demanda se mantiene tranquila.

Rizzo detalló que se aplicaron subas en la carne para milanesas, para la olla y picada, en un intento de compensar el gasto operativo que tienen las plantas frigoríficas y los comercios. Esto es, los aumentos en el combustible, los alquileres, la electricidad, los sueldos, que generan un incremento considerable en los costos.

Pero muchos otros cortes mantienen un precio estable desde hace varios meses. La media res, detalló, valía $1.050 a $1.070 y ahora está en $1.100 a $1.200; el vacío y la punta de espalda cuestan $2.000 a $2.400; el asado con hueso, $1.200 a $1.300; la blanda de segunda, $1.800 a $2.000; y la blanda de primera, $2.000 a $2.200. Y subrayó que, como se cerró la exportación de pollo, las listas de precios están llegando con bajas.

Foto: José Gutierrez / Los Andes
Foto: José Gutierrez / Los Andes

Rizzo explicó que la sequía está forzando el engorde de los animales en feed lot y eso hace que esté ingresando mucha hacienda en el Mercado de Liniers, lo que mantiene estables los precios. Resaltó que, por eso, los valores en mostrador no van siguiendo la inflación, sino que están atrasados. Pero también advirtió que, cuando la oferta se reduzca, van a producirse un aumento.

Dólares y contradicciones

El economista asesor del Ministerio de Economía y Energía de la provincia, Sebastián Laza, opinó que la medida es ineficiente, en primer lugar, porque se plantea traer desde el extranjero alimentos que se producen en el país, lo que ocupa divisas y reservas que no hay. También, porque esos productos se encarecen por el flete y el Estado empieza a intervenir como comprador, lo que puede dar lugar a situaciones de corrupción o similares a los pollos de Mazzorin”. De ahí que califique la iniciativa de un “desatino”, que, aun en Buenos Aires, tendrá un impacto mínimo.

Por su parte, Federico Pagano, directivo del Consejo Empresario Mendocino (CEM), señaló que parece que en la reunión se hubieran presentado distintas ideas y se hubieran aceptado todas, aunque se contrapongan entre sí. Para dar un ejemplo, señaló que se volvieron a subir las tasas de los plazos fijos, con lo que se buscaría sacar pesos de circulación para enfriar la economía, pero también se bajaron las tasas del Ahora 12, con lo que apuntan a incentivar el consumo, pero van a recalentar los precios.

Sobre la importación de alimentos, indicó que es raro, porque no hay dólares y, además, este Gobierno siempre se ha manifestado defensor de la industria nacional. En lugar de entender que el precio de Argentina responde a diversos factores -como la carga tributaria, el costo logístico, las tarifas-, se propone traer de afuera un producto al que no se le van a cobrar impuestos. Esto, cuando lo más sencillo sería eliminar el IVA y reducir los Ingresos Brutos en toda la cadena de artículos de primera necesidad que se producen en el país.

Pagano consideró que la medida es “un castigo, porque están convencidos de que es culpa de la maldad del empresario, de su egoísmo y especulación, cuando el productor vende y con ese dinero quiere comprar un agroquímico y no le alcanza”. Pero además, cuestionó que esta medida vaya a frenar la inflación, cuando, como mínimo, va a tomar un mes para que empiecen a ingresar estos alimentos.

“Te marca a las claras que el gobierno está totalmente desorientado”, lanzó. Y sumó que es “más de lo mismo” y que habrá que estar atento al impacto de estos anuncios, y de una inflación del 8,4% en abril, en la cotización del dólar blue.

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