La Asociación de Emprendedores de Argentina, que nuclea a más de 40 mil trabajadores locales, realizó un relevamiento sobre el sector que representa el 70% del empleo formal del país. El 60% de las micrompresas son lideradas por mujeres.
La economía del conocimiento, con el desarrollo de software, industrias creativas y finanzas, es el sector con mayor cantidad de emprendimientos en los últimos años, según un relevamiento realizado por la una asociación privada que nuclea a 40 mil emprendedores argentinos. Según la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), cada año cambian los rubros más elegidos por este colectivo de innovadores que proyectan brindar sus propios productos o servicios a la sociedad.
Por otra parte, un informe de la herramienta de facturación Allegra.com indicó que “en la Argentina hay aproximadamente 1,6 millón de emprendimientos, que aportan al 70% del empleo formal del país”. Precisando que “se abocan principalmente al comercio minorista, la gastronomía e indumentaria, aunque el rubro de tecnología se encuentra cada vez más presente”.
Los elegidos por los emprendedores
En 2021, los emprendimientos más rentados eran áreas vinculadas al ejercicio físico o el sector de la alimentación saludable, según las plataformas online Negocios Rentables en Argentina y Tiendanube. Por su parte, en 2022, fue el turno del rubro gastronómico con comida casera y envíos a domicilios, con una fuerte participación de las redes sociales para difundir las marcas y sus productos e interactuar con los clientes.
“Argentina es reconocida por la potencia de sus empresas unicornio de tecnología como también por una nueva legión de startups que están revolucionando el mundo la salud, las finanzas, el agro, la energía, el medio ambiente, la gestión del talento y otros campos”, agregó.
Según el informe de Allegra.com, el 60% de las microempresas argentinas fueron dirigidas por mujeres, en los registros del año pasado. “Los emprendimientos que más eligen las emprendedoras son los rubros de gastronomía, indumentaria junto con los servicios tecnológicos”, señaló la vicepresidente de ASEA, María Cecilia Ribecco.
Según Ribecco, una de las razones que explica el alto nivel de emprendedurismo femenino, tanto en la Argentina como en América Latina, es “principalmente la falta de oportunidades en el mercado laboral tradicional y las brechas salariales existentes, hace que las mujeres opten por fundar sus propios negocios”.
Un ejemplo de estos proyectos es Virvago, emprendimiento de desayunos y sublimaciones que surgió en 2019, con el objetivo de brindar “experiencias personalizadas” a sus clientes, destaca Zahira Maylen Elias, joven emprendedora que lidera la iniciativa. Este negocio se potenció en la pandemia y resulto una “salida laboral estable” y una “oportunidad” para conocer el rubro y poder ampliar sus servicios, según Elias.
En relación a las franjas etaria, las mujeres de entre 25 y 44 años son las que más emprenden, ya que representan el 41% del ecosistema emprendedor femenino mientras que, quienes tienen entre 18 y 24 años representan el 15%.
La financiación para emprender
En cuanto a la fuentes de financiamiento más recurridas por quienes encaran un emprendimiento, sin distinción de género, el referente de ASEA explica que depende del crecimiento de las empresas en sus distintos estadíos. En las etapas iniciales, los emprendimientos se fondean -en general-, con recursos propios (amigos y familia), de terceros (inversores) o con financiamiento público bajo el formato de aportes no reembolsables a través de los organismos de gobierno.
Agregó que en el caso de los emprendimientos tradicionales acuden a financiamiento bancario en distintos formatos o al apoyo de sociedades con rondas de inversión/capitalización. “Argentina ha ido madurando su ecosistema de financiamiento para empresas dinámicas y basadas en tecnología y hoy ya tiene un ecosistema de aceleradoras y fondos”, señaló Gigli
No obstante, los emprendimientos no son ajenos a la realidad económica en la que se insertan, por ello “las principales dificultades están en el contexto macro (inflación y tipos de cambio entre otros problemas), en regulaciones que muchas veces complican la tarea del día a día, la superposición de impuestos nacionales, provinciales y locales, las dificultades para contratar empleados”.
Desde ASEA destacan la importancia de las políticas públicas para impulsar la creación y el crecimiento de empresas. / Fuente: Telam