El Instituto Nacional de Vitivinicultura dio a conocer las estadísticas provisorias de febrero y volvieron a ser negativas. En el acumulado del año la merma es de 8,9%.
La crisis del sector vitivinícola sigue profundizándose. Mientras en el mercado externo el anuncio del dólar malbec vuelve a quedar trunco, con la promesa ahora de incluirlo en un dólar para las economías regionales anunciado sin fecha por Sergio Massa, el consumo interno volvió a marcar una caída de dos cifras, en esta oportunidad del 13,7%.
El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) dio a conocer los datos provisorios de la comercialización del mercado interno en febrero de 2023, donde se vendieron 492.876 hectolitros y todas las categorías marcaron una baja que promedió el 13,7% producto del promedio de la merma de 22,7% de los blancos y de 9,6% de los tintos, pero que en algunas categorías llegó a superar el 35%.
En la comparativa de febrero de 2023 con el mismo mes de 2022, los vinos sin mención varietal, los de mayor participación en el consumo interno, experimentaron un retroceso de 8,7%. Los vinos varietales marcaron en el segundo mes del año un 20,5% menos, mientras que los espumosos tuvieron la caída más abrupta con 36,6% menos que en 2022. Otros vinos, que apenas acaparan el 0,3% del mercado cayeron 59,7%.
En lo que respecta a los envases, la botella, que concentra el 59,9% de las ventas, la baja respecto a febrero de 2022 fue de 14,6% en todas sus presentaciones. Un porcentaje similar al del tetrabrik (35,1% del mercado), que registró un -14,2%. El tercer envase más utilizado (4,3% del total), la damajuana, tuvo un saldo negativo de 5,8%. Los únicos que crecieron en este periodo fueron la lata, con un impactante 1.818,7% de crecimiento, y el bag in box, con un incremento interanual de 74,2%. Sin embargo, apenas son el 0,1% y el 0,6% de lo que se consume en el país.
Mal año para el vino argentino
Aunque solo hay estadísticas de dos meses, el acumulado anual también deja números en rojos para este 2023. El periodo de enero y febrero ha dejado una marca de 1.041.862 de hectolitros vendidos, lo que equivale a una merma de 8,9% en promedio, también con caída en todos los segmentos.
En el primer bimestre del año, los vinos sin mención varietal han disminuído en un 4,6%. Los varietales registraron un retroceso de 16,5% y los vinos espumosos promedian un -21,2% en este periodo. Por último, la categoría “otros vinos” cerró con -44,7% (pero solo es el 0,4%).
En comparación a enero y febrero de 2022, el vino en botella se comercializó un 8,8% menos este 2023. El tetra brik promedió un -10,7% y la damajuana en esos dos meses se vendió un 2,7% menos. La lata tuvo el mayor incremento con un 209% más que el año pasado y el bag in box se anotó un 100,2%.