El Banco Central le giró al Tesoro Nacional $ 370.000 millones en concepto de Adelantos Transitorios y unos $ 238 mil millones se necesitaron para cubrir las liquidaciones del Programa de Incentivo Exportador
La emisión monetaria para cubrir el déficit fiscal y hacer frente a las liquidaciones del dólar agro en lo que van del año alcanzó a $ 608 mil millones, un volumen que presionará sobre la inflación en los próximos meses.
Al enfrentar la dicotomía entre enfriar la economía o soltar la inflación, el gobierno da señales de haber tomado la primera de las opciones.
Cuando asumió al frente del Ministerio de Economía en julio de 2022, Sergio Massa prometió no pedir asistencia al Banco Central para cubrir el rojo de las cuentas públicas con la intención de cerrar la brecha ajustando los gastos.
Pero la sequía que azotó al país trastocó todos los planes y el jefe del Palacio de Hacienda tuvo que arriar esa bandera en marzo cuando pidió el primer giro de $ 130 mil millones.
Pese a esta ayuda ese mes el déficit trepó a $ 258 mil millones y así el primer trimestre cerró con un bache de $ 680 mil millones, $ 430 mil millones por encima de lo firmado en el acuerdo con el FMI.
En abril el envío por parte de la autoridad monetaria fue de $ 100 mil millones (el balance final de las cuentas públicas de ese mes se conocerá el 20 de mayo).
El tercer giro se concretó el jueves 4 de mayo y fue registrado este miércoles por el Banco Central. La transferencia fue de $ 140 mil millones, completando en los tres pases $ 370 mil millones, quedando al límite del tope de $ 372.800 millones autorizados en el programa con el FMI, que ahora está en revisión.
La discusión con el organismo recalibrará los niveles de déficit fiscal y de emisión monetaria y ante la imposibilidad de acceso a financiamiento genuino una de las opciones que se maneja es el aumento de ese tope.
En tanto, para sostener el Programa de Incentivo Exportador (PIE) el Banco Central acumula una emisión de $ 238.600 millones. Esto se debe a que le vende a los importadores a $ 239,59 y esos mismos billetes se los paga a $ 300 a las cerealeras, margen que debe ser cubierto con nuevos billetes.
Massa es consciente del impacto que generará la activación de la máquina de imprimir: “Cuando miras 6% del PBI de emisión en el 2020, 3,2% de emisión en 2021, 1,4% de emisión entre enero y agosto del 22, obviamente generan un volumen de pesos que de alguna manera vos tenes que ir, sin frenar el nivel de actividad económica, tratando de sostener la capacidad de funcionamiento del circuito económico”, les dijo a un grupo de empresarios.
En otras palabras, desde el Ministerio de Economía se prefiere sostener el nivel de actividad y por ende el empleo, pagando el precio de un mayor nivel de inflación. La estrategia para contenerla es seguir presionando con acuerdos de precios cuya efectividad está puesta en duda a partir de los últimos resultados.
En consecuencia, la amenaza es de una mayor erosión del poder adquisitivo de los salarios en los albores de la campaña electoral.
El INDEC difundió este miércoles el índice de salarios de marzo que mostró una suba de 10,1%. En el año el incremento de las remuneraciones fue de 102,4% contra una inflación de 104,3%. Para la consultora ACM la caída del poder de compra de los sueldos de acuerdo a la medición del INDEC es de 0,9%
“Esta suba promedio de los salarios que se observa en marzo es, en cierta forma, consistente con la escalada de precios que generó revisiones salariales y consecuentemente la activación de cláusulas gatillo, muchas ocurridas en el mes de análisis. Dicho esto, sigue siendo esperable que los salarios vuelvan a presentar una caída en relación a la inflación”, señalaron desde la consultora.
La necesidad de una mayor emisión también es una de las razones por las que el Banco Central apurará la salida a la calle de los billetes de $ 2.000, que en principio estaba prevista para el segundo semestre y finalmente podría producirse en las próximas semanas.