Los que hayan sido afectados por heladas o granizo, y tengan una estructura familiar, podrán acceder a un ayuda de $80 mil a $160 mil para destinar a la poda y fertilización de sus viñedos.
A partir de la semana que viene, los pequeños productores vitivinícolas, que tengan hasta 10 hectáreas y las trabajen de modo familiar, y hayan sufrido pérdidas por las contingencias climáticas, podrán inscribirse para recibir un subsidio que irá desde los $80 mil a los $160 mil, de acuerdo con el tamaño de sus fincas y la magnitud del daño.
Los fondos provienen del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el aporte no reembolsable deberá ser destinado a cubrir el costo de las tareas de poda y fertilización. Los técnicos de la Coviar (Corporación Vitivinícola Argentina) y el INTA serán los encargados de asegurar ese destino, como también de ofrecer asistencia técnica a los beneficiados.
El monto máximo, de $160 mil, equivale a dos salarios mínimos del sector vitivinícola y permitirá al productor solventar los gastos para recuperar 5 hectáreas de viñedo, con lo que se busca que pueda recomponer la producción que fue afectada por las contingencias climáticas.
$590 millones
La ministra de Desarrollo Social de la Nación, Victoria Tolosa Paz, visitó ayer la provincia y la primera de sus actividades fue hacer la entrega formal de $590 millones a la Coviar, para que puedan entregar aportes no reembolsables a los pequeños productores vitivinícolas afectados por las contingencias climáticas y en estado de vulnerabilidad. En la práctica, el dinero ya fue transferido hace un par de días.
La funcionaria nacional señaló que la asistencia, que había sido comprometida en su última visita, durante el desayuno que la Coviar organiza para la Fiesta Nacional de la Vendimia, permitirá asistir a unos 4.800 viticultores en todo el país. Pero resaltó que la mayoría se encuentra en Mendoza, por lo que la provincia recibirá más de $300 millones del total.
Asimismo, destacó que se trata de una primera etapa y que, seguramente, se avanzará en otra ayuda después. Y anunció que pronto ofrecerán el mismo acompañamiento a los productores de frutas de carozo, que también se vieron afectados por las heladas. Por otra parte, anunció que, en los próximos días, también en conjunto con la Coviar, comenzarán a trabajar en un banco de herramientas y un banco de insumos, para que estos pequeños productores puedan ampliar su capacidad de producción a partir del acceso a tecnologías y elementos esenciales para las labores.
Y si bien reconoció que, cuando se trata del Ministerio de Desarrollo Social, se piensa en asistencia para quienes no tienen trabajo, subrayó que también se enfocan en mantener las capacidades productivas de las pequeñas unidades, con énfasis, precisamente, en el desarrollo.
El presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Martín Hinojosa, reconoció que, para los productores que perdieron su producción, en un contexto de la cosecha más baja de la que se tengan registros, todo monto de dinero es insuficiente, pero que se trata de una herramienta para asegurar que puedan retomar su producción para la próxima temporada.
Además, resaltó que se suma a los $300 millones, también en concepto de aportes no reembolsables, que se destinaron previamente con Coviar para desarrollar e impulsar a los emprendimientos enoturísticos. E hizo referencia también a los US$ 50 millones que se destinarán al Programa de Apoyo para Pequeños Productores Vitivinícolas de Argentina II (Proviar II).
Mario González, presidente de Coviar, indicó que esta medida es un aliciente para los productores primarios que se vieron afectados por las heladas y el granizo, y que uno de los ejes de trabajo de la entidad es el acompañamiento a los pequeños viticultores.
Piden más medidas
El director ejecutivo del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, Mauro Sosa, planteó que se debe celebrar cualquier ayuda que llegue para los productores afectados por las contingencias, en especial los de la agricultura familiar, pero señaló que han pedido la extensión del Repro, que permite a los viticultores que tienen trabajadores a cargo sostener ese empleo.
El “Programa de Recuperación y Sostenimiento Productivo” es una medida nacional, señaló, que ha sido efectiva, pero tiene una duración de cuatro meses y, para algunos productores, está por vencerse. Hasta ahora, sumó, no han recibido respuesta. Y acotó que los viticultores que tienen más de 20 hectáreas suelen quedar fuera de ciertas asistencias, pese a que tienen un buen número de empleados.
Sosa también indicó que, por un lado, se brindan ayudas y prórrogas, pero por el otro, el aumento de la tarifa eléctrica -la de riego agrícola ha tenido una suba anual, con respecto a mayo de 2022, del 194%- impacta en los costos de producción. Y algunos viticultores han empezado a recibir intimaciones por deudas por el programa de lucha contra la lobesia botrana.
Por su parte, Fabián Ruggeri, presidente de Acovi (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas), comentó que se venía trabajando en las bases de datos de productores, con la Dirección de Contingencias Climáticas, para identificar a los de menos de 10 hectáreas, que tuvieron denuncias por daño. Y así se identificaron unos 4.500 en todo el país, de los que alrededor del 65% son mendocinos.
Si bien en un primer momento se habló de un monto total de $1.000 millones, luego de definieron $500 millones, para entregar subsidios de $80 mil para los viticultores de hasta 5 hectáreas y $160 mil para los de entre 5 y 10. Ruggeri expresó que no soluciona la necesidad de capital de trabajo para sostener la propiedad, pero es una ayuda más.
Cómo inscribirse
Los pequeños productores podrán inscribirse en los Centros de Desarrollo Vitícola que se encuentran en todas las zonas vitivinícolas del país y en las oficinas de Coviar (Sarmiento y España, en el 4° piso del edificio de la Bolsa de Comercio de Mendoza). Luego de la inscripción de cada beneficiario, el Instituto Nacional de Vitivinicultura se encargará de verificar los daños en los viñedos afectados.
Los profesionales de los CDV realizarán dos visitas técnicas. La primera, con el objetivo de asesorar a los beneficiarios en la confección de los formularios y la documentación que deben presentar. Y la segunda, para verificar que los viticultores hayan realizado las labores para las que se les entregó el subsidio.
Hasta el 21 de mayo, se cosecharon casi 15 millones de quintales de uva
Es sabido que la cosecha de uva comienza formalmente en enero con las variedades blancas y tiene su etapa más fuerte alrededor de marzo. Sin embargo, el proceso continúa hasta mayo inclusive, con algunas variedades tardías, y los últimos datos del INV hasta el 21 de mayo marcan que se han recolectado 1.447.824 toneladas (14,48 millones de quintales) en todo el país.
En tanto, Mendoza ha cosechado 961.055 toneladas (9,6 millones de quintales), casi todas, salvo 216 toneladas, con destino a elaboración. Con ellas se obtuvieron 645 millones de litros de vinos descubados y 70 millones de litros de mostos. Para comparar con el nivel nacional, el país en total generó 869 millones de litros para vinos descubados y 191 millones de litros de mosto (la mayoría del mosto, 120 millones, de San Juan).
En la web del INV se pueden ver los avances de la cosecha y, según comentaron desde la Dirección de Fiscalización, si se compara la semana 25 de cosecha (hasta el 21/05) con la semana 24 (hasta el 14/05), hay casi 600 toneladas o 6.000 quintales de diferencia en el país. Puntualmente, Mendoza sumó 1.680 quintales más entre una semana y la otra.
Con respecto a si ya finalizó la cosecha, Claudia Quini, a cargo del área de fiscalización, contestó: “Ya no estaría quedando uva. De hecho el 1 de junio es la liberación del vino nuevo”. Además, la especialista recordó que se trata de datos provisorios, ya que “siempre hay ajustes finales”.