La vicepresidenta de la Nación fue clave en la elección de Sergio Massa como candidato de Unión por la Patria. Sin embargo estuvo ausente en la campaña de las primarias y por ahora no realizó pronunciamientos públicos sobre las elecciones.
Horacio Aizpeolea
Corresponsalía Buenos Aires
El 17 de julio fue la última foto juntos de Sergio Massa y Cristina Fernández de Kirchner. Los dos aparecieron sentados en un nuevo simulador de vuelo de Aerolíneas Argentinas. En el acto en el que se reivindicó la decisión de reestatizar la compañía aérea, la vicepresidenta de la Nación bromeó con que sería bueno contar con un “simulador presidencial” para evaluar cómo actuaría determinado dirigente en el caso de llegar a la Casa Rosada. A partir de entonces, salvo un par de tuits críticos a Mauricio Macri, Cristina Fernández de Kirchner, cuya aprobación de la candidatura de Massa fue determinante, se apartó de la campaña de Unión por la Patria. Transcurridas dos semanas desde las PASO y la peor perfomance electoral del peronismo en su historia, la vicepresidente persiste en el silencio público.
En el bunker de campaña de Unión por la Patria, a tres cuadras de la Rosada, nadie tiene una respuesta sobre las razones del atronador silencio de quien le reconocen “el liderazgo indiscutible del oficialismo”. Responden, como quien se hace el distraido, que están abocado al lanzamiento de la campaña “para una elección totalmente diferente a las PASO”.
Un dirigente sindical kirchnerista, en tono más resignado que convencido, comentó a este diario que, quizás, “lo mejor es que Massa siga siendo el protagonista excluyente de la campaña. Si Cristina aparece empieza el lío y empiezan a decir macanas, de ‘por qué se mete’ y se inventan cosas. Hay que dejarlo andar a Massa”.
Lucas Romero, director de Synopsis Consultores, conversó con este medio sobre la falta de protagonismo de la vicepresidenta en la campaña de Massa. ¿Esto juega a favor o en contra de las chances del candidato de UP?
“Si se mira la escena e interpretás cuáles son las ventanas de oportunidad que se le presentan a Sergio Massa para construir la mayoría eventualmente ganadora, el protagonismo de Cristina no pareciera ser la recomendación estratégica más conveniente, al margen de que probablemente Cristina no tenga mucho incentivo para involucrarse en una campaña con altas chances de derrota, ni qué hablar de involucrarse con un candidato que acaba de obtener el peor resultado histórico del peronismo”, observó Romero.
“El problema es que es difícil asignarle a Cristina capacidad de convocar a un electorado que seguramente se ausentó porque se siente disconforme con los resultados de la gestión de gobierno”, agregó el consultor. Con todo, Romero ve terreno para que Massa pueda aspirar a una segunda vuelta.
“Y en eso pareciera estar en mejores condiciones que Bullrich porque parte de un piso más alto. Bullrich todavía tiene la necesidad y la obligación de consolidar el cien por ciento de los apoyos de Juntos por el Cambio, mientras que Massa probablemente se va a alimentar de los votos de Grabois. En los estudios posteriores estamos viendo que hay altas chances de que Massa retenga el voto de Grabois y hasta incluso pudiera capturar algún votante de zonas aledañas al oficialismo que se sienten refractarios hacia las propuestas de Bullrich y Milei”.
Lucas Romero entiende que Massa, con “un radio de voto disponible mucho más amplio con lo cual estaría en mejores condiciones que Bullrich para entrar a una segunda vuelta, no necesita a Cristina”, ni cree que la vicepresidente se quiera involucrar. “Creo que vamos a ver a Massa conservando todo el protagonismo de la campaña”, avizora Romero.
De la agenda pública, se sabe que Cristina Fernández dio el visto bueno para que se reúnan dos comisiones del Senado para discutir la reforma de la ley de alquileres. No se sabe más sobre el movimiento en su despacho.
El ministro (y fallido candidato) Wado de Pedro, ligado a la vicepresidenta, estuvo el viernes pasado en el congreso del Frente Renovador. Allí dijo que Massa es “el candidato indicado para la Argentina que viene”. En este juego de especulaciones, algunos vieron en la afirmación del fallido candidato el tácito apoyo de Cristina Fernández a Massa.
De su entorno se supo que Máximo Kirchner impulsó en diputados un proyecto para blindar Aerolíneas Argentinas para evitar algún intento privatizador, como proponen Javier Milei y Patricia Bullrich. Nada más se conoce de la agenda pública de quien es el presidente del Partido Justicialista bonaerense.
Todavía están frescas las quejas de Pablo Moyano: “Si no nos ponemos las pilas y no reaccionan se van a llevar puestos gobernadores, intendentes. Que ya nuestro espacio salga a militar. No puedo entender la inacción del espacio. La vicepresidenta no habla, el Presidente no habla, los gobernadores no hablan. Como militante peronista me llama la atención”.
El equipo de campaña de Unión por la Patria se encuentra diseñando una gira federal del candidato. Los gobernadores peronistas dicen que ahora sí pondrán todos los esfuerzos detrás de Massa.
En las PASO de 2019, el Frente de Todos sacó 5,7 millones más de votos que Unión por la Patria el pasado 23A. Juntos por el Cambio perdió 1,4 millones de votos respecto hace cuatro años. “La suma de los votos perdidos por las dos coaliciones dan los votos de Javier Milei”, apuntó el consultor político Raúl Timerman a radio El Destape.
“Ahora hay que salir a la cancha a buscar los votos”, dijo el diputado nacional Hugo Yasky consultado por este diario. “Hubo provincias donde no se movió un dedo; me consta que no fue así en Buenos Aires”, aclaró el dirigente de la CTA. “Cristina es una referencia que debería volver a gravitar y ella medirá sus tiempos”, se limitó a decir Yasky sobre el silencio de la vicepresidenta.