El hijo de Mariana Nannis y Claudio Caniggia no para de comentar sobre temas polémicos y esta vez se metió en la política. Defendió al libertario y defenestró a Lali Espósito por sus dichos tras las PASO.
Javier Milei logró una victoria a nivel nacional al obtener más del 30% de los votos en las PASO. Tras los resultados, numerosas personalidades conocidas compartieron sus emociones a favor y en contra.
Alex Caniggia, fiel a su estilo característico, recurrió a las redes sociales para expresar su regocijo y celebrar la noticia. Utilizó una serie de expresiones coloridas para manifestar su felicidad ante la perspectiva de que el economista y fundador de La Libertad Avanza tenga un rol en la dirección del país.
Aunque su compañera Melody Luz, quien es la madre de su hija Venezia, planteó algunas interrogantes sobre ciertas propuestas del candidato liberal, el propio Emperador volvió a utilizar su cuenta de Twitter para comunicar sus pensamientos. En un mensaje posterior, hizo una comparación entre su trayectoria personal y algunas ideas de Milei.
“El Peluca Javier Milei y yo tenemos que ser grandes amigos. Me siento muy identificado y pensamos igual, además los dos odiamos a nuestros progenitores”, aseguró. De esta manera, en una nueva ocasión y totalmente diferente a las anteriores, Alex dejó en claro que sigue llevándose mal con sus padres y continúa su vida solo.
La relación de Javier Milei con sus padres
Por su lado, Milei tuvo su momento en anteriores ocasiones donde aclaró cómo fue su vínculo con los padres y cómo lo trataban desde joven. “Cuando estudiaba siempre fue despectivo para mi carrera, siempre me dijo que era una basura, que me iba a morir de hambre, que iba a ser un inútil”, contó.
Como si esto fuese poco, el candidato a presidente aseguró que vivió hasta violencia física. Sobre esto dijo: “De chico había maltrato físico, y estamos hablando de una persona de 1.90, no eran palizas normales”.
Siguiendo los detalles de su vida privada y desde jóven, Milei agregó: “Todas esas palizas que yo recibía cuando era chico hacen que hoy no le tenga miedo a nada”. Para terminar: “Cuando viene una situación de alto estrés donde todos están asustados y nadie sabe qué hacer, yo resuelvo como si nada”.
Seguí leyendo
