El músico, internado y a la espera de su recuperación para saber si enfrenta un juicio por homicidio, escapó del lugar y desde entonces no se ha sabido más sobre él.
Pity Álvarez, el ex líder de Viejas Locas e Intoxicados, dejó la Fundación Eira, el lugar donde estaba internado para un tratamiento psiquiátrico, a la espera de un juicio por homicidio. El artista, que padece diabetes y depresión, permanece prófugo.
El músico se encuentra allí a la espera de su recuperación, mientras se encuentra suspendido el juicio que pretende determinar su culpabilidad en la acusación del asesinato de su vecino, que tuvo lugar en el barrio porteño de Villa Lugano en 2018.
Álvarez se encontraba allí con un tratamiento que le permitía gozar de salidas transitorias. “Se fue y nunca más regresó. La fundación ya hizo la denuncia en la comisaría de (la jurisdicción de) Malvinas Argentinas”, dijeron desde la clínica al programa A la tarde, de América TV.
Preocupación por la salud de El Pity Álvarez
Hace pocos días, la madre de Cristian Pity Álvarez, Cristina Congiú, había hecho declaraciones públicas en las que alertaba por el preocupante estado de salud de su hijo. La mujer contó: “(Pity) se está agrediendo él mismo con su cuerpo. Desde que tuvo el accidente con la moto vienen con un declive que cada vez lo está sumergiendo más en una profunda depresión”.
La madre hace referencia al grave accidente que el cantante y guitarrista sufrió en 2017, y que le provocó fracturas en la cadera y en el platillo tibial de una pierna.
Sin dar detalles, Congiú aseguró que no sólo sus adicciones contribuyen al mal estado de salud que veía en el músico, sino “otras cosas más”. Para describir el estado del músico, contó: “No lo veo ni siquiera entendiendo qué es lo que pasó”, en referencia a la posibilidad de que haya asesinado a un vecino.
Hace una semana, justamente, se ratificó la suspensión del juicio a Álvarez por ese homicidio. También se ordenó la suspensión de su arresto domiciliario y la extracción de la tobillera electrónica que le habían colocado para monitorearlo. Desde ese momento, la Justicia Civil debía supervisar cómo seguía la rehabilitación del cantante y el tratamiento que realizaba por el consumo de sustancias.
Sin embargo, el no contar con esa vigilancia, al parecer, propició la posibilidad de la fuga que hace que por ahora no se sepa dónde se encuentra el músico que lideró dos exitosos grupos de rock y blues rock durante los 2000.
