Tras el fallecimiento de la modelo surgieron dudas sobre el estado de otras famosas. Un repaso por las declaraciones y los casos de cada una de ellas.
La muerte de Silvina Luna tras una larga lucha por sus problemas de salud puso de nuevo en debate las prácticas que Aníbal Lotocki realizó en una infinidad de pacientes en los últimos años. Es que la fallecida modelo no fue la única persona que comenzó a presentar gravísimas secuelas en su organismo tras someterse a un tratamiento estético con el cuestionado médico cirujano.
Pamela Sosa, quien fuera también pareja de Lotocki entre 2006 y 2014, y una de las famosas que lo llevó a la Justicia, aseguró que los procedimientos estéticos que le hizo su ex le provocaron diabetes y granulomas.
“A mí me pasó, como a todas, que con los estudios me di cuenta de que lo que tenía adentro no es ni siquiera el metacril, sino un polímero mezclado con un aceite. A mí me encontraron aceite, silicona en realidad”, contó la exvedette y pareja de Lotocki en una reciente entrevista al aire de Está pasando (TN).
Ella, al igual que Silvina, se había sometido, entre otras cosas, a una operación para aumentar el tamaño de sus glúteos.
“Yo tengo diabetes, que lo llevo bien, pero que no tendría que tener, y tengo por culpa del veneno que me puso este hijo de puta”, aseguró Pamela, en diálogo con la prensa, este jueves a la noche desde la puerta de la casa de Lotocki.
Otra de las famosas que confió en el mencionado médico fue Stefanía Xipolitakis, quien tras la muerte de Luna hizo un fuerte descargo en sus redes contando detalles de su experiencia. En tanto recordó el tremendo disgusto que se llevó en el juicio que le hizo a Lotocki. Es que en ese momento ella descubrió una noticia por demás aberrante.
“Yo tengo algo en mi cuerpo que me enteré recién el año pasado, en pleno juicio, y de su boca. Durante muchos años, a partir del problema que estaba pasando Silvina y porque este hijo de puta evadía mis preguntas, decidí investigar si realmente era grasa mía lo que tenía”, comenzó contando la hermana de Vicky en dicho posteo.
Y recordó: “Ahí me encontré con otra realidad muy diferente a lo que él decía y a lo que habíamos acordado. Gracias por la cantidad de medios que nos acompañaron, la justicia nos escuchó. Este infeliz tiene que ir preso ya para que no haya más muertes”.
Virginia Gallardo también ingresó al consultorio de Aníbal Lotocki y hoy lo lamenta. La panelista de Socios del espectáculo (El Trece, a las 10.30) lo hizo incluso antes de que Silvina, en 2008, y le llevó años hablar del tema en los medios. Es que ella también confiaba en el trabajo del popularmente conocido “cirujano de las famosas”.
La panelista se sometió a un tratamiento en sus glúteos del que aseguró: “Te colocaba un producto que es como una goma, como más líquido, como un pegamento. Lo vi. Él ponía en un bowl un polvito y un líquido, lo vi”.
“Vos estás consciente, son diez minutos, dos inyecciones con anestesia local. Va una inyección en cada glúteo”, recordó antes de mencionar que es un material que produce inflamación y luego se endurece como un “cemento”.
Según sus propias palabras, dicho tratamiento produce severos daños en la salud y en su caso ella presenta “un dolor constante en la zona intervenida”. “Convivo con el dolor hace 15 años y ya es una naturalidad en mi diaria pero él (por Lotocki) sabe que... ¿cómo demostramos eso?”, precisó Virginia días atrás al aire de su programa.
Y sumó, entre lágrimas: “Yo me operé hace 15 años, estamos en 2023 y también es un hartazgo para nosotras. Entiendo que los medios nos busquen, ¿pero qué mas quieren que digamos? Nosotras queremos que se haga cargo de lo que hizo y que la Justicia actué. Yo quiero Justicia, no me importa el perdón. ¿Cómo voy a esperar que él empatice con nosotras cuando su hermana y su actual mujer tienen lo mismo en el cuerpo? Hace dos años murió un hombre y fraguaron la historia clínica”.
Por su parte, Gabriela Trenchi, se hizo conocida en los medios por ser una de las primeras en denunciar a Anibal Lotocki en la Justicia. La empresaria textil también lo acusó de la errónea aplicación de metacrilato, y sus consecuentes daños renales.
Según sus dichos, los médicos a cargo de su salud le dicen “que da miedo lo que ven, que es una bomba de tiempo”. “Resulta que yo ese material no se lo pedí... y él no me dio el alta, me lo dio una enfermera a las dos horas de haberme operado, descompuesta”.
“Después lo llamé miles de veces porque vomitaba, me descompensaba, me tenía que poner pañales de todo el drenaje y la sangre que me salía y me decía que tome esto y lo otro. Él no me vio nunca más... El material hizo una ebullición en mi cuerpo y quedé descompensada, en terapia intermedia”, recordó Trenchi en una entrevista realizada tiempo atrás.
En tanto, ayer, luego de conocer el deceso de Silvina, aseguró al aire de LAM (América, a las 20): “Estoy en estado de shock porque puedo ser la siguiente en las condiciones que me siento. Espero que el tribunal actúe y lo meta a patas en el orto adentro”.