Días atrás, Cacho Garay fue denunciado por su esposa Verónica Macías Bracamonte por violencia de género. Mientras el humorista asegura que no hizo nada y que es inocente, ella sostiene que vivió un calvario.
Este miercóles al aire de Intrusos (América), la mujer reveló los detalles más escabrosos detrás de la denuncia: abusos sexuales, privación de la libertad y amenazas de muerte.
Macías contó que cuando conoció al humorista iniciaron una amistad. “Yo siempre había soñado con cantar. Cuando lo conocí, se lo veía bueno, noble y me hacía creer que la única posibilidad de llegar ahí era él, como que tenía todo el poder”, aseguró.
Consultada acerca de cómo se manifestaron los distintos tipos de violencia, Macias hizo hincapié en que fueron 13 años y es muy difícil reconstruir lo ocurrido, pero recordó: “Él me dijo que cuando yo hiciera ciertas cosas, me iban a pasar cosas lindas”.
Entonces, relató el primer episodio de abuso: “Yo le dije que quería cantar y él me dijo que fuera a Salta. Fui ilusionada, les conté a mi mamá, a mis amigos, pero cuando llegué a un hotel, les dieron una llave a todos menos a mí. Y él me dijo ‘vos estás conmigo’”.
Verónica recordó que al llegar a la habitación le preguntó si iba a cantar, pero él se negó. “Empezó a seducirme y me dijo que me iban a pasar cosas lindas. Esa frase no me la olvido nunca más en la vida. Después empezó a manipularme de una manera que es difícil de explicar”, aseguró.
“A los tres días, yo estaba sin plata y seguía en ese hotel. Me dijo ‘quiero que te vayas’. Como que si yo no quería e
star con él... Me quedé. Me sentía horrible en ese momento”, expresó entre lágrimas.
Macías contó que pasaron meses y el vínculo siguió: “Yo ya había hecho eso y me sentía culpable, pero él me decía que así funcionaban las cosas. Siempre me hacía creer que era la única posibilidad”.
Las fiestas sexuales
Verónica contó que en el 2011 fue a la temporada teatral de Mar del Plata creyendo que formaría parte de su espectáculo como cantante, pero nada de eso ocurrió.
“Yo sentía que ya había cumplido. Había preparado unas canciones y pensaba que iba a actuar, pero en el departamento me dijo que no, que llevaba un proceso, como que yo tenía que seguir estando con él”, reveló.
Y sostuvo que a partir de ese momento comenzó a dejarla sola y encerrada. Para no preocupar a su mamá y a sus amigos, ella comenzó a mentir.
Fue en esa época cuando la llevó engañada a una fiesta sexual. “Fuimos a un hotel, donde había dos chicas y un señor muy conocido que tiene una concesionaria de autos en Mendoza. Era la primera vez... Por suerte no me hicieron nada, pero sí sufrí un acoso. Él vio lo que estaba pasando y no hizo nada”, recordó.
Ante los reiterados abusos, en el piso quisieron saber por qué se quedaba con el humorista. A lo que ella explicó: “Me decía que era un proceso que todo el mundo lo hacía, que era muy normal”. “Tardé tres años en subir al escenario. En ese tiempo sufrí torturas. Él me hacía participar de encuentros con otras mujeres, todo era sexo. En un momento me acostumbré y empecé a naturalizar”, concluyó.
Acto seguido, opinó que nunca se quisieron y que ella siempre le tuvo miedo. A modo de ejemplo, relató un escalofriante episodio: “Él me hizo creer que era poderoso. Cuando me hizo estar con una mujer, yo quise escaparme. Pero entré en un estado de shock y empecé a llorar y a gritar. La mina le decía ‘hay que matarla a esta pendeja porque te va a arruinar la carrera’. Y ahí sacó un arma y me dijo ‘conmigo no se jode’”.
Consultada acerca de lo ocurrido en Córdoba, donde ella se anima a denunciar, reflexionó: “He sufrido abusos de todo tipo, amenazas, violencia, privación de mi libertad. Yo vengo harta de sus manipulaciones. Lo que pasó en Córdoba fue que él empezó a armar la estrategia”.
Pablo Layus la interrumpió y explicó que él fue uno de los que se dio cuenta de que algo estaba ocurriendo. “Cuando lo encontré en Córdoba, le pregunté por Verónica y me dijo que estaba mal, al borde de la separación”, comentó el periodista que agregó que el humorista le propuso hacer una nota sobre eso para “mover la prensa”.
Inmediatamente, ambos se pusieron a trabajar en la noticia, cuando apareció Verónica que le dijo que no estaba de acuerdo. “Nos pusimos a hablar y ella me contó que solo cantaba con él. Ellos se fueron a la habitación y yo le escribí por privado animándola a que subiera material a las redes. Fue ahí que me dijo de hablar”, señaló el periodista que alertó a la gente del hotel.
“En Córdoba me amenazó”, aseguró Verónica, que señaló que logró encerrarse en la habitación y pedir ayuda a la recepción. “Sonia -la empleada que la socorrió- me decía que tenía que denunciar. Yo nunca me había animado porque él tenía amigos jueces”, explicó.
“Lo que pasó fue que esa vez casi me muero. Yo le dije que iba a hablar y que todo el mundo iba a saber quien era. Me pegó y me dijo ‘Acá te morís, yo te mato’”, concluyó.