FMK es uno de los referentes de la movida urbana, pero también un pionero. Su canción “Perdóname” está cumpliendo cinco años y el martes estrenó una explosiva colaboración con María Becerra y Miranda!.
Parece increíble: pasaron ya cinco años de “Perdóname”, el hit que FMK lanzó a las plataformas en 2018 y que, con el correr del tiempo, fue volviéndose casi en un mito pionero de lo que después explotaría mundialmente: la música urbana argentina.
Hoy ya tiene 100 millones de reproducciones en YouTube y FMK, es decir Enzo Sauthier, es un referente de la movida, que se sigue expandiendo a límites insospechados. Hace poquitas horas nomás, se presentó su esperada colaboración con María Becerra y Miranda! en el tema “Perfecta”. Así no solo se unen estilos y los géneros se difuminan, sino que también se abrazan generaciones.
En época de pandemia, FMK había dejado de tocar en vivo y recién retomó el año pasado, cuando llenó un Movistar Arena (Buenos Aires) e hizo una gira de 80 shows por todo el país. El viernes pasado, retomó el ruedo con un Luna Park repleto. A raíz de ese show, habló en esta entrevista con Clarín.
Cómo vive FMK sus shows
-¿Qué le aconsejás a un artista que tiene su primer show grande?
-Obviamente no queda otra que estar nervioso, aunque hoy tenga otra seguridad porque después del Movistar hice 80 shows más. Estamos tocando los temas hace un año, la banda sabe todas las canciones y considero que me muevo cada vez más suelto. Más allá de eso, cuando es tu show y lo preparaste durante meses para tu gente, hay una cuota de presión extra. Entonces, al que haga su primer show propio, lo único que le puedo decir es que ensaye mucho y que averigüe cómo hacer para sonar mejor, preguntando a gente del negocio de la música. Y que lo disfrute.
-¿Te gustó la vida de giras y micros y hoteles y aviones, o te quemó?
-Me gustó. A veces es cansador pasar varios meses en ese plan, sin poder pasar un tiempo en casa. Es agotadora la parte de viajar un día antes, estar 10 horas antes para viajar en avión o hacer el check-in del hotel. Te lleva mucho tiempo y mucha energía. ¡Caemos, tocamos y nos vamos! A veces resulta muy cansador, pero en otros momentos estás en el mood gira y pasás 20 días seguidos tocando. Creo que hay que encontrar el equilibrio. El año pasado le agarramos el gustito a tocar y estuvimos seis meses, sin meter ni siquiera un día en el estudio. Fue una locura. Frenamos en enero y nos dimos cuenta que fue demasiado, así que este año lo vamos hacer pero también vamos a hacer otras cosas, para equilibrar. ¡Y si no metemos tiempo en el estudio no tenemos nada nuevo para tocar!
“Perdóname”, el primer hit
-Estás cumpliendo cinco años de tu primer tema.
-Sí. Hace un par de semanas se cumplieron cinco años de “Perdóname”. Una locura.
-¿Qué soñabas que podías conseguir con ese tema?
-La verdad que nada. Fue el primer tema que hicimos juntos con Big One. Estábamos los dos en Necochea, cada uno en la suya, y él me insistía que lo suba, pero yo no quería porque no tenía plata para hacer un video y no lo quería sacar sin video. Lo subió y al mes y medio explotó. Ahí empezó todo y hubo que hacer malabares para intentar aprender y acomodarse en este mundo gigante de la música, que va cambiando constantemente.
-¿Imaginabas tener un primer tema tan poderoso?
-Uno siempre tiene en la cabeza la idea de querer pegarla, pero nunca es conciente de cómo va a ocurrir. Creo que todos los artistas tienen un tema que se les va de las manos. Algunos van creciendo paso a paso, pero a mí me tocó arrancar bien arriba. No lo soñaba; ocurrió nomás. Hoy por suerte van cinco años y me sorprende todo lo que hemos aprendido y cómo llevamos las cosas ahora.
Cómo se lleva FMK con las redes
-¿Cómo te llevás con las redes sociales?
-Ahora no estoy tan metido, pero cuando empecé estaba todo el día mirando las redes y la cantidad de reproducciones, dándole refresh a la página. Uno lee 20 comentarios buenos y cuando aparece el comentario malo se agarra de ése y le pega mal. En ese momento me afectaba lo que se decía y trataba que cada tema nuevo fuera más conocido que el anterior. Me costó bastante desprenderme de eso y la padecía mal.
-¿Te ayudaba estar en contacto con otros músicos o todavía no conocías a tantos de la escena?
-A fines de 2018 me empecé a juntar con Lit Killah, por ejemplo, después que los temas empezaron a funcionar. Fue el primero del ambiente con el que empecé a colaborar. Hicimos giras juntos y entendí cómo era la movida. Yo venía de un lugar tranquilo como Necochea y caí acá. Después fue un proceso lindo y ahora ya juego de local.
-Después viviste con Lit, Rusherking y Tiago en la mítica casa de Nuñez.
-Eso fue una idea de Lit, que un día dijo que quería mudarse a una casa con otros artistas, para crecer todos desde el lado musical. También le dijo a Tiago, con quien yo justo estaba peleado, y después se sumó Rusher. Al principio era bastante loco, pero después empezaron a caer artistas e hicimos movidas que no habían pasado nunca, como unir a artistas que estaban peleados y se amigaban y sacaban un tema juntos. Artistas que jamás colaborarían terminaron colaborando.
-¡Fue una fábrica de canciones!
-Sí. Fue una cuna de proyectos y movidas zarpadas, donde todos los días caían raperos a hacer freestyle. Hacíamos streaming y mostrábamos cuando cenábamos todos juntos. Todavía no hacíamos muchos shows ni giras. Estábamos todo el día adentro del estudio, viendo qué podíamos hacer y colaborando entre nosotros. Había una continuidad de laburo muy zarpada y salían muchas canciones. Por eso, antes de sacar “Princesa” ya tenía la mitad de mi disco grabado, pero componía para los demás pibes y todavía no sacaba mi música. Yo siempre colaboro. Tengo muchos feats y me gusta hacer temas con otros.
-¿Extrañás esa época?
-Se extraña bastante, pero sería difícil de repetir porque todos estamos más grandes y con nuestros proyectos encaminados. ¡Nos cuesta coincidir para juntarnos a cenar! Quizás algún día nos vamos todos a otro lado y terminamos viviendo juntos nuevamente. Fue una buena experiencia.