El legado de uno de los mejores músicos argentinos sigue más vigente que nunca y su música sigue siendo la preferida de varias generaciones, así como inspiración para miles de músicos.
Gustavo Cerati habría cumplido 64 años este 11 de agosto y el tiempo demuestra que el legado que dejó el ícono del rock nacional hace que permanezca aún hoy con gran fuerza y vigencia. Jóvenes que inician su camino en la música lo descubren y se asombran con los himnos que el referente supo componer a lo largo de su carrera, ya sea con Soda Stereo o en su etapa solista.
Hoy, el “Guardián Cristalino de Guitarras” -como lo llamaba Spinetta- ha demostrado ser un artista inmortal.
A propósito de este aniversario, en el canal oficial de Youtube del músico, se pueden observar dos nuevos videoclips de las canciones “Amor Amarillo” y “Bocanada”. Estos clips están en formato visualizer y mezclan las melodías envolventes que compuso Cerati con atrayentes animaciones diseñadas por Nico Bernaudo.
La canción, Amor Amarillo, pertenece a su 1° disco solista, el cual compuso en el año 1993 cuando aún formaba parte de Soda. Con respecto a este álbum Cerati, comentaba: “No había una idea preconcebida del disco antes, ni siquiera estaba pensando en hacer un disco solista. Simplemente surgió de un estado especial, de una pulsión que se ejerce cuando empiezan a salir canciones y uno empieza a ver como un paquete de ideas y, bueno, decidí darle forma”. En ese entonces Gustavo se había casado con Cecilia Amenábar y vivía en Santiago de Chile. Ambos estaban a la espera de su primer hijo, Benito.
“Cuando me embarqué en esta historia de ser padre, tuve la necesidad de hacer una limpieza. Fueron años de andar girando y después de Dynamo vino bien colgar los guantes por un tiempo. Hasta la muerte de mi viejo en 1992, mi vida estaba programada: grabación-disco-prensa-gira. Él me daba el ejemplo, no paró de laburar nunca, pero yo siento que no puedo ser así”, agregaba Gustavo.
Con respecto al ambiente intimista que logra en Amor Amarillo, Cerati señaló: “La música estaba muy influida por el próximo nacimiento de mi hijo, por la idea de engendrarlo, por la contención... y al disco le di esa forma”.
Quienes trabajaron al lado de Gustavo lo definían como alguien sumamente meticuloso. Ningún detalle estaba librado al azar. Encontrar el acorde justo, la melodía, el sampleo adecuado, era un trabajo exhaustivo que le llevaba varias horas, días e incluso meses. Esas misma sutilezas las trasladaba a sus espectáculos en vivo.
Con el disco Bocanada, publicado en 1999 -dos años después de la disolución de Soda Stereo- finalmente logra dar el puntapié inicial de lo que sería su prolífica trayectoria solista. “Lo viví con mucho deseo, tenía muchas ganas de hacer el disco, así que fui por todos los caminos lumínicos que me aparecían. No me puse ni en torturado, ni pensé mucho en tenía que ser un disco exitoso ni nada por el estilo, simplemente me puse a hacer la mejor música que podía”, decía Gustavo.
Luego de este álbum, le siguieron Siempre es Hoy (2002), Ahí Vamos (2006) y, lo que para muchos es su obra máxima, Fuerza Natural (2009). La música y letra de este último disco crean una atmósfera mística y compleja llena de significados que aún deben ser descubiertos.