El jugador de fútbol fue condenado en Milán por despedir a la mendocina cuidadora de su hija, quien era gran amiga de su esposa, estando gravemente enferma.
Lautaro Martínez y Agustina Gandolfo quedaron envueltos en un escándalo, luego de que saliera a la luz que el jugador fue condenado por el Tribunal de Milán a indemnizar a la familia de Milagros Lizzola, ex empleada de la pareja, que fue despedida estando gravemente enferma y que después falleció.
La sentencia salió este miércoles y fue por eso que se hizo público el caso tanto en Italia como en Argentina. En A La Tarde (AméricaTV), el periodista Diego Esteves recapituló el caso que pone en el ojo de la tormenta al matrimonio.
Milagros Lizzola era una de las mejores amigas de Gandolfo, por lo que decidieron contratarla para que viaje con ellos y sea la niñera de Nina, su primera hija. La joven de 27 años cuidó de la niña en su primer año de vida, pero luego enfermó de cáncer y la despidieron por fuera de la ley.
Fue en mayo del 2022 que internaron a Milagros por un cáncer terminal y en julio, menos de dos meses después del diagnóstico, le dieron de baja al contrato BC2 que había firmado con Martínez.
La joven murió el 5 de enero de este año en la Clínica de Cuyo en Mendoza. Lizzola fue trasladada en un avión sanitario de Italia a la provincia, donde falleció semanas después de que Argentina salió campeón del mundo.
Agustina Gandolfo intimó a su amiga a no hablar públicamente del tema
En el programa que conduce Karina Mazzocco, Esteves relató la respuesta que dio la Justicia italiana. Luego de que Martínez negó saeber que la niñera de su hija tenía cáncer, le respondieron “que no había manera que no supiera, porque la joven salió de su casa en ambulancia y nunca más regresó”.
A tal punto que la despidieron cuando ella estaba internada, en una situación de vulnerabilidad, 46 días después de que salió de su casa embulancia.
Pocos días antes de su muerte, y mientras se desarrollaba el Mundial en Qatar, la joven recibió una demanda de parte de Agustina Gandolfo, de alrededor de un millón de euros. De esta manera, la intimó a pagar esa suma si hablaba públicamente del tema.
Ante esta situación, la joven le hizo un pedido a sus padres antes de morir: “Quiero que ustedes continúen este juicio, no por dinero sino por Justicia”.