21 de noviembre de 2024

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Murió Marcelo Simón, figura clave del Festival Nacional de Folklore de Cosquín

Murió Marcelo Simón, figura clave del Festival Nacional de Folklore de Cosquín
Marcelo Simón, en la Plaza Próspero Molina de Cosquín. La foto fue tomada en 2013, en la previa de su reconexión con el Festival Nacional de Folklore. (La Voz/ Archivo)

Fue maestro de ceremonias del encuentro, además de uno de los más ferreos defensores de su mística. Su trayectoria destacó pasos como conductor radial, docente y difusor cultural.

El periodista, docente y difusor cultural Marcelo Simón, figura clave en la historia del Festival Nacional de Folklore de Cosquín, falleció este domingo a los 82 años de edad.

La noticia fue confirmada al aire de Folklórica FM 98.7.

Simón fue director general de Radio Municipal de Buenos Aires, de Radio Universidad de Córdoba y de la revista Folklore.

Desde 1996 es profesor titular de la cátedra de Radio en la Universidad de Lomas de Zamora.

Fue conductor en las radios Excelsior, América, Libertad, Córdoba y Universidad de La Plata, y en los canales 2, 7, 9 y 11 de televisión.

Dio conferencias sobre música argentina y latinoamericana en la Argentina, Estados Unidos, Israel y Francia.

En 2002 ejerció temporalmente como interventor del Multimedios Estatal (que incluía a Canal 7, Radio Nacional y la agencia de noticias Télam) y en 2004 asumió como Director de FM 98.7 La Folklórica.

La trayectoria de Marcelo Simón también destacó la publicación de los libros Adiós Neruda y Detrás de la muerte.

Por su labor, ganó el Premio Martín Fierro en 1975, 1976, 1994 y 1996. En 1990 obtuvo el Premio Broadcasting y el Premio del Taller Escuela Agencia (PK).

Para Marcelo Simón, Cosquín era una marca fuerte y atractiva

“Siempre que está por empezar Cosquín me hago la misma pregunta: si es el pasado o el futuro”, le dijo Marcelo Simón a VOS en 2013 y en la plaza Próspero Molina de Cosquín, cuando le ofrecieron volver a desempeñarse como maestro de ceremonias de máximo encuentro de nuestra música nativa.

“Lo digo en muchos sentidos –continuó-. Tengo muchos años de este festival, donde alguna vez fui joven, y siempre resulta por lo menos un azaroso decir antes del inicio qué puede pasar. Pero siempre pasan cosas. Cosquín es una marca muy fuerte y atractiva. La gente asiste por los artistas, claro, pero también porque es Cosquín, que siempre termina dando respuestas”, añadió en aquella oportunidad.

Según expuso en su momento el crítico musical Santiago Giordano, Simón era una de las voces que con más criterio, mesura y conocimiento habla de folklore.

“En 1968 yo trabajaba como libretista de (Julio) Maharbiz, que era el presentador, y le hice una carta a Wisner (Reynaldo, uno de los fundadores del festival) con la idea de eliminar los presentadores o por lo menos limitar su presencia”, revisó Simón.

“La idea era que el presentador dijera apenas dos cositas y que el resto se urdiera con imágenes, danza, movimiento, luces. Es decir, que el festival hablase por sí solo. Que de pronto, por ejemplo, se abriera paso entre los bailarines un Cafrune ¿Qué necesidad había de presentar a Cafrune con palabras?”, añadió en aquel extenso diálogo con VOS.

“Me vienen en mente esos presentadores que cuando presentan a un artista ya consagrado no tiene mejor recurso que decir ‘...un artista que no necesita presentación...\’ Tiene razón, claro... ¡Pero lo presentan lo mismo!”, señaló

“Hay artistas que por su labia filosa podrían presentarse solos, pienso en tipos como Tarrago Ros o Juan Carlos Saravia, por ejemplo. Además, con las nuevas tecnologías al servicio de la escena, hoy sería posible elaborar recursos más impactantes que el relato de un presentador”, redondeó.

Como libretista o presentador, Simón le dio un lenguaje propio a Cosquín, que después muchos continuaron. “Posiblemente –concedió-. Pero es un lenguaje que de todos modos hoy es antiguo”.

“Tuve un par de ideas y a algunas me las arruinaron los organizadores (risas). Por ejemplo yo le robé a José Pedroni eso de las nueve lunas, que quedó hasta que empezaron a hacer diez noches de festival. Imaginate un embarazo de 10 lunas...”, prosiguió.

En aquel encuentro coscoíno, Simón habló con voz pausada y desgranó recuerdos de todo tipo.

“Seguramente mi experiencia con el ballet del Chúcaro y Norma Viola, fue de lo mejor que me pasó en Cosquín. Fui libretista y autor de muchas de las puestas que hicimos, algunas inolvidables como La Salamanca o El cruce de Los Andes. En esta última Jorge Cafrune actuó por última vez en Cosquín. Fue en 1978, yo hice un libreto que fue controlado por el Instituto Sanmartiniano y pude trabajar pese a la proscripción, pero no podía firmar lo que escribía”, reconstruyó.

Consultado sobre una puesta sobre El Cordobazo, dijo que la prohibieron antes del estreno: “Podría haber pasado inadvertida, pero días antes saló una nota en Primera Plana, de Timerman, y vino la policía mientras ensayábamos en la plaza”, aseguró.

“Nos advirtió que si la hacíamos retirarían la custodia policial del festival. Era los primeros años de la década de 1970 y los organizadores prefirieron la custodia”, completó.

A su vez, en aquel intercambio recordó a Cafrune panza al aire en La Toma, a Hernán Figueroa Reyes entrando a La Europea, a Jaime Dávalos entre la gente y a Ariel Petrocelli expulsado del festival por contar cuentos “lesivos para la fe católica”.

También, la rivalidad entre Los Fronterizos y Los Chalchaleros, del impacto que produjeron Los Fronterizos, Los Trovadores, Eduardo Falú.

Marcelo Simón, además, se refirió al Camín de Oro, máxima distinción que concede el festival, que le fue otorgada en la 50ª edición. “Lo recibí junto a Horacio Guarany y que me hayan equiparado a esa gloria fue para mí la máxima satisfacción. Creo que Guarany fue el artista que durante más años estuvo en la cima de la popularidad”, sostuvo.

Por último, en aquella entrevista con VOS Simón había advertido que era imposible que “un festival refleje todo”.

“Sabemos que el folklore de hoy es un género múltiple, pero creo que no hay un sitio que lo refleje mejor. Cosquín tiene un compromiso con sí mismo que lo compromete. Muchos lo critican, a veces con razón y otras, con menos, y eso quiere decir que tiene peso. Tiene importancia decir algo de Cosquín”, había finalizado.

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