El famoso actor que hizo reír a generaciones de argentinos, no está pasando por un buen momento. Los intentos de ayuda y sus reacciones.
En estas horas y desde hace ya varias semanas Antonio Gasalla está en boca de todos los medios por su situación personal, por sus problemas de salud antes que por su trabajo. Dejó la actuación hace ya algo más de dos años y las únicas noticias que circulan sobre él en estos días lo muestran molesto, malhumorado, irritado y maltratando a cuanto notero se le ponga en el camino con respuestas intempestivas e insultos variados.
¿Pero qué pasa si uno lo llama a Gasalla a su celular? Este cronista dedicó varios días a tratar de contactarse con el gran humorista de la escena argentina para proponerle un reportaje a fondo. Hasta que una tarde el divo contestó el teléfono. Debo decir ante todo que, a diferencia de lo que venimos viendo en diversos programas de espectáculos (y sus repeticiones en YouTube, con gran éxito de vistas) me encontré a un Gasalla amable y hasta muy sereno.
-Antonio, ¿cómo estás?. Mirá, queríamos hacer una charla con vos, hablando un poco de todo. Tu vida, tu carrera, tus logros, tu futuro…
-Ay querido, perdóname, pero en estos momentos no estoy dando notas.
-Mirá que puede ser una charla muy divertida, podemos pasar un buen momento.
-Es que soy un hombre muy ocupado ¿sabés?
-¿Qué tenés que hacer?
-Bueno, para empezar tengo que ordenar mi casa, que es un quilombo. Espero que me entiendas.
-Si, por supuesto.
-Hagamos esto, dame unos dias y llamame más adelante.
Me encontré a un Gasalla auténtico. Respondiendo, abordado de una manera respetuosa al respetuoso requerimiento. Pero claro…
No es nada fácil ser Antonio Gasalla en estos días
El popular cómico nacido hace 82 años en Ramos Mejía, simpatizante de Vélez para más datos, está atravesando una de las etapas más agitadas y tormentosas de su vida. Y eso tratándose de Gasalla es mucho decir.
Luego de un par de hechos de corte policial donde se habló de robos y estafas perpetradas contra sus propiedades en Barrio Norte (dos departamentos, uno en el que vive solo, en planta baja, con jardín, el otro sobre éste, ambos valuados en más de 700 mil dólares uno y cerca de 1 millón el otro), su círculo más cercano de familiares acaba de pedir la curatela, en un intento por preservarlo.
Nacida de la cruza de dos palabras, curador y tutela, la curatela es un sistema de protección y guarda de las personas mayores, discapacitadas o con algún tipo de problema. Es decir, una institución jurídica que fue creada para el amparo de la persona y los bienes del mayor de edad incapacitado.
Carlos, el hermano de Antonio, tuvo que tomar esta y otras medidas cuando de manera muy poco clara desaparecieron muebles, cuadros y objetos de valor de uno de sus departamentos. Marcelo Polino, una de sus personas mas allegadas, lo comentó al aire en el programa Desayuno americano, del canal América.
“Antonio está atravesando un complicado momento de salud. Con su familia estamos cerca suyo, porque está teniendo problemas cognitivos desde hace ya dos años -comentó el periodista-. Hay una investigación que está haciendo la familia hace un año y pico, y yo estoy colaborando para llegar a un buen término y cuidar su patrimonio, porque le han robado dinero y muebles, hubo gente que se aprovechó de esta situación.
Antonio está perdiendo su memoria y, a veces, no reconoce a ciertas personas que se le acercan, y le pidieron que firme cosas, lo manipularon. Gente que se metió en su casa, no sabemos quiénes, que se le acercaron, le dijeron que eran amigos de toda la vida, que lo querían acompañar, visitar.
Una vecina dijo que se había presentado un camión de una mudadora y bajaron muebles del piso alto. Hay muebles que valen millones de pesos. Hay cuadros muy importantes, hay orfebrería. Pareciera que a través de algún artilugio alguien retiró una cantidad importante de esos muebles, y que por todos los muebles le pagaron 120 mil pesos”, concluyó Polino.
El jueves 13 de abril Guido Záfora, panelista de Intrusos, dio al aire la información de que unos veinte días atrás una mujer se le acercó a Gasalla mientras tomaba un café en la esquina de su casa, y se hizo invitar a su departamento.
“Antonio sale un domingo solo a tomar un café cerca de su casa y se le acerca una mujer. Ella le empieza a hablar de su carrera, charlan un rato y Antonio la invita a su casa. Ella va, se queda todo un fin de semana, y no se quiere ir. Esto por supuesto despierta las sospechas de Carlos, su hermano, y cuando va, se encuentra a esta mujer instalada en su departamento.
Llaman a la policía, pero ellos dicen que no pueden ingresar a la casa, porque él la invitó. Le dicen que esperen que ellos salgan a tomar algo. Salen Antonio y esta mujer a tomar un café y se arma un escándalo policial en la casa de Antonio. Estaba incluso Nieves, la esposa de Carlos. Intentan hablar con la mujer, pero ella se queda en el palier, no se quería retirar. Hasta que finalmente interviene la policía y logran que se vaya. Antonio, dicen, estaba como perdido.
Ni él ni Carlos sabían quién era esta mujer. Y los policías les cuentan que son muy habituales las denuncias en el barrio de Recoleta, donde vive mucha gente mayor sola, por estas personas que llaman “caranchos”, que se meten en las casas y les dicen a los dueños que les van a hacer compañía, que los van a cuidar. Esto pasó hace veinte días y obviamente a partir de ahí los parientes de Antonio inician este asunto de la curatela”.
Esta versión se condice con otra conocida unos días antes y que fuera relatada por el ex abogado del artista, el doctor Miguel Ángel Pierri, que contaba lo siguiente:
“Antonio no está bien de salud, eso está claro. Parece que ha perdido un poco el conocimiento sobre algunas personas. En algún momento le advertí a su hermano Carlos que había personas que visitaban el departamento y lo veía muy vulnerable ante eso. Y le faltaron cosas.
En enero del 2021 se dijo que Antonio había malvendido muebles a una persona que se aprovechó de él, pero después el hermano nos explicó, cuando le planteamos la inquietud, que eso lo había vendido Antonio voluntariamente. A mí Carlos me dijo que eso lo había vendido Antonio barato, pero lo había vendido Antonio. A mí no me consta, porque no sé a qué muebles se refiere y a cuánto los vendió.
Yo fui abogado de Antonio de sus cuestiones profesionales y actuaba cuando había un contrato para discutir, no conozco su plata, no conozco sus cuentas y nunca manejé sumas de dinero. Los que manejaban su dinero eran hasta que yo me fui el propio Antonio, su hermano y algún familiar más. Ni siquiera sé en qué banco tenía cuenta ni que dinero tenía”.
No es nada fácil ser Gasalla en esta era
¿Qué le pasa a Antonio Gasalla? Es la pregunta que se hace mucha gente en estos días. Y podría ser la pregunta de quienes no conocen del todo bien al comediante. Antonio jamás tuvo pelos en la lengua, y utilizó desde siempre la ironía corrosiva (cuando no los insultos y exabruptos más rimbombantes, dichos con una sonrisita burlona) para sacarse de encima a quienes lo molestan.
El mejor resumen lo dio una persona anónima comentando un video en YouTube donde Gasalla mandaba a pasear a un movilero, precisamente:
“Antonio Gasalla jamás accedió a responder preguntas sobre su vida privada ni sobre escándalos en sus espectáculos. Gasalla ya es bien conocido por mandar a la M a los reporteros que le hacen preguntas sobre escándalos o su vida privada. ¿Por qué la indignación? Antonio Gasalla no es Wanda Nara”.
Un buen argumento y la exacta lectura de la personalidad de un artista que tal vez se siente incómodo y atrapado en una época donde la frivolidad y el amarillismo le vienen ganado la partida al arte y al talento que él trae desde la cuna.
Gasalla disfrutó de otro mundo, otra época. Y a este Antonio Gasalla no se lo ve muy cómodo en la actual. Según sus allegados no lo pasó nada bien durante la pandemia, y a esto hay que sumarle ahora los problemas de salud y los intentos de robo.
“Antonio es una persona muy tímida, aunque no lo parezca”, resumió el jueves pasado Carlos Perciavalle durante un móvil de Intrusos, brindando un dato inesperado. “Yo creo que él va a salir adelante, porque es como la Argentina, los malos momentos no lo van a poder. Yo creo que Antonio es más fuerte que todo, es el Ave Fénix, ha sobrevivido a muchas cosas y va a seguir sobreviviendo, no va a bajar nunca los brazos, de eso estoy seguro”.
Y su amiga Susana Giménez (a quien Gasalla en algún momento la mandó a cagar) supo decir que “Antonio es así, pero yo lo adoro porque fueron muchos años conmigo, muchos años de risa y de todo”.
Pero más allá de los escándalos y de esta etapa tan conflictiva, el gran público sigue apoyando al ídolo que le brindó tantas risas y momentos felices. Podría decirse que cada vez más la la gente común lo defiende a capa y espada, aún en sus tramos más escabrosos. Porque esa es la manera, seguramente, por la cual reconocen aún el ingenio, la capacidad y el talento de alguien único e irrepetible.