Con el objetivo de lograr cambiar su vida y comprarse el teléfono de sus sueños, Alejandro dejó su empleo y comenzó a vender panchos. El joven compartió el proceso en las redes sociales y se hizo viral.
En una trama digna de una película, Alejandro López Sanz, un joven emprendedor, trasformó su vida de la noche a la mañana con un objetivo en mente: comprar el último modelo de teléfono celular. Para lograrlo, dejó su empleo en una empresa y se aventuró en el mundo de los panchos, descubriendo que esta apuesta resultaría más rentable de lo que nunca imaginó.
Todo comenzó cuando Alejandro, usuario activo de TikTok bajo el perfil de @alextertainment, ideó un plan para adquirir el codiciado celular sin gastar todos sus ahorros. La idea era simple pero audaz: dedicarse a la venta de panchos. Convencido de que este emprendimiento le generarían mayores ganancias que su empleo actual, decidió ponerlo a prueba.
El joven llevó a cabo su “operativo” de venta de panchos durante tres semanas, documentando todo el proceso en videos que compartió en TikTok. Para su sorpresa, pronto descubrió que su estrategia era todo un éxito. En una sola noche, logró vender 134 panchos a un precio de 300 pesos cada uno, obteniendo una ganancia de más de 40 mil pesos. Al finalizar las tres semanas, había recaudado la impresionante suma de 890 mil pesos, superando con creces su sueldo anterior.
Con el dinero en sus manos, Alejandro no solo logró comprar el tan anhelado celular, sino que también encontró una forma ingeniosa de hacer que se pagara prácticamente solo. Descubrió a un vendedor que ofrecía el teléfono en 6 cuotas sin interés por 450.000 pesos y decidió aprovechar la oportunidad. Además, utilizó parte de sus ganancias para invertir en un plazo fijo, cuyos intereses le permitían cubrir casi la totalidad de la cuota mensual del celular, dejándole solo un pequeño pago adicional de 46.000 pesos. De esta manera, el joven se quedó con los 890.000 pesos restantes.
En uno de sus últimos videos, Alejandro compartió con sus seguidores el momento en el que envió su renuncia por telegrama a su antiguo empleo. Trabajaba en una reconocida marca, pero con el nuevo aumento de sueldo en su puesto de panchos, ahora ganaba en una semana lo que solía ganar en un mes. Su valiente apuesta había dado frutos y le había cambiado la vida por completo. “Estaba en blanco para una reconocida marca, pero ganaba 200 lucas con el nuevo aumento. Ahora voy a ganar en una semana lo que ganaba antes en un mes”, remarcó.