16 de septiembre de 2024

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Así es Olympos, la isla griega matriarcal donde las mujeres mandan y los hombres obedecen

Así es Olympos, la isla griega matriarcal donde las mujeres mandan y los hombres obedecen
En el norte de la isla de Cárpatos se encuentra el pueblo de Olympos, una comunidad que acoge una de las pocas sociedades matriarcales. - AFP

Desde hace más de 1000 años, este pueblo rige una sociedad atravesada por el matriarcado, lo que la hace única en el mundo.

En el norte de la isla de Cárpatos, encaramado en la ladera de una montaña, se encuentra el pueblo de Olympos. Se trata de una comunidad que acoge una de las pocas sociedades matriarcales de Grecia y del mundo. Dicha población se resiste al turismo y a la uniformización del estilo de vida.

En un artículo que hizo AFP, cuentan que se trata de una pequeña comunidad de 300 habitantes. En su taller ubicado en un callejón estrecho, Rigopoula Pavlidis trabaja con su máquina de coser. “Aquí son las mujeres las que mandan”, exclama orgullosa. Mientras que Giannis, su esposo, asiente con la cabeza mientras pinta iconos.

En el norte de la isla de Cárpatos se encuentra el pueblo de Olympos, una comunidad que acoge una de las pocas sociedades matriarcales.
En el norte de la isla de Cárpatos se encuentra el pueblo de Olympos, una comunidad que acoge una de las pocas sociedades matriarcales.

“Mi marido no sabe hacer nada sin mí, ni siquiera su declaración de impuestos”, bromea la sexagenaria en diálogo con AFP.

Las mujeres de Olympos desempeñan un papel central en la sociedad que remonta a un antiguo sistema de herencia de la época bizantina. A pesar de la ocupación otomana a partir de 1538 y la presencia italiana en esta isla del mar Egeo entre 1912 y 1944, Olympos ha mantenido su peculiaridad.

Aislada del resto de la isla, esta aldea resistió a los cambios hasta que se construyó una carretera asfaltada en los años 1980.

La tradición matriarcal

Ahora, cada verano, miles de turistas ascienden hasta la pintoresca localidad. Pero esta tradición matriarcal sigue bien viva.

“Este sistema de herencia estaba muy avanzado comparado al resto de Grecia. La herencia de la madre iba a la hija mayor”, explica Giorgos Tsampanakis, un historiador nacido en esta isla situada entre Creta y Rodas.

Al ser la primogénita, Rigopoula Pavlidis heredó 700 olivos. “Las familias no tenían suficientes bienes para dividirlos entre todos los niños. Y si hubiéramos dejado la herencia a los hombres, la habrían dilapidado”, afirma.

En el norte de la isla de Cárpatos se encuentra el pueblo de Olympos, una comunidad que acoge una de las pocas sociedades matriarcales.
En el norte de la isla de Cárpatos se encuentra el pueblo de Olympos, una comunidad que acoge una de las pocas sociedades matriarcales.

Después del matrimonio, los hombres van a vivir a casa de la esposa. El dominio femenino se encuentra también en la transmisión de los nombres.

“La hija mayor tomaba el nombre de la abuela materna, al revés que, en el resto de Grecia, donde se transmitía el de la abuela paterna”, explica Tsampanakis.

Y “numerosas mujeres se hacen llamar todavía por el apellido de su madre y no por el de su marido”, añade sobre las costumbres del pueblo.

A partir de 1950, la emigración de hombres hacia Estados Unidos y otros países europeos obligó a las mujeres a gestionar ellas solas las explotaciones agrícolas.

En Avlona, una aldea vecina de Olympos, Anna Lentakis recoge con ímpetu a sus 67 años las alcachofas con las que va a preparar una tortilla para su pequeña cantina. “No teníamos otra opción que trabajar. Era nuestro único medio de subsistencia”, recuerda.

Hasta hace unos años era propietaria de la taberna “Olympos” en el pueblo homónimo. Pero ahora es su hija mayor, Marina, quien se ha hecho cargo de ella.

“Me gusta decir que el hombre es la cabeza de la familia y la mujer, el cuello. Es ella quien orienta las decisiones tomadas por el hombre”, dice Marina.

Su hija Anna solo tiene 13 años, pero ya sabe que un día tomará el relevo: “Es la herencia de mi abuela y estaré orgullosa de ocuparme de ella”.

El sistema, sin embargo, solo beneficia a las primogénitas. “Las hijas pequeñas deben quedarse en la isla para estar al servicio de las mayores. Se ha creado una especie de casta social”, señala Alain Chabloz, miembro de la Sociedad de Geografía de Ginebra que ha estudiado este fenómeno.

Giorgia Fourtina, hija pequeña y soltera, no siente que Olympos sea tan progresista. “Es una pequeña sociedad donde una mujer sola en un café está mal vista”, explica.

En el norte de la isla de Cárpatos se encuentra el pueblo de Olympos, una comunidad que acoge una de las pocas sociedades matriarcales. - AFP
En el norte de la isla de Cárpatos se encuentra el pueblo de Olympos, una comunidad que acoge una de las pocas sociedades matriarcales. - AFP

Las mujeres del pueblo visten normalmente vestidos bordados con delantales floreados, un pañuelo en la cabeza y botas de cuero. Son verdaderos tesoros que suelen formar parte de la dote.

Irini Chatzipapa, de 50 años, es la mujer más joven de Olympos en llevar cotidianamente esta vestimenta. “Enseñé a bordar a mi hija, pero más allá de las fiestas, no lleva nunca este vestido que no está adaptado a la vida moderna”, dice la panadera.

Esto genera inquietud en su madre Sofia, de 70 años, que todavía administra su café. “Nuestras costumbres se convierten simplemente en un folclore para las fiestas. Nuestro mundo está desapareciendo”.

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