El país ha superado a Afganistán como el mayor productor de opio del mundo, después del colapso productivo en este último tras la llegada de los talibanes al poder, informó este martes la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
En un informe sobre el opio en el sudeste asiático presentado en Bangkok, la ONUDD indica que el cultivo de opio en Birmania creció un 18% en 2023 hasta unas 47.100 hectáreas estimadas, frente a unas 11.000 cultivadas en Afganistán.
La pobreza, la inestabilidad política y de seguridad y la falta de instituciones sólidas y servicios públicos son algunos de los factores que la ONUDD achaca al incremento de la producción de opio, según el informe titulado “Encuesta sobre el opio en el sudeste asiático 2023: Cultivo, Producción e implicaciones”.
“El conflicto está causando desplazamientos e inestabilidad en el país, lo que por supuesto empuja a la población a cultivar (opio)”, indicó Douglas, quien agregó que se espera que la producción aumente en los siguientes años.
Tras el golpe de Estado en Birmania (Myanmmar), la producción de opio comenzó a aumentar en zonas conflictivas, principalmente en los estados Shan y Kachin, en el noreste, y en 2023 alcanzó una producción de 1.080 toneladas, el mayor dato registrado desde 2001.
El experto de la ONU indicó que el cultivo de opio se produce sobre todo en los citados dos estados y de manera incipiente en Sagaing, tanto en zonas controladas por la junta militar y grupos afines como por guerrillas y milicias antijunta.
La región fronteriza de Birmania, Tailandia y Laos es conocida como el Triángulo de Oro, un importante centro de producción y distribución de narcóticos donde desde hace décadas se ha cultivado la adormidera o amapola del opio.
En el caso de Afganistán, el ascenso al poder del grupo musulmán integrista talibán provocó que la producción bajara en un 95% desde las 233.000 hectáreas estimadas en 2022 a 11.000 en 2023. En el pasado, Afganistán llegó a suministrar el 80% del opio mundial, por lo que ahora se espera que esto sea un aliciente para que Birmania aumente la producción.
Los campesinos que cultivan opio en Birmania han incrementado sus beneficios al aumentar el precio de la planta (356 dólares por kilogramo de opio seco) y el rendimiento, que ha pasado a 19,8 kilogramos por hectárea en 2023, frente a 14 kilogramos un año antes. Sin embargo, el mayor beneficio en el mercado ilegal de opio se concentra en los grupos criminales que lo convierten en heroína y la exportan a otros países de la región, llegando hasta Australia.