EE.UU., Reino Unido y el G7 acordaron un nuevo paquete de sanciones contra Rusia

EE.UU., Reino Unido y el G7 acordaron un nuevo paquete de sanciones contra Rusia
El presidente de EE.UU., Joe Biden, y el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, reunidos previo a la cumbre del G7 que se celebra en Hiroshima, Japón, para continuar con las sanciones a Rusia.

El objetivo, según han declarado los miembros del G7, es “asfixiar” a Rusia económicamente mientras financian a Ucrania para que destruya el gobierno de Putin.

El Reino Unido anunció este viernes nuevas sanciones contra el sector mineral ruso, con prohibiciones a la importación de aluminio, diamantes, cobre y níquel para asfixiar la capacidad de Moscú de financiar la guerra en Ucrania.

“Como lo demuestran las sanciones anunciadas hoy, el G7 continúa unido ante la amenaza de Rusia y firme en nuestro apoyo a Ucrania”, declaró el primer ministro británico, Rishi Sunak, durante la cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, a la que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski también acudirá en las próximas horas.

Se espera que la cumbre de Hiroshima, donde el recuerdo de las dos bombas nucleares arrojadas por los EE.UU. en 1945 parece haber sido completamente borrado, genere un conjunto de nuevas sanciones contra Rusia, incluidas medidas estadounidenses que pondrán a otros 70 rusos y entidades extranjeras en una lista negra comercial, según un alto responsable de la Casa Blanca.

Además aplicará 300 sanciones contra objetivos diversos y variados, “personas, organizaciones, barcos y aviones”, en Europa, Oriente Medio y Asia. Todos los Estados miembros del G7, cuyos dirigentes están reunidos para una cumbre en Hiroshima (Japón), preparan nuevas medidas, y Estados Unidos contribuye con un paquete “consecuente” de sanciones que “harán más difícil aún para Rusia alimentar su máquina de guerra”, afirmaron desde los servicios de prensa dispuestos en el lugar.

Las medidas estadounidenses tienen por objetivo “restringir de manera importante el acceso de Rusia a los productos necesarios para sus capacidades de combate”, señaló un alto responsable estadounidense.

Los países occidentales han aplicado una serie de sanciones sin precedentes contra Rusia desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, para afectar económicamente a ese país, al reducir los ingresos generados por los hidrocarburos y desorganizar su industria de defensa. Su preocupación ahora es impedir que Rusia evite las sanciones, y las últimas medidas estadounidenses también tienen por objetivo reducir la posibilidad de que eso ocurra.

Estados Unidos busca “influir en el sector financiero (ruso) y en la capacidad rusa de producción de energía a mediano y largo plazo”, señaló el alto responsable de la Casa Blanca. Se trata también de “mantener la congelación de los activos soberanos” rusos. El comercio de diamantes rusos, también incluido en el paquete de sanciones, está valorado en 4.000 a 5.000 millones de dólares anuales, y es una importante fuente de impuestos para el Kremlin.

COMPARTIR NOTA