El Ministerio de Sanidad israelí señala que los terroristas suministraron el fármaco a todos los rehenes antes de entregárselos a la Cruz Roja Internacional para ser reintegrados a Israel.
Las autoridades sanitarias de Israel han acusado este martes al grupo terrorista Hamás de “drogar” con tranquilizantes a los rehenes israelíes liberados en el marco de la tregua que entró en vigor el 24 de noviembre y duró aproximadamente una semana, cuando los mismos terroristas rompieron el alto el fuego ejecutando a más civiles en un nuevo ataque con armas y, posteriormente, con el lanzamiento de misiles desde Gaza.
La doctora Hagar Mizrahi, de la división médica del Ministerio de Sanidad israelí, ha indicado durante una comparecencia ante el Knesset que Hamás les habría suministrado medicamentos antes de entregarlos a los trabajadores de Cruz Roja para su puesta en libertad, luego de haber estado sometiendo a los rehenes a violaciones y abusos durante más de 50 días de cautiverio.
Así, ha señalado que el grupo armado palestino habría suministrado a los rehenes clonazepam, un fármaco perteneciente al grupo de las benzodiacepinas que actúa sobre el sistema nervioso central, según informaciones recogidas por el diario The Times of Israel. Esto coinide con las acusaciones vertidas previamente por familiares de los rehenes, que se han dirigido a la Comisión de Sanidad de la Knesset.
Las autoridades están preparando un informe oficial que detalle las pruebas del uso de estos medicamentos y otros hallazgos realizados a raíz de la liberación de los secuestrados durante los ataques de Hamás el pasado 7 de octubre, como cicatrices de operaciones realizadas en condiciones infrahumanas, violaciones grupales a mujeres, traumas profundos en los niños a quienes se encerraba en jaulas y se les amenazaba con armas si lloraban mientras veían videos de los asesinatos de sus familiares y otras atrocidades que van documentándose a medida que los rehenes son peritados.
Mientras tanto, los videos donde se ve a los rehenes saludando y sonriendo mientras sus secuestradores se abrazan y celebran en medio de multitudes de palestinos gritando, amenazando y filmando con celulares a la vez que denuncian no tener electricidad, siguen circulando por las redes sociales, reforzando la propaganda del grupo terrorista islamista.