El grupo terrorista proiraní indicó que los misiles fueron en respuesta a la muerte de un alto mando, ejecutado en un ataque de precisión por las FDI esta semana.
El ejército de Israel intercambió nuevos disparos el jueves por la noche con el grupo terrorista chiíta Hezbolá en su frontera con Líbano, en medio de una escalada que hace temer una guerra abierta en el norte.
Hezbolá dijo que disparó decenas de cohetes contra objetivos en el norte de Israel, en respuesta a la muerte de uno de sus comandantes durante un ataque israelí en Deir Kifa, al sur del Líbano. En comunicado, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) confirmaron la muerte del terrorista Fadel Ibrahim, detallando que fue eliminado por un avión en un ataque preciso en la zona de Deir Kifa.
“Ibrahim era el comandante de las operaciones de Hezbolá en la zona de Jouaiyya. Como parte de sus funciones, Ibrahim era responsable de planificar y ejecutar atentados terroristas contra Israel y comandar las fuerzas terrestres de Hezbolá en la zona de Jouaiyya”, dijeron las IDF.
También hubo ataques israelíes contra otros lugares del sur del Líbano como Jiyam y la región de Iqlim al-Tuffah. Las FDI también aseguraron haber destruido un lanzacohetes en suelo libanés.
Por otra parte, las FDI anunciaron que los camiones de ayuda humanitaria que ya no pasan por Rafah debido a las operaciones contra Hamás en la zona, están varados en el paso de Kerem Shalom donde ninguna ONG ha ido a retirarlos.
Este lugar ha sido asignado por el ejército israelí debido a que los controles de la mercadería se tornaron vitales, luego de haber detectado cientos de camiones con armas para Hamás y de las decenas de camiones que fueron secuestrados por el grupo apenas pasaron las fronteras de Gaza, asesinando en varias ocasiones a los civiles que se acercaban a buscar los alimentos.
Las tensiones entre Líbano e Israel han aumentado considerablemente y cada vez preocupa más que los enfrentamientos transfronterizos diarios entre el ejército israelí y los terroristas de Hezbolá estén a punto de convertirse en un conflicto a gran escala. Irán, el financista de la agrupación chiíta, ha destinado miles de millones de dólares en los últimos años para armar a grupos dentro de los países que rodean a Israel, siendo Hezbolá el que mayor volumen y preparación ha recibido.
