La operación “Casa y jardín” fue lanzada en Yenín, la zona más conflictiva de toda la región, donde se refugian líderes de los movimientos de resistencia palestinos y armamento.
El Ejército de Israel siguió actuando en la noche del lunes al martes en el campo de refugiados de Yenín, Cisjordania, en una operación a gran escala -la mayor desde la Segunda Intifada- contra milicias locales, que comenzó la madrugada del lunes y se ha saldado por ahora con un total de 10 palestinos muertos y unos 100 heridos.
La cifra de fallecidos aumentó está mañana, ya que los servicios de la Media Luna Roja palestina encontraran otro muerto en las afueras del campo, en medio de un escenario de amplia destrucción por los combates de ayer, de los que también participaron del lado palestino, aunque esta noche los choques parecieron tener relativamente menor intensidad. Hasta ahora, todos los muertos pertenecían a distintos grupos armados, considerados “terroristas” por parte de Israel.
Un portavoz militar afirmó en un comunicado que las tropas “continuaron sus actividades antiterroristas”. Localizaron un pozo subterráneo que “se utilizaba para almacenar artefactos explosivos” y “desmantelaron dos salas pertenecientes a organizaciones terroristas” usadas para supervisar “la situación operativa” en la zona.
También “neutralizaron un lanzagranadas” y “confiscaron armas y equipamiento militar”, en una fuerte operación llamada “Casa y Jardín” que ayer incluyó una decena de ataques aéreos desde drones y una incursión terrestre con un millar de efectivos dentro del campo de refugiados de Yenín, uno de los epicentros de la resistencia armada palestina en el norte de Cisjordania ocupada.
La operación del Ejército está centrada en debilitar a la Brigada de Yenín, grupo armado que aglutina a varias milicias del campo y que ganó peso tras fundarse hace alrededor de un año, reclutando jóvenes y hasta entrenando niños en el uso de armas pesadas, según los propios registros de los milicianos palestinos.
Por otra parte, entre 1.500 y 3.000 palestinos abandonaron sus hogares en el campo de refugiados de Yenín debido a la operación militar lanzada por Israel en la ciudad, según informó este martes 4 de julio el Ejército israelí, que aseguró mediante un portavoz militar que “cualquiera que quiera abandonar el campo de refugiados puede salir”.
A su vez, esta mañana el asesor de Seguridad Nacional de Israel, Tzaji Hanegbi, aseguró al Canal 12 de noticias que la operación militar “está cada vez más cerca de lograr sus objetivos” y el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, afirmó anoche que podría durar “uno o dos días más”.
El área ha visto la proliferación de nuevos grupos armados palestinos, que realizan cada vez más ataques y han dejado 25 muertos del lado israelí, todos civiles colonos y cinco de ellos, niños.
