El Estado hebreo se compromete a suspender la construcción de nuevos asentamientos durante los próximos seis meses, luego de pedir un alto a la violencia por ataques de colonos a palestinos.
Israel y la Autoridad Palestina han acordado este domingo un plan para estudiar la reactivación de sus acuerdos previos de cooperación mientras se abstienen de adoptar, durante los próximos tres a seis meses, medidas unilaterales que puedan agravar la tensión en la región.
El acuerdo se logró en el marco de una cumbre de seguridad celebrada este domingo en la ciudad jordana de Aqaba, en la que han participado responsables de inteligencia de Israel, la Autoridad Palestina, Estados Unidos, Egipto y Jordania, rematada por la presencia del monarca del reino hachemí y anfitrión, Abdalá II.
Entre estos pactos figuraría el acuerdo de seguridad entre la Autoridad Palestina e Israel, roto por última vez hace prácticamente un mes, en represalia del Gobierno palestino por la muerte de nueve personas en una incursión israelí en Yenín, norte de Cisjordania.
“Tras unas conversaciones integrales, los participantes han anunciado que las partes israelí y palestina han confirmado su compromiso con todos los acuerdos previos entre ellos y para trabajar por una paz justa y duradera”, según el comunicado final de la reunión, recogido por la agencia oficial de noticias jordana, Petra.
A cambio de garantías de seguridad para la población israelí, la Autoridad Palestina ha conseguido de Israel la promesa de que no discutirá el establecimiento de nuevas unidades de asentamiento por un período de cuatro meses, y suspenderá la construcción de nuevas viviendas durante los próximos seis.
Las partes han acordado una reunión posterior en la ciudad balneario de Sharm el Sheij, en Egipto, en menos de un mes, para evaluar los progresos efectuados antes del comienzo del Ramadán, según el comunicado.
Sin embargo, el presidente israelí, Isaac Herzog, expresó en las últimas horas su “condena enérgica” al ataque de colonos israelíes contra palestinos en el norte de Cisjordania ocupada, que dejó un palestino muerto y más de 300 heridos, además de numerosos daños materiales, hecho que ocurrió en el mismo momento en que se desarrollaba la reunión. “Tomar la ley en sus propias manos, provocar disturbios y cometer actos de violencia contra inocentes: esta no es nuestra manera, y expreso mi enérgica condena”, señaló el presidente en un comunicado.