24 de noviembre de 2024

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La UE lleva gastados casi 800.000 millones de euros para paliar la crisis energética

La UE lleva gastados casi 800.000 millones de euros para paliar la crisis energética
Ursula Von der Leyen, presidente de la Unión Europea, en una imagen de archivo.

Luego de la pandemia y con las sanciones acumuladas a la energía rusa, los países europeos están destinando crecientes cifras a contener la caída de sus economías.

Desde septiembre de 2021, los países de la Unión Europea ya destinaron 681.000 millones de euros para paliar la crisis energética, mientras que el Reino Unido y Noruega otros 103.000 millones y 8.100 millones, respectivamente, según muestra un análisis del think tank Bruegel.

El total de 792.000 millones de euros contrasta con los 706.000 millones de la última estimación de Bruegel de noviembre, ya que los Estados de la Unión Europea (UE) siguen invernando debido a las consecuencias de las sanciones al suministro de gas ruso.

Alemania encabezó la tabla de gastos con casi 270.000 millones de euros, una cantidad que eclipsa a todos los demás países. A continuación, se situaron el Reino Unido, Italia y Francia, aunque cada uno pagó menos de 150.000 millones de euros. La mayoría de los países de la UE solo gastó una fracción de esa cantidad. Por habitante, Luxemburgo, Dinamarca y Alemania fueron los Estados que más pagaron.

El gasto de los países para combatir la crisis energética se sitúa ahora en la misma escala que los 750.000 millones de euros del fondo de recuperación de la UE tras la pandemia por COVID-19. En virtud del acuerdo alcanzado en 2020, Bruselas asumió una deuda conjunta y la transfirió a los Estados miembros del bloque para luchar contra la pandemia.

Las cifras del gasto energético llegan en un momento en que los países debaten propuestas de la UE para suavizar aún más las normas sobre ayudas estatales a proyectos de tecnologías limpias, en un intento de Europa por competir con las subvenciones de EE.UU. y China a las energías convencionales. De acuerdo con Bruegel, los gobiernos centraron gran parte de sus ayudas en medidas no específicas para reducir el precio minorista de la energía, como la reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) de la gasolina o la limitación del precio minorista de la electricidad.

Varios expertos aseguraron que esta dinámica debe cambiarse porque Europa carece de capacidad fiscal para sostener una financiación tan amplia. Durante los últimos meses, los países europeos viven una crisis energética por los altos precios del gas y la electricidad, que se dispararon debido a las sanciones impuestas contra Rusia.

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