Rusia afirma que el ataque masivo en Ucrania fue una “represalia”

Rusia afirma que el ataque masivo en Ucrania fue una “represalia”
Misil hipersónico Kinzhal montado en un MiG-31 en una imagen de archivo.

El Ministerio de Defensa ruso dijo en un comunicado que atacó a empresas de defensa ucranianas y otras “infraestructuras militares” por los atentados recientes en su territorio y en las fronteras con Polonia.

El Ministerio de Defensa de Rusia admitió que el bombardeo aéreo que golpeó hoy varias regiones de Ucrania fue una represalia por la que denuncia como reciente incursión ucraniana. “En respuesta por las acciones terroristas organizadas por el régimen de Kiev el pasado 2 de marzo en la región de Briansk, el Ejército ruso asestó en venganza un ataque masivo”, aseguró en su parte diario el general Ígor Konashénkov, portavoz de Defensa.

En su momento, Mykhailo Podolyak, asesor del jefe de la Oficina del Presidente ucraniano, negó cualquier implicación de Kiev en el supuesto sabotaje de Briansk, a pesar de que varios funcionarios usaron sus redes sociales para celebrar los ataques. Rusia dijo que dos civiles murieron en el incidente, además de que lograron interceptar la mayoría de los misiles lanzados, muchos de ellos sobre la frontera con Polonia, que tiene pésimas relaciones con Moscú y es uno de los grandes bastiones de la OTAN en la zona.

Konashénkov precisó que Moscú empleó armamento de precisión de largo alcance, disparado desde el aire, con el que golpearon la infraestructura e industria militares, y la red energética civil. A su vez, el general ruso confirmó el empleo de los Kinzhal que ya había apuntado Kiev, que estimó en seis los misiles hipersónicos de esa clase lanzados contra territorio ucraniano. Los Kinzhal (‘daga’ en ruso) son misiles de emplazamiento aéreo que tienen un alcance de más de 2.000 kilómetros y una velocidad diez veces mayor que el sonido. Este misil hipersónico de alta precisión puede portar tanto ojivas nucleares como cargas convencionales.

Konashénkov aseguró que todos los objetivos fueron alcanzados, incluido una base de drones con armamento letal, fábricas de munición y reparación de automóviles militares, además de neutralizar el transporte por vía férrea de refuerzos y armamento extranjero. Durante el año que hace desde el inicio de Operación Especial Militar en Ucrania, Moscú ya había lanzado antes ataques “de represalia” tras incidentes de los que culpó a Kiev, como la explosión que causó importantes daños en el puente que une Crimea a Rusia, también escandalosamente celebrada por altos cargos del gobierno de Zelenski, incluyendo la colocación de una suerte de “postal” donde ucranianos se podían tomar selfies con el puente explotando de fondo.

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