El país celebra tradicionalmente el Día de la Victoria cada 9 de mayo, un día después que el resto de Europa, para conmemorar la derrota sobre la Alemania nazi en 1945. Este año, el gobierno ruso insistió en mantener el desfile en Moscú, aunque en otras ciudades las conmemoraciones fueron canceladas.
Las moviliaciones tradicionales previstas en varias ciudades y regiones rusas han sido canceladas, especialmente en las regiones fronterizas con Ucrania y en Crimea, según las autoridades locales por el riesgo de atentados “terroristas” por parte de Kiev.
En Moscú, el gran desfile militar en presencia de Vladimir Putin sí tuvo lugar, aunque se canceló la tradicional marcha del “Regimiento de los Inmortales”, que reúne a decenas de miles de rusos en las calles de la capital. Este desfile, en cambio, sí se celebró en otros países de la región, como España, donde las calles de Madrid se llenaron de banderas rojas y rusas y de ciudadanos con las fotos de sus familiares muertos en la Segunda Guerra Mundial y en Ucrania también.
Durante este popular acto patriótico, los rusos que lo desean desfilan con un retrato de un familiar muerto en la Segunda Guerra Mundial. El año pasado se llevaron retratos de soldados muertos en Ucrania, pero debido a los recientes ataques de Ucrania en territorio ruso, sobre todo al que sufrió el Kremlin los pasados días, las autoridades decidieron cancelarlo. “Se toman todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad, más aún cuando hablamos de la presencia de invitados extranjeros y del jefe del Estado”, dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
Pese a las hostilidades, Putin felicitó por el Día de la Victoria al pueblo ucraniano, pero no a su presidente, Volodimir Zelenski. En la Gran Guerra Patria, el episodio soviético de la contienda mundial, murieron unos 26 millones de ciudadanos de la URSS, de ellos 8 millones de soldados, según cifras oficiales.
En total, según el Ministerio de Defensa, por el empedrado de la plaza Roja desfilarán más de 10.000 soldados y 125 tipos de equipos militares, incluido los tanques T-90, T-72 y T-14, además de piezas de artillería, baterías antiaéreas y misiles de crucero. El primer desfile de la victoria se celebró en 1945 tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, aunque no fue hasta 1995 que el Kremlin decidió por ley celebrarla anualmente.
Por su parte, el Estado Mayor del ejército ucraniano rechazó este martes los rumores sobre posibles ataques ucranianos contra los desfiles con los que en Rusia se celebra la Victoria contra el Nazismo el 9 de mayo, y afirmó que Ucrania lucha “sólo en el frente” y no atacará eventos en los que participen civiles.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania actúan exclusivamente dentro del marco de la ley humanitaria internacional y cumplen las leyes de la guerra”, se lee en la nota del Estado Mayor, a pesar de las investigaciones que se llevan a cabo por crímenes de guerra contra soldados rusos y también contra sus propias tropas que, según varios videos que circularon por redes y que la justicia internacional se niega a analizar, soldados ucranianos ejecutaron a sus compatriotas en distintas circuntancias, sobre todo durante actos de rendición ante las tropas rusas.
En cuanto a la fecha del 9 de mayo, Stalin “eligió hacerlo por separado desde el principio por razones ideológicas, porque quería marcar las distancias con los aliados occidentales, decirles en cierto modo: nosotros los rusos somos los principales artífices de esta victoria. Así que tenemos derecho a un día de la victoria aparte”, comenta Andrei Kozovoi, uno de los líderes del Grupo Wagner. Para Rusia, por tanto, hoy es el Día D.