Las partes beligerantes se culpan mutuamente por violar el nuevo alto al fuego que comenzó este jueves.
Los enfrentamientos armados entre el Ejército de Sudán y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) en varias zonas de la capital, Jartum, se reanudaron este jueves 4 de mayo por la mañana, pese al alto al fuego que entró en vigor a la medianoche.
Los testigos presenciales le dijeron a medios locales que se escucharon enfrentamientos cerca del palacio presidencial y el Comando General del Ejército en el centro de Jartum. En un comunicado, el Ejército del país dijo que sus fuerzas tuvieron un enfrentamiento con los paramilitares, que intentaron atacar su comando en la ciudad de Jartum Norte.
Agregó que el Ejército infligió grandes pérdidas y bajas entre las FAR, lo que las obligó a retirarse. Por su parte, los paramilitares culparon a las fuerzas sudaneses por los enfrentamientos y las acusó de violar la tregua al atacar sus barrios residenciales con artillería y aviones de una manera “cobarde”.
Este martes, el Gobierno de Sudán del Sur anunció que los dos generales rivales de Sudán, el líder del Ejército, Abdel Fattah al Burhan, y el comandante de las FAR, Mohammed Hamdan “Hemedti” Dagalo, acordaron un alto al fuego de siete días que comenzaba a partir de este jueves. Desde el inicio de los enfrentamientos el 15 de abril, más de 550 personas han muerto y más de 5.000 han resultado heridas, según el Ministerio de Salud de Sudán.
En los últimos meses había crecido un desacuerdo entre el Ejército y los paramilitares por la reforma de la seguridad militar. La legislación prevé la plena participación de las FAR en las fuerzas armadas, uno de los temas principales en las negociaciones de las partes internacionales y regionales para una transición a un gobierno civil y democrático en Sudán.
El país ha estado sin un gobierno en funcionamiento desde octubre de 2021, cuando el Ejército destituyó al Gobierno de transición del primer ministro Abdalla Hamdok y declaró el estado de emergencia en una medida denunciada por las fuerzas políticas como un “golpe de estado”. El período de transición de Sudán, que comenzó en agosto de 2019, debía finalizar con elecciones a principios de 2024.
