Con poca información oficial disponible y ninguna medida de seguridad, los habitantes de la zona del descarrilamiento del tren con sustancias cancerígenas temen estar expuestos al gas mientras retornan a sus hogares.
De acuerdo con la activista política Misty Winston, la información de las autoridades estadounidenses respecto a los hechos ocurridos en Ohio desde el pasado 3 de febrero han sido opacas y con información a medias, lo que ha generado dudas entre la población de un posible desastre ambiental.
“No confío en lo que nos están diciendo. Pero algunos de estos son cancerígenos conocidos. Creo que no sabremos realmente el impacto total de esto hasta dentro de cinco, diez, 15, 50 años. Y tienes que recordar, esto es Ohio. Aquí hay tierras de cultivo y de las más fértiles del país. Entonces, ¿qué impacto tendrá eso en la agricultura en esa área?”, cuestionó la activista en una entrevista difundida por medios locales.
Según Winston, se tiene la sospecha de que algunas de las sustancias químicas ya se están midiendo en el río Ohio, que es fuente de agua para alrededor de cinco millones de personas. “Así que esto es malo. Es realmente mala la forma en la que están tratando desesperadamente de encubrirlo”, sentenció.
La activista afirmó los productos químicos que había en estos vagones “no son broma” y señaló que el cloruro de vinilo, que se usa para fabricar PVC, hierve a ocho grados Fahrenheit (-13 Celsius) y que el cloruro de hidrógeno se combina con el agua, incluido el vapor en la atmósfera, para formar ácido clorhídrico. “Así que están fingiendo quemar estos químicos con un gran éxito”, dijo Winston. “Y luego no le dicen a la gente que ahora tenemos potencialmente cientos de miles de libras de ácido en el aire”, prosiguió.
En otra entrevista realizada a un residente de East Palestine, el hombre asegura que las personas que en un inicio fueron desalojadas ya regresaron a sus casas pero sin ninguna explicación clara respecto a los cuidados y las consecuencias que el incidente puede provocar en la zona. El residente, que también es activista, destacó que la comunicación por parte de quienes tienen que rendir cuentas al respecto es opaca, confusa e insuficiente. “Así que la gente se ha quedado completamente estancada aquí, ya que las agencias gubernamentales que se supone que son responsables de esto han fallado por completo en sus deberes”, aseguró.
La noche del 3 de febrero, en la zona de East Palestine, Ohio, al noreste del país norteamericano y muy cerca de la frontera con el estado de Pensilvania, un tren que transportaba material químico de alta toxicidad se descarriló. De acuerdo con la información dada a conocer hasta el momento, entre 5 y 10 de los cerca de 50 vagones del tren contenían cloruro de vinilo, un químico peligroso y hasta letal para los seres humanos debido a su alto grado de toxicidad. El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos considera que esta sustancia tiene propiedades que pueden derivar en un cáncer de sangre o de pulmón si se respira por un tiempo prolongado.
El gobernador de Ohio, Mike DeWine, aseguró que su Gobierno presentará una demanda contra Norfolk Southern Railroad (la empresa responsable de operar el tren), si la compañía no asume toda la responsabilidad de los efectos del incidente.