A medida que pasan los días se van conociendo registros desde distintos ángulos que muestran cómo los terroristas de Hamás se roban los suministros de los civiles gazatíes mientras los golpean y les disparan.
A pesar de los esfuerzos de algunos pocos países por asistir a la población civil de la Franja de Gaza, atrapada y utilizada como escudo humano por los terroristas de Hamás, las redes se han inundado en los últimos días de registros que indican que toda la ayuda humanitaria que entra a Gaza es capturada por el grupo.
En una publicación de una agencia de noticias independiente de Gaza del día 5 de diciembre podemos leer: “Las escenas son dramáticas mientras locales gazatíes lanzan piedras y esquivan disparos de bala de agentes de Hamás, intentando detenerlos de acopiar nueva ayuda humanitaria y equipamiento médico que ingresó desde Rafah.”
Pero los registros fueron multiplicándose y desde distintos ángulos y en distintos momentos se puede ver cómo la población civil de Gaza intenta amedrentar a los terroristas de Hamás mientras éstos secuestran los camiones de ayuda humanitaria que ingresaron durante los días del alto el fuego acordado con Israel.
Agencias de comunicación y agrupaciones humanitarias reclaman a la ONU, a la Cruz Roja y a las entidades destinadas a supervisar esta situación pero, al momento, no ha habido respuesta oficial de parte de ninguna de ellas.
A los reportes civiles difundidos, mediante los que se puede verificar no sólo el robo de estos insumos sino también que en Gaza nunca dejó de haber electricidad, ya que los teléfonos celulares de los gazatíes no pausaron nunca de acumular registros de toda índole desde el comienzo de la guerra, también se suman los registros de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) que se ocupan a diario de compartir información sobre las operaciones en la zona y los avances en torno al objetivo de destruir por completo a Hamás.
Por último, dos registros distintos de mujeres gazatíes confirman los mismos hechos: la ayuda no llega a la población civil y están, literalmente, al borde de la hambruna. Y esto no empezó con la guerra con Israel, sino que es una dinámica instalada desde que Hamás se apoderó de la Franja de Gaza y utiliza a los civiles como escudos humanos. Así lo demuestran los hechos y la permanente aparición de armamento escondido en infraestructura civil, al igual que la disposición de los túneles en torno a escuelas, hospitales y plazas infantiles.
En la última publicación, realizada por la agencia de noticias árabe que se encarga de traducir y subtitular al inglés todo lo que ocurre en Gaza y Oriente Medio, podemos leer: “Una mujer palestina de avanzada edad a un periodista de Al-Jazeera cerca del hospital de Jan Yunis: Hamás lleva toda la ayuda humanitaria a sus túneles y a sus casas; ellos pueden dispararme, yo no les tengo miedo”.
A su vez, se ve al periodista de Al-Jazeera (cadena de noticias árabe afin a Hamás y pro iraní) intentanto convencer a la mujer de que la ayuda “está siendo repartida”, pero ella responde con negativas y continúa afirmando que todo se lo quedan los de Hamás.
La situación no es nueva. Desde que el grupo terrorista se hizo del control de la Franja, el deterioro en las condiciones de vida de la población ha empeorado considerablemente, a la vez que las escuelas, muchas de ellas construidas por el Estado de Israel al igual que Universidades y Hospitales, también construidos por otros países procurando ayudar a la población gazatí, se han convertido en centros de adoctrinamiento y reclutamiento para los terroristas.
