Elevó el caudal de votos respecto de las PASO, pero quedó segundo a más de 6 puntos de Sergio Massa. El líder libertario enfocó su discurso en tender puentes con la coalición que quedó tercera.
Con más de 7.700.000 de votos equivalentes al 30% del total, el candidato de la Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, disputará la presidencia de la Nación en un balotaje con el postulante de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, el domingo 19 de noviembre.
De esta forma, Milei elevó el caudal electoral que había conseguido en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 14 de agosto cuando reunió 7.352.244 sufragios (29,86%).
En el día de su cumpleaños, un exultante Milei destacó que en apenas un par de años la fuerza política que lidera se instaló con posibilidades de pelear la presidencia de la Argentina.
Milei esperó a que se conociera el 95% del escrutinio para salir a ofrecer su discurso, que demandó un exhaustivo análisis ya que virtualmente era la reanudación de la campaña.
“Hace dos años si nos hubieran dicho que íbamos a estar disputando una segunda vuelta con el kirchnerismo no lo hubiésemos creído, este es un logro histórico. No dejemos de creer que estamos ante un logro histórico”, subrayó al arrancar sus palabras buscando encender a sus militantes que habían concurrido al bunker con elevadas expectativas.
Inmediatamente después felicitó a Jorge Macri y Rogerlio Frigerio ganadores en la Ciudad de Buenos Aires y Entre Ríos, en lo que fue el primer guiño a la oposición de Juntos por el Cambio.
Milei hilvanó su discurso convocando a la coalición que quedó en tercer lugar para “hacer tabla rasa con el kirchnerismo”.
“El kirchnerismo es lo peor que la ha pasado a la Argentina”, insistió Milei.
“Todos los que queremos un cambio podemos ganar”, resaltó el líder de La Libertad Avanza, quien en varias ocasiones utilizó la palabra “cambiar” y “juntos”.
El buen resultado en general le permitió a LLA ganar ocho senadurías (2 por Jujuy, San Juan, San Luis y uno por La Rioja y Misiones), y cerca de 40 diputados.
Aunque de las 16 provincias ganadas en las PASO la LLA volvió triunfar en sólo 10 (retrocedió en Santa Cruz, Río Negro, Tucumán, La Rioja, La Pampa y Tierra del Fuego), las buenas performances que obtuvo en provincias como Mendoza, Córdoba, Santa Fe, apuntalaron la elección general.
Las expectativas de un triunfo en primera vuelta del líder libertario fueron sepultadas desde hora temprana, cuando referentes de su espacio anticiparon que la elección se definía en un segundo turno.
“Nadie piensa en ganar en primera vuelta”, fue la primera declaración poco después de las 18 de Guillermo Francos, quien sería propuesto como Ministro del Interior.
A diferencias de las Primarias, esta vez no se vivió un ánimo triunfalista en el bunker de la Libertad Avanza enclavado en un hotel céntrico de la ciudad de Buenos Aires.
Si bien el sentimiento era de satisfacción por haber llegado al balotaje, los porcentajes finales aplacaron los ánimos.
“Hace dos meses discutíamos si llegábamos al 20% y ahora estamos acá”, ensayaban como argumento positivo los principales colaboradores de Milei. “El triunfo de las PASO nos entusiasmó demasiado”, fue otra de las frases que resumía elestado de la dirigencia libertaria.
A medida que se fueron cargando las planillas los seis puntos de diferencia que separaron a la fuerza de Unión por la Patria aplanaron los festejos.
Las expectativas de ser la fuerza más votada, e inclusive de consagrarse en primera vuelta eran tan importantes en las filas de LLA que se redoblaron las medidas de seguridad en hotel que ofició de bunker.
Las calles laterales fueron cerradas desde hora temprana y el escenario dentro de la sala del hotel fue vallado para impedir el contacto de los invitados con los candidatos que tenían previsto ocuparlo.
La posibilidad de una elección histórica para un candidato liberal de derecha movilizó a referentes del exterior de ideologías afines como Eduardo Bolsonaro y representantes del VOX español, que acompañaron a los dirigentes de LLA en la previa al escrutinio.
Si bien durante las primeras horas primó la cautela, cerca de las 21 el clima comenzó a tomar color con la llegada del candidato a jefe de la Ciudad de Buenos Aires, Ramiro Marra, y de la postulante a vicepresidente, Victoria Villaruel, quienes encendieron los gritos y de la militancia.
Pero al mismo tiempo que se festejaba por el ingreso a la segunda vuelta, había pequeños grupos de referentes de LLA que empezaron a ver los números con más detenimiento y a evaluar la diferencia con Massa, especialmente por la recuperación que expuso el candidato oficialista.
De allí que los coloridos y sonoros festejos que se habían preparado fueron menguando y mutaron en una marcada satisfacción por el lugar obtenido pero en plena consciencia de que tendrán un duro camino del cara al 19 de noviembre.
A partir de ahora se abre un amplio abanico de especulaciones políticas para intentar convencer a los votantes de Juntos por el Cambio y el peronismo que encabeza Juan Schiaretti.
Milei había cerrado un acuerdo con el sindicalista Luis Barrionuevo pero que al parecer se habría quebrado en las horas previas a la elección. De allí que sea una incógnita cómo continuará esa relación y por añadidura la vinculación con el gremialismo en general.
El candidato libertario también deberá encontrar la forma de anudar acuerdos con otros sectores políticos para confrontar la propuesta de Massa de llamar a un gobierno de unidad nacional.
Este escenario lo pondrá a Milei en la disyuntiva de buscar consensos con miembros de la “casta” que ha denigrado para conformar su fuerza.
Milei pasó la noche en el piso 21 del hotel y no tuvo contacto con la prensa hasta el momento en que se presentó para dar su discurso final.
Dada la repercusión del crecimiento del líder libertario, hubo una alta acreditación de medio del exterior destacándose, españoles, y medios de Estados Unidos.
La posibilidad de una elección histórica para un candidato liberal de derecha movilizó a referentes del exterior de ideologías semejantes como Eduardo Bolsonaro y representantes del VOX español.
Si bien durante las primeras horas primó la cautela, cerca de las 21 el clima comenzó a tomar color con la llegada del candidato a jefe de la Ciudad de Buenos Aires, Ramiro Marra, y de la postulante a vicepresidente, Victoria Villaruel, quienes encendieron los gritos y de la militancia. La comediante y novia de Milei, Fátima Florez, no fue parte de la celebración.
Pero al mismo tiempo que se festejaba por el ingreso a la segunda vuelta, había pequeños grupos de referentes de LLA que empezaban a ver los números con más detenimiento y a evaluar la diferencia con Massa, especialmente por la recuperación que expuso el candidato oficialista.
De allí que los coloridos y sonoros festejos que se habían preparado fueron menguando con el correr del tiempo y a mutar en una marcada satisfacción por el lugar obtenido pero en plena consciencia de que tendrán un duro camino del cara a la segunda vuelta.