06 de diciembre de 2024

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De no creer: un asesor legislativo de La Pampa, le pidió a Pampita que intervenga en el conflicto de la provincia con Mendoza por aguas del río Atuel

De no creer: un asesor legislativo de La Pampa, le pidió a Pampita que intervenga en el conflicto de la provincia con Mendoza por aguas del río Atuel
Pampita habló sobre el discurso de su ex pareja, Benjamín Vicuña, en los Martín Fierro.

Le envió una carta abierta a la modelo y conductora televisiva.

Un asesor legislativo de La Pampa envió una insólita carta a la modelo y conductora Carolina “Pampita” Ardohain con la cual solicitó que intervenga en el conflicto que tiene como protagonistas a Mendoza con la provincia vecina por las aguas del río Atuel.

Se trata de Silvio Arias, quien es docente y presentó el documento en la Legislatura pampeana.

“Tu solo involucramiento en la temática -desde el lugar de tu profesión que vos desees hacerlo, mención mediática, campaña fotográfica, posteos en redes etc.-, nos ayudaría muchísimo a dar a conocer esta catástrofe a nivel nacional”, dice parte de la carta dirigida a Pampita.

“Acá va mi pedido, querida ‘Pampita’, con todo respeto y cariño. La trascendencia mediática de tu figura a nivel nacional es innegable, sos un ícono de la belleza pampeana y un orgullo para nosotros tu pertenencia a esta tierra”, expresó, luego de hacer todo un recorrido político sobre la cuestión judicial.

En este sentido, añadió: “Lejos de cualquier bandería política, la protección del recurso hídrico es un desafío que hoy nos involucra a todos y todas, en defensa de las generaciones venideras. Si cada uno de nosotros aportara sus dones, capacidades e influencias en defensa de causas que hacen al bienestar común, el mundo sería un lugar más justo y menos doloroso. Te invito a sumarte con nosotros a ésta lucha compartida, necesaria y permanente, porque como decimos en La Pampa: “EL RIO ATUEL TAMBIEN ES PAMPEANO”, tan pampeano como vos”, expresó.

El conflicto entre Mendoza y La Pampa

La Corte Suprema de Justicia determinó en julio del 2020 el caudal de agua del río Atuel que debe entregar Mendoza a La Pampa, en una causa que es la continuidad de un conflicto histórico entre Mendoza y La Pampa que se ha extendido durante décadas.

Se determinó un caudal mínimo permanente de 3,2 m3/s de manera gradual, es decir con una serie de obras necesarias para llegar a ese número, tal como había propuesto la provincia y también la Nación en 2018.

El dictamen fue votado de manera positiva por los ministros de la Corte Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz (este último con voto concurrente), al llegar a la conclusión que los 3,2 m3/s “es el caudal recomendado por el Instituto Nacional del Agua (INA) como instrumento de posible cese del daño ambiental ocasionado por la falta de escurrimiento del río Atuel en territorio pampeano”.

En este sentido, en el fallo se hizo referencia a la secretaría de Infraestructura y Política Hídrica de la Nación que, en base a ese caudal propuesto por el INA, “se podría alcanzar una vez que se realizaran una serie de obras e inversiones con un plazo de desarrollo”. Si bien también se señala que la propuesta es “intermedia” entre lo que se había propuesto en un primer momento por las provincias (4,5 m3/s exigido por La Pampa; y 1,3 m3/s por Mendoza), el ofrecimiento de la provincia fue en base a esas obras llegar a un mínimo de 2,2 m3/s y luego tener la meta de los 3,2 m3/s.

La carta completa a Pampita

Estimada Comprovinciana:

Aprovecho este medio para contarte que desde hace más de 70 años La Pampa sufre los efectos de una catástrofe ambiental sin precedentes en nuestro país, un caso tratado en foros nacionales, provinciales e internacionales, despertando la solidaridad y el acompañamiento de todo el espectro académico especializado en la materia.

El corte del cauce del río Atuel por parte de Mendoza sobre nuestro territorio, ha condenado a muerte toda posibilidad de vida en el oeste provincial. Consecuencia de ello –además del despoblamiento- una amplia zona de bañados y humedales fue transformada en un auténtico desierto por obra del egoísmo humano y la desidia política. Nos robaron un río y un ecosistema completo.

Resulta inaceptable que un bien considerado fundamental para el desarrollo sustentable de las comunidades, sea apropiado unilateralmente por una provincia en detrimento de otra, sin mediar consecuencias; desoyendo década tras década los pronunciamientos jurídicos y pactos políticos al respecto, todos favorables al reclamo pampeano, sin respuesta mendocina.

Hace unos días se cumplieron tres años del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que obliga a Mendoza a soltar tres metros cúbicos y medio de agua hacia La Pampa, a través de ese cauce natural que nos hermana y al mismo tiempo nos enfrente por la mezquindad humana. El agua sigue sin llegar a La Pampa, porque Mendoza no cumple ningún fallo judicial al respecto.

Tamaña situación convierte a los ciudadanos involucrados en seres de primera y de segunda categoría. Los ciudadanos de primera acceden al agua por proximidad al origen del recurso, los de segunda sufrimos las consecuencias de la apropiación indebida de ese cauce por parte de los primeros. Esa desigualdad de acceso al agua es subsanable con voluntad humana y política.

Entre los falaces argumentos mendocinos esgrimidos para negarnos el agua, mencionan la baja del caudal en determinados momentos del año y la falta de obras de riego en nuestra provincia para recibir ese caudal y hacerlo productivo. Ambas son erróneas.

Mendoza no puede seguir regando por derrame o inundación sus campos, cuando podría optimizar su uso por aspersión o goteo, y de esa manera el agua alcanzaría para todos. Respecto a las obras reclamadas en nuestro oeste, éstas no se han ejecutado porque jamás tuvimos la certeza de que el cauce solicitado a Mendoza desde La Pampa sea continuo. Mendoza inunda o desertifica el oeste pampeano cuando quiere, según su conveniencia.

En un mundo con serios problemas ambientales, afectando gravemente todos los aspectos de la vida –flora, fauna, recursos naturales-, las políticas públicas de los Estados deberían pasar de la proclama a la acción, garantizando –en este caso- el acceso igualitario a un bien tan preciado como el agua dulce, catalogado internacionalmente como un derecho humano inalienable.

Los pampeanos y pampeanas somos menos de medio millón de habitantes, pero tenemos absolutamente claro que no descansaremos hasta ver el cauce del rio Atuel surcando nuestro territorio, sin mezquindades mediante. El agua es de todos y de todos la lucha por su acceso y cuidado.

Y acá va mi pedido, querida “Pampita”, con todo respeto y cariño. La trascendencia mediática de tu figura a nivel nacional es innegable, sos un ícono de la belleza pampeana y un orgullo para nosotros tu pertenencia a esta tierra. Tu solo involucramiento en la temática -desde el lugar de tu profesión que vos desees hacerlo, mención mediática, campaña fotográfica, posteos en redes etc.-, nos ayudaría muchísimo a dar a conocer esta catástrofe a nivel nacional. Roxana Carabajal, esa querida cantante santiagueña, ya ha manifestado su apoyo a la causa del Atuel en diversos festivales provinciales y nacionales.

Lejos de cualquier bandería política, la protección del recurso hídrico es un desafío que hoy nos involucra a todos y todas, en defensa de las generaciones venideras. Si cada uno de nosotros aportara sus dones, capacidades e influencias en defensa de causas que hacen al bienestar común, el mundo sería un lugar más justo y menos doloroso. Te invito a sumarte con nosotros a ésta lucha compartida, necesaria y permanente, porque como decimos en La Pampa: “EL RIO ATUEL TAMBIEN ES PAMPEANO”, tan pampeano como vos…

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