Las PASO ofrecerán la foto más fidedigna de lo que podría suceder en la elección de octubre con la distribución de las bancas. En Diputados, el actual Frente de Todos arriesga la mayor cantidad de escaños. La pelea más reñida será en el Senado. Números y perspectivas.
Sea quien sea el próximo presidente, se enfrentará a un escenario verdaderamente desafiante en el Congreso Nacional para conseguir las leyes que necesite. Es que ninguna fuerza política tendría el quórum propio, aunque Juntos por el Cambio tiene posibilidades de quedarse con la primera minoría en la Cámara de Diputados y disputarla en el Senado.
Las PASO del domingo ofrecerán la foto más fidedigna de lo que podría suceder en la elección de octubre con la distribución de las bancas. Allí se elegirán 130 diputados nacionales de todos los distritos, y 24 senadores nacionales por ocho provincias: Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz.
En Diputados, donde las bancas se reparten por sistema D’Hont, se renueva la elección de 2019, cuando el recién constituido Frente de Todos ganó la Presidencia. El escenario ahora es muy distinto, puesto que ya no se trataría de una elección polarizada, sino de tercios, por la irrupción del libertario Javier Milei.
En aquellos comicios, Alberto Fernández recibió el 48,2% de los votos, y Mauricio Macri, el 40,2%. No hubo segunda vuelta. Hoy, prácticamente ningún sondeo les da a las dos principales fuerzas el mismo porcentaje que hace cuatro años y todo indica que habrá balotaje.
Por eso es que, en Diputados, el desafío más grande lo enfrenta el actual Frente de Todos, que expone 68 de sus 118 bancas actuales. Juntos por el Cambio, en tanto, arriesga 55 escaños de un total de 116. Si se concreta el mapa de tercios, ambos espacios perderían bancas.
En un escenario tripartito estricto, similar al que se dio en la primera vuelta de 2015, Unión por la Patria quedaría con unos 103 diputados, y Juntos por el Cambio con unos 114, mientras que Milei tendría alrededor de 21. Son números que circulan en algunos despachos de la principal oposición. Otros cálculos más austeros le atribuyen a la alianza opositora unos 105 legisladores.
Más allá de los números finos, todavía prematuros, es muy probable que, independientemente de quién sea el próximo presidente, ninguno de los dos principales espacios tenga el quórum propio de 129. El futuro oficialismo se verá obligado a negociar con el bloque de Milei, o bien con las fuerzas provinciales, como los oficialismos de Córdoba, Misiones y Río Negro.
Los votos “de oro”
El espacio que lleva todas las de ganar es La Libertad Avanza, porque tanto Milei como su compañera Victoria Villarruel asumieron en 2021, es decir que tienen mandato por dos años más. El Frente de Izquierda está en la misma situación, porque sus cuatro miembros siguen hasta 2025.
“Prevemos que el próximo Congreso esté conformado principalmente por dos grandes bloques dominantes, Unión por la Patria y Juntos por el Cambio. A su vez, se espera que crezcan en representación las bancadas más radicales e intransigentes de Diputados, como La Libertad Avanza y el Frente de Izquierda”, analizó Leandro Domínguez, director de Análisis Político de la Fundación Directorio Legislativo.
El especialista afirmó a este medio que “en ese contexto, es probable que los partidos alineados a los gobernadores o integrantes de una porción de peronismo disidente disminuyan en representación en términos matemáticos. No obstante, en términos políticos su relevancia legislativa aumentará”.
“En un escenario en donde ni Juntos por el Cambio ni Unión por la Patria tendrían quorum propio, combinado con el crecimiento de los espacios más radicales o intransigentes, esos partidos alineados a la representación local o provincial serán una de las claves para destrabar el funcionamiento del próximo Congreso”, evaluó Domínguez.
Actualmente hay dos bancadas “federales” que ponen en juego la mitad de su representación. Son el Interbloque Federal, encabezado por el bonaerense Alejandro “Topo” Rodríguez, que arriesga 4 de 8 bancas; y Provincias Unidas, liderado por el rionegrino Luis Di Giácomo, que expone 2 bancas de un total de 4.
Senado
En la elección de senadores no hay medias tintas: se reparten tres bancas por provincia, dos para la agrupación política que obtenga la mayor cantidad de votos, y una para la que resulte segunda. Se renuevan las 24 bancas que se repartieron en la elección legislativa de 2017, que ganó Juntos por el Cambio.
Esta promete ser la batalla más reñida, porque el Frente de Todos y Juntos por el Cambio hoy están separados por apenas dos bancas de diferencia, y arriesgan 9 el primero (más dos aliadas) y 11 el segundo. En otras palabras, hay probabilidades de que el tablero se mantenga muy similar al actual, con dos fuerzas que pelearán la primera minoría, de las cuales ninguna llegaría por sí sola al quórum de 37.
El interbloque oficialista, al mando de José Mayans (quien busca renovar mandato) hoy tiene 31 integrantes y necesitaría sumar 6 más para llegar a la mayoría propia. Juntos por el Cambio, en tanto, tendría que sumar 4. Ambos espacios podrían también acercarse al número con el apoyo de partidos provinciales que se acomodan según el oficialismo de turno.
Una de las claves está en la provincia de Buenos Aires, donde en 2017 la lista encabezada por Esteban Bullrich venció a la de Cristina Kirchner. Por eso el PRO pone en juego dos bancas y el kirchnerismo una. Si Unión por la Patria retiene la gobernación bonaerense con Axel Kicillof, es probable que el arrastre lo favorezca y termine recuperando la banca perdida hace seis años, logrando así el desembarco del actual ministro Eduardo “Wado” De Pedro junto a Juliana Di Tullio.
Otras dos provincias fundamentales para el actual oficialismo son La Rioja y Misiones, porque allí vencen mandato dos socias fieles: la riojana Clara Vega, muy identificada con el precandidato presidencial Sergio Massa; y la misionera Magdalena Solari Quintana, del Frente de la Concordia Misionero, el partido que gobierna la provincia y fue revalidado en las urnas.
El peronismo retendría la mayoría en Formosa, donde el gobernador Gildo Insfrán volvió a ganar cómodo. Pero hay incertidumbre en otras dos provincias donde ya ganó Juntos por el Cambio: San Juan (con Marcelo Orrego) y San Luis (Claudio Poggi). Si esos resultados se replican en octubre, podrían darle a la coalición opositora dos bancas más.
Además, se espera que Juntos por el Cambio retenga la mayoría en Jujuy, provincia que seguirá gobernando. El mapa se completa con Santa Cruz, donde la mayoría hoy la tiene Juntos por el Cambio. La provincia elegirá gobernador el mismo día que las PASO nacionales, con Ley de Lemas.