El oficialismo padece las consecuencias de haber perdido el quórum propio en febrero. Se frustraría el nombramiento de una jueza clave en la Cámara de Casación. Diputados registró una marca apenas mejor, con tres sesiones para aprobar proyectos hasta el momento.
El Senado se encamina a batir uno de los peores récords en materia de actividad legislativa: el Frente de Todos solo logró sesionar una vez para tratar leyes en todo el primer semestre y tampoco volvería a reunirse antes de las PASO, con lo cual se frustraría el nombramiento de una jueza clave para el kirchnerismo.
En la Cámara alta, que preside Cristina Kirchner, la primera mitad de 2023 registró la marca más baja en cantidad de sesiones de los últimos diez años, producto de que el oficialismo perdió el quórum propio en febrero por la fuga de cuatro senadores propios que conformaron un bloque aparte, llamado Unidad Federal, junto a la schiarettista Alejandra Vigo.
Como consecuencia, hasta el momento hubo una sola sesión ordinaria el 13 de abril, donde se aprobaron nueve proyectos y pliegos judiciales, y una segunda informativa a cargo del jefe de Gabinete, Agustín Rossi. El oficialismo convocó en otras dos oportunidades, pero ambas fracasaron porque la oposición vació el recinto.
De esa manera, el Senado quedó muy lejos del promedio de la última década, ubicado en 7,4 sesiones en los primeros seis meses del año. Un ejemplo en contrario es el de 2020, año no electoral: en plena pandemia, con sistema remoto y una composición política distinta, el Senado pudo realizar siete sesiones en ese mismo lapso.
Algunos de los nueve proyectos que aprobó el Senado en su única sesión ordinaria son la ley de alcohol cero al volante, la eliminación del trámite de fe de vida para jubilados, el reconocimiento de la lengua de señas, la ley de enfermería y un programa nacional de cardiopatías congénitas.
Pliego clave
El 12 de julio pasado, el oficialismo intentó sesionar para tratar una serie de pliegos judiciales, entre los que se encontraba el de la jueza Ana María Figueroa para la estratégica Cámara de Casación Penal. La magistrada, señalada como cercana al kirchnerismo, cumple 75 años el 9 de agosto, y si no se le prorroga el mandato deberá jubilarse.
Aquella sesión se frustró por la ausencia de dos senadores de Unidad Federal que quebraron a último momento su compromiso de asistir, el jujeño Guillermo Snopek y el entrerriano Edgardo Kueider, sumados al aliado oficialista Alberto Weretilneck, gobernador electo de Río Negro.
En los últimos días el Gobierno hizo gestos hacia Snopek: intervino el Partido Justicialista de Jujuy, como pedía el senador, y permitió que la lista que lo lleva como candidato a diputado pueda acoplarse a la boleta de Sergio Massa, después de que la Junta Electoral de Unión por la Patria la hubiera “desenganchado” tras la sesión fallida.
No obstante, Kueider y Weretilneck se resisten a participar de una sesión la semana próxima por distintos motivos, por lo que el pliego de Figueroa corre peligro de naufragar y su lugar en el tribunal (que tiene en sus manos causas sensibles para la vicepresidenta, como Hotesur-Los Sauces y memorándum con Irán) podría quedar vacante.
En el caso de Kueider, viene reclamando sin éxito que avance su proyecto de reducción de la tarifa eléctrica en Entre Ríos y provincias del Norte. “Mi posición sigue siendo la misma y no va a cambiar bajo ninguna circunstancia”, dijo el legislador al portal Parlamentario.
“Mi posición sigue siendo clara y contundente al respecto y nada la va a cambiar. Si la ley de tarifas no está en tratamiento y no se trata y se aprueba, yo no voy a brindar apoyo para ninguna otra iniciativa que no sea de interés general o de interés de las provincias y no solo del poder central”, se plantó.
En este escenario, Weretilneck no quiere ser quien termine garantizando el quórum. “Hay muy pocas chances de que dé quórum. Depende del temario. Nosotros vamos tema por tema, acompañamos lo que favorece a Río Negro y al interior profundo, y rechazamos lo que no”, remarcaron en el entorno del mandatario electo.
Diputados
La Cámara de Diputados tuvo un desempeño apenas algo mejor que el Senado: realizó dos sesiones para tratar leyes en el primer semestre, cuando el promedio de la última década es de 5,6, y en julio sumó una más. Es decir que fueron tres desde que comenzó el período ordinario, a las que se suman dos informativas del jefe de Gabinete. Cinco en total.
A diferencia del Senado, el Frente de Todos, con Cecilia Moreau y Germán Martínez a la cabeza, logró consensuar temarios con la oposición: se aprobaron, por ejemplo, los proyectos para deudores de créditos UVA y creación de juzgados y fiscalías en la provincia de Santa Fe (este último también tuvo aval del Senado).
No obstante, en la última sesión, Juntos por el Cambio, otros bloques de la oposición e incluso aliados oficialistas lograron imponer la convocatoria a una nueva sesión para tratar la reforma o la derogación de la ley de alquileres, que el Frente de Todos defiende, al menos en los puntos más conflictivos.
Esa sesión está pedida para el 23 de agosto y, aunque será después de las PASO, Juntos por el Cambio busca llevar agua para su molino en un tema sensible para el electorado. En las próximas semanas, el interbloque intentará acercar posiciones con las demás fuerzas para aprobar un proyecto en común.
Por lo pronto, la próxima fecha importante es el próximo martes, cuando volverá a reunirse la Comisión de Juicio Político para seguir escuchando testimonios en el marco de la investigación por presunto mal desempeño de los cuatro jueces de la Corte Suprema de Justicia. En este caso, se analiza el fallo que favoreció a la Ciudad de Buenos Aires con los giros de fondos coparticipables.
La del martes es una de las jornadas más esperadas, porque fueron citados el exministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, y el asesor de Horacio Rosatti, Silvio Robles, los dos protagonistas de los chats filtrados donde surgiría un supuesto acuerdo entre la Corte y el gobierno porteño en torno a los fallos judiciales.