Desde Hacemos Unidos por Córdoba especulan con seducir a algunos opositores. En Juntos por el Cambio advirtieron que el PJ “está preocupado y a la pesca”.
Aunque de un modo bastante sigiloso, el oficialismo provincial ya comenzó a trabajar en el llamado “operativo cuórum”, en un intento para que en la Legislatura de Córdoba Hacemos Unidos por Córdoba cuente con una mayoría legislativa que le permita otro oxígeno legislativo al gobernador electo Martín Llaryora.
El empate en las bancas entre Hacemos y Juntos por el Cambio, con 33 escaños para cada una de estas fuerzas políticas, inquieta al oficialismo. Esta semana el vicegobernador y quien fuera jefe de campaña, Manuel Calvo, reiteró los dichos de Llaryora: “Será una Legislatura de consenso y mucho diálogo”.
Esta paridad en las bancadas es lo que obligará a Llaryora a una estrategia legislativa prácticamente quirúrgica. En esto hay varias alternativas que podrían comenzar a ensayarse bastante antes del 10 de diciembre, cuando quede conformado el nuevo cuerpo legislativo.
Esa conformación tendrá a un bloque oficialista impedido de alcanzar el cuórum (de 36 legisladores) y muy por debajo de la constitución actual, con un bloque con 49 parlamentarios de Hacemos por Córdoba.
Sobre este escenario es que el oficialismo traza algunas alternativas para superar la composición de los 33 legisladores de Juntos por el Cambio, bloque compuesto por radicales, juecistas, del PRO y de la Coalición Cívica-ARI.
El PJ alberga la esperanza de que pueda darse una separación si Juntos se conforma como un interbloque y Hacemos logra acercase a algún legislador opositor “más dialoguista”.
Esa es una primera opción, por ahora, analizada por Hacemos Unidos. Aunque descuentan que también habrá una estrategia más permanente, “de trabajo de hormiga”, en las que el PJ buscará captar el voto de los legisladores de Juntos por el Cambio para proyectos ley puntuales.
Este trabajo que algunos legisladores de Hacemos comenzaron a denominar en las últimas horas como “operativo cuórum” busca tener “diálogo” con algunos legisladores departamentales electos de la oposición, a los efectos de destrabar el inicio de las sesiones. En el reparto de bancas por los distritos departamentales, Hacemos y Juntos por el Cambio también quedaron empatados con 13 departamentos cada uno.
En la conformación actual, el oficialismo tiene 25 escaños de los 26 departamentos; mientras que Juntos por el Cambio sólo ocupa la de Pocho.
Para algunos legisladores oficialistas, la puerta de una negociación se podría dar con algunos de estos 13 opositores, ya que aseguraron que rechazar leyes que beneficien a sus regiones no les sería conveniente. Y para esto, pusieron ejemplos.
“Todavía es muy temprano para hablar de esto, pero yo me pregunto cómo harán los legisladores departamentales. Si se aprueba la ampliación de un radio urbano y no hay cuórum, ¿van a dejar de votar algo para su pueblo? Si ellos no lo aprueban, no tienen el radio y cómo vuelven después a sus departamentos”, se preguntó una legisladora oficialista.
Departamentales, el objetivo
“Los legisladores departamentales trabajan con la escuelita, el hospital, la Policía Rural. Este año no aprobaron las patrullas de la Policía Rural, esto ya no lo podrán hacer”, confió la misma legisladora, que adelantó que se avecinará un constante espacio de negociación.
En la mirada de otro dirigente de la alianza oficialista, con línea directa con Llaryora y Calvo, contar con el cuórum no pasará por “romper” el bloque de Juntos. En su visión, un posible interbloque de Juntos por el Cambio tendrá divisiones con las que el PJ podrá negociar. Y también dio algunos ejemplos.
“Los legisladores departamentales electos, muchos de ellos son intendentes que no pudieron ir por la re-reelección, que están acostumbrados a gestionar, al protagonismo y ahora pasarán a tener una oficina legislativa y tres banderas para regalar en sus departamentos, nada más”, dijo la misma fuente.
Aunque también trazó otro análisis más especulativo. “Juntos por el Cambio fue una alianza electoral, no de gobernabilidad. Hay muchas formas de tener mayorías, qué pasa si el schiarettismo le recuerda su apoyo en 2015 al PRO, qué pasa si alguna vez se ausentan de la sesión”, volvió a preguntarse la misma fuente.
Desde Juntos por el Cambio también comenzaron a dialogar acerca de la pelea por la paridad legislativa y por los intentos que saben llegarán desde el oficialismo para captar votos. “No les será fácil, tampoco se la haremos fácil a Prunotto (vicegobernadora electa)”, dijo un radical al advertir que no olvidan su incorporación a Hacemos desde Radicales Auténticos.
“Sabemos que ellos (por el PJ) están a la pesca, pero quien se mueva tendrá que dar explicaciones. Esto se potenciará o no después de las elecciones municipales”, sentenció otra legisladora radical, en una pelea que promete una puja segura desde del 10 de diciembre.
Todos recalcan que hay un dato que marcará la diferencia en la actitud de la oposición: si Rodrigo de Loredo gana la Intendencia, surge un proyecto de poder provincial y la oposión será más combativa. Si pierde, crecen las chances de que Juntos por el Cambio esté más dispuesto a negociar.