24 de abril de 2024

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Julio Cobos, a 15 años del conflicto por la 125: “Algunos consideran que la grieta comenzó ahí”

Julio Cobos. - Marcelo Rolland /  Los Andes
Julio Cobos. - Marcelo Rolland / Los Andes

El actual diputado y entonces vicepresidente de la Nación dialogó con este medio sobre los días previos y posteriores a la votación que terminó desempatando. “La paz social estaba en juego”, recuerda. Cómo analiza la relación con el campo y qué propondría para el próximo gobierno.

“Que la historia me juzgue. Pido perdón si me equivoco. Mi voto no es positivo”. Autor de una frase que quedó grabada en la memoria colectiva, Julio Cobos dialogó con este medio sobre los días previos y posteriores al desempate en el Senado, que hizo caer la controvertida resolución 125 de retenciones móviles al campo.

“Estuvimos al borde de un estallido social. La paz social estaba en juego, y eso fue lo que me llevó a mi a votar de esa forma”, recordó Cobos a 15 años del lanzamiento de la medida, y agregó que “algunos consideran que la famosa grieta comenzó ahí, con el conflicto con el campo”.

Además, el legislador radical considera que desde ese entonces la relación con el sector “no ha cambiado mucho” y enumera las propuestas para el próximo gobierno.

¿Qué recuerdo tiene de aquellos días?

Fue una situación compleja que duró muchos días. Quizá lo que más me quedó grabado a fuego fue el momento de la votación, de tener que desempatar. Pero también fueron importantes para mi ciertas imágenes y sucesos que acontecieron previamente. Yo le advertí a Alberto Fernández, que entonces era jefe de Gabinete, que (Luis) D’Elia estaba marchando a la plaza donde estaba la gente del campo, y terminó como terminó, con una trompada de D’Elia a uno de los productores. También me acuerdo que cuando detuvieron a (Alfredo) De Angeli, yo llamé a la presidenta (Cristina Kirchner) para pedirle explicaciones sobre lo que estaban haciendo, y quedamos en que yo hablaba con la gente del campo para apaciguar los ánimos. Ese mismo día fue cuando yo expresé que había que convocar al diálogo y que tenía que intervenir el Congreso. Ese fue el primer cimbronazo, porque lo hice sin consultar a nadie, y al día siguiente (Miguel) Pichetto y (José) Pampuro fueron a mi oficina a preguntar por qué no lo había consultado. Yo les contesté que si les consultaba a ellos, seguramente me iban a responder que lo tenía que consultar con el Ejecutivo, con la presidenta, y yo asumí esa responsabilidad. Días más tarde, Alberto Fernández me llamó para que fuera a la Casa Rosada porque Cristina iba a anunciar que mandaba la resolución al Congreso. Se mandó al Congreso y yo pensé que habíamos encontrado la solución, pero lo cierto es que después no se podía modificar ni un punto ni una coma. Yo convoqué a gobernadores con el afán de encontrar una salida. Vinieron solo tres (Alberto Rodríguez Saá, Hermes Binner y Juan Schiaretti), más allá de que yo hablé con cada uno de los gobernadores y todos estaban de acuerdo en encontrar una solución, pero no fueron. Todo se fue dando hasta desembocar en el empate.

Cobos desempató la votación en el Senado con el famoso "voto no positivo" (Archivo)
Cobos desempató la votación en el Senado con el famoso "voto no positivo" (Archivo)

¿Y cómo vivió los días posteriores a la votación? ¿Cómo analiza el impacto político que tuvo?

Tuvo mucho impacto político y social. En lo social se calmaron los ánimos y el país se tranquilizó, porque estuvimos al borde de un estallido social. La paz social estaba en juego, y eso fue lo que me llevó a mi a votar de esa forma: rutas cortadas, supermercados vacíos, actos de un lado y del otro. En lo político, obviamente yo pedí una reunión con la presidenta para ver si podíamos encauzar la relación y dar vuelta la página. Ella no quiso; solo dijo que íbamos a tener una relación institucional. Así que me dediqué a presidir el Senado y la reemplacé los 184 días en que ella no estuvo en el país, sin ningún tipo de inconvenientes, más allá de las presiones y los mensajes que cada tanto aparecían. Se hacía muy difícil para mi, pero yo había asumido el compromiso de terminar como correspondía. Ya habíamos tenido la situación de la renuncia de un vicepresidente, “Chaco” Álvarez, con lo que eso implicó para el gobierno de (Fernando) De la Rúa. Entonces yo resistí en mi lugar hasta el último día.

Un hecho bisagra

Cobos viene de recorrer junto al titular de la UCR y gobernador jujeño, Gerardo Morales, la feria Expoagro, en la localidad bonaerense de San Nicolás. “El tema (de la 125) siempre está fresco en toda la gente, sea o no sea del campo”, comenta el diputado.

Cobos recorrió Expoagro junto al titular de la UCR y gobernador jujeño Gerardo Morales (Prensa Julio Cobos)
Cobos recorrió Expoagro junto al titular de la UCR y gobernador jujeño Gerardo Morales (Prensa Julio Cobos)

¿Fue un antes y un después?

Algunos consideran que la famosa grieta comenzó ahí, con el conflicto con el campo, con la división entre la presidenta y el vicepresidente. Y después se fue traspolando a otras áreas, como los medios de comunicación. Siempre un adversario para poner del otro lado. Esto subsiste y se ha trasladado a gran parte de la sociedad también. Deberíamos terminar con la famosa grieta y que reine la tolerancia, el respeto y la pluralidad de opiniones.

Usted convive en el mismo espacio político que Martín Lousteau, quien ideó la 125, ¿lo vive como una contradicción?

No. Él fue el que renunció, y según él me comenta, la propuesta de (Guillermo) Moreno era peor y que por eso insistía con esa propuesta intermedia. Incluso después, en 2014, recorrimos juntos Expoagro. Tampoco vivo como una contradicción convivir con Miguel Pichetto, que fue el que me negó la posibilidad de un cuarto intermedio en el momento de la votación.

En Expoagro, Morales y Cobos propusieron "ordenar el Estado" para luego bajar las retenciones (Prensa Julio Cobos)
En Expoagro, Morales y Cobos propusieron "ordenar el Estado" para luego bajar las retenciones (Prensa Julio Cobos)

¿Cuánto cambió la relación entre el gobierno y el campo desde entonces hasta hoy?

No ha cambiado mucho, porque siempre está el amague de aumentar las retenciones, o a veces es una de cal y una de arena. Ahora apareció el ministro de Economía (Sergio Massa) con esto del dólar soja, pero no por un convencimiento de una política de gobierno, sino por una necesidad de fortalecer las reservas. El oficialismo actual ha considerado al sector como un adversario, sin tener en cuenta que es uno de los sectores que más aporta para tener una balanza comercial positiva y aumentar las reservas por los dólares que generan las exportaciones y los recursos que generan los derechos de exportación.

¿Cuál debe ser la propuesta del próximo gobierno para el campo?

Lo manifestó Gerardo Morales. Para poder bajar las retenciones, nuestra propuesta es ordenar el Estado. Hay casi medio centenar de empresas públicas y fondos fiduciarios que son un embudo por donde se van casi seis puntos del PBI. Para eso hay que ordenar el Estado, modificar la estructura burocrática, la cantidad de ministerios (tener no más de ocho o diez ministerios) y descentralizar los recursos hacia las provincias para que el Estado nacional se concentre en lo que se tiene que concentrar, que es sanear la economía, combatir el narcotráfico, las relaciones exteriores, la defensa y velar por la calidad educativa. También, por la sequía y el cambio climático, tenemos que implementar un seguro agrícola. En Mendoza lo tenemos implementado por la helada y el granizo. Y otro tema donde Mendoza puede aportar mucho es en el riego complementario. Hoy toda la zona núcleo tiene un millón de hectáreas con riego complementario, que toma agua de las napas que están muy bajas. Si al campo le damos inflación de un dígito, un dólar unificado, y combatimos con ingeniería la naturaleza, el campo va a decir “gracias” y solo quedaría bajar las retenciones en forma gradual.

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