En junio se incrementó en casi U$S 5.000, en su mayor parte por nuevas colocaciones en el mercado local. Durante la administración de Alberto Fernández, aumentó más de U$S 80 mil millones.
La deuda pública de la Argentina ascendió a U$S 403.809 millones, luego que en junio se incrementó en U$S 4.960 millones, variación que principalmente se explica por las nuevas colocaciones que se realizaron en el mercado local.
De esta forma en el primer semestre del año el pasivo del país aumentó en U$S 7.254 millones, según los datos que publicó este lunes la Secretaría de Finanzas, del Ministerio de Economía.
En consecuencia, durante la administración de Alberto Fernández iniciada en diciembre de 2019 la deuda pública de la Argentina aumentó en U$S 80.744 millones, casi el doble del préstamo que le otorgó el Fondo Monetario Internacional (FM) al gobierno de Mauricio Macri y que hoy es objeto de una ardua renegociación.
Este incremento es la contrapartida en números del discurso que se escucha al final de cada operación de la secretaría de Finanzas: la frase “financiamiento neto” que se presenta como un “apoyo del mercado” o “capacidad de Economía para conseguir fondos o refinanciar deuda” no es más que un aumento de la deuda, que en los últimos años lejos está de disminuir, sino que a lo sumo cambia de acreedor.
Para convencer a los inversores (bancos, compañías de seguros y fondos de inversión), la dependencia a cargo de Eduardo Setti se ve obligada a convalidar altos rendimientos u ofrecer garantías. Para este último caso los menús que se ponen a disposición tienen un recurso difícil de rechazar: elegir la amortización ajustada por inflación o por tipo de cambio oficial, lo cual limita el riesgo de los inversores a cambio de una ampliación del rojo estatal.
Según precisó Finanzas, el alza de U$S 4.960 millones se explica por la combinación de “una baja de la deuda en moneda extranjera en U$S1.852 millones y un aumento de la deuda en moneda local por un monto equivalente en dólares de U$S 6.812 millones”.
De los US$ 403.809 millones de deuda, el 72% está en títulos públicos, el 19% en manos de acreedores externos oficiales (organismos multilaterales y FMI, entre otros), un 4% en Letras del Tesoro y otro 4% en adelantos transitorios del Banco Central.
La deuda computada con el FMI en la planilla oficial de la Secretaría de Finanzas es de U$S 40.220 millones, tras caer unos U$S 2.600 millones por el pago realizado en junio con DEGs y yuanes. En consecuencia, la deuda con el organismo es menos del 10% del total del pasivo de la Argentina.
En su discurso de esta tarde, la presidenta Cristina Fernández, subrayó que los argentinos tiene en el exterior activos por casi U$S 430.000 millones.
Detalles
Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso Nacional (OPC) precisó que en junio se realizaron colocaciones de bonos y letras del Tesoro por el equivalente a U$S 38.170 millones. En tres licitaciones se colocaron instrumentos pagaderos en pesos por un total en valor efectivo (VE) de $ 9.017.678 millones (equivalentes a valores nominales U$S 37.588 millones), de los cuales $ 7.263.597 millones se emitieron por un canje voluntario de bonos duales, bonos U$S linked, bonos en pesos ajustables por CER, LEDES y LECER con vencimiento entre junio y septiembre.
Esta fue una de las operaciones que le permitió al gobierno despejar los vencimientos que se habían concentrado previo a las elecciones PASO y se habían convertido en una amenaza, pero a cambio se les concedió todo tipo de garantías a los bancos.
Por otra parte, “durante el mes se registraron colocaciones netas de Adelantos Transitorios (AT) por $ 688.000 millones, con lo cual el stock aumentó a $ 4,15 billones. Así, el financiamiento del Banco Central al Tesoro durante el primer semestre del año acumuló $1.358.000 millones”, indicó OPC. Esta transferencia resulta otra de las metas incumplidas del acuerdo con el FMI
A su vez, en junio se cancelaron intereses por el equivalente a U$S 497 millones, de los cuales 53% fueron en moneda extranjera.
A su vez, desde organismos multilaterales se recibieron desembolsos por U$S 658, mientras que el FMI negó el correspondiente a la quinta revisión del acuerdo, que en caso de haberse ejecutado hubiese engrosado la deuda pública en otros U$S 4.000 millones.