El candidato a presidente por La Libertad Avanza se mantiene firme en las encuestas, aunque las buenas proyecciones no impactaron en las primeras elecciones provinciales. Cristina Kirchner lo subió al ring con la esperanza de complicar a JPC, donde el fenómeno del libertario divide las aguas.
El diputado nacional y aspirante presidencial por La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, se convirtió en un factor que desconcierta y condiciona por igual a los referentes de la coalición oficialista Frente de Todos (FDT) y de la opositora Juntos por el Cambio (JPC). El economista demostró capacidad para canalizar el creciente malestar social pero también para instalar discusiones en la agenda del debate público, como recientemente sucedió con su propuesta de dolarización.
La figura de Milei mantiene un protagonismo sostenido en las encuestas, donde se consolida como el candidato presidencial con mayor intención de voto para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). En los sondeos de opinión, entre el 20 y el 30% de los consultados asegura que votará por el liberal en esa primera ronda electoral.
Otro dato llamativo que arrojan las consultoras es que el provocador “anti-establishment” ya promete romper el modelo de bicoalicionismo que caracterizó las últimas contiendas electorales en la Argentina y restituir la lógica de los tres tercios.
“La paridad entre Juntos por el Cambio, el Frente de Todos y La Libertad Avanza de Javier Milei se encuentra ya casi en un triple empate técnico”, indicó el último informe de Zuban Córdoba.
En rigor, los resultados de los recientes comicios provinciales permitieron constatar que, por ahora, el de Milei es un fenómeno individual que sólo podría impactar en la disputa nacional. Las urnas expusieron que el clamor libertario no hizo mella en Neuquén, Río Negro y La Rioja donde el referente nacional bendijo las candidaturas a gobernador de Carlos Eguía, Ariel Rivero y Martín Menem, respectivamente.
Eguía se quedó apenas con el 8,23% de los votos, mientras que Rivero alcanzó el 9,33%. La mejor performance la tuvo Menem, que consiguió acercarse al 16%, aunque todos quedaron muy relegados. En el caso de Jujuy, Cecilia García lideró la alianza que surgió de un acuerdo con los libertarios, pero tuvo un paupérrimo desempeño y logró sólo el 3,3% de los votos.
Está claro que a Milei le falta estructura territorial y que por ello quedó obligado a construir alianzas endebles, lo que también supone un riesgo, tal como lo señaló el politólogo Andrés Malamud. “Milei no tiene condiciones de gobernabilidad democrática porque, aunque haga la mejor elección del mundo, va a tener menos de un tercio en el Senado y menos de un tercio en Diputados. Y enfrente está la casta, así que, aunque elija a unos muy poquitos, no va a llegar al tercio”, repasó Malamud.
“En Argentina para gobernar hay que ponerse de acuerdo y él rompió todos los puentes para ponerse de acuerdo. En hiper minoría no se gobierna en este país democráticamente. Autoritariamente, en hiper minoría alcanza con uno”, completó.
Pero los contrastes a Milei no son suficientes para subestimar su poder electoral de cara a las elecciones presidenciales, sobre todo, porque el liberal se convirtió en una variable presente en cada movimiento del FDT y de JPC. A saber, para el oficialismo el liberal anti casta política se convirtió en una amenaza, pero en la oposición existen vertientes cruzadas y muchos buscan capitalizar los atributos del outsider para materializar las demandas de los sectores más enardecidos.
Con Mauricio Macri fuera de la contienda presidencial, la propia Cristina Kirchner decidió subirlo al ring a Milei al cuestionar sus propuestas para dolarizar la economía. “Esos mamarrachos que andan diciendo que la casta tiene miedo, ¿de qué tiene miedo? Si nunca te pasó nada, hermano. ¿Qué me venís a joder, de donde te tenemos miedo, caraduras?”, lanzó la Vicepresidenta que mantiene vivas las expectativas de aquellos que la reclaman como candidata.
En respuesta, el liberal dijo que la ex presidenta está “aterrada” por el crecimiento de LLA porque, evaluó, los “grandes perdedores” son los del FDT que “de estar en registros cercanos al 50%, están debajo del 25″. “Y no ha habido gran crecimiento por parte de JPC, así es que está claro qué es lo que está sucediendo”, completó.
En el FDT, donde predominan las diferencias y las tensiones impiden la definición de una estrategia electoral común, la cuestión Milei es una causa común también porque en la amenaza encuentran la oportunidad para carcomer las posibilidades de los aspirantes de JPC.
El politólogo Lucas Romero repasa esa situación al mencionar que las ofertas opositoras “se han equilibrado” y que JPC quedó “lejos de ganar en primera vuelta por el crecimiento de Milei”. “El 33% de los votantes de Milei son votantes que en 2021 se inclinaron por JPC., mientras que el 10% fueron del FDT. Milei ha crecido predominantemente con votantes de JPC”, precisó el director de la consultora Synopsis.
Esa circunstancia es, tal vez, la que instala distintas posiciones en JPC respecto a las consignas que promueve el libertario y se vuelve capital en la disputa interna por la candidatura presidencial. Macri y Patricia Bullrich no disimulan sus afinidades con Milei y hasta ensayaron la posibilidad de acercamientos a pesar del rechazo que predomina en otros referentes de la coalición como Horacio Rodríguez Larreta, el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) Gerardo Morales y la líder de la Coalición Cívica (CC) como Elisa Carrió.