Buscan que estén el uñaquismo y el orreguismo. Temen que el cambio de mando retrase desembolsos en un contexto tan inflacionario como el actual.
Las empresas nucleadas en la Cámara de la Construcción de San Juan buscan armar una mesa de diálogo con el Gobierno que se va y el que viene, para que la burocracia estatal por el cambio de mando no las perjudique. El temor que hay en el sector es que los pagos por las obras públicas que hay en ejecución se demoren y que la aceleración de inflación hacia fin de años les licúe parte de la rentabilidad.
El planteo lo hicieron en un encuentro que mantuvieron con el actual gobernador, Sergio Uñac, y se lo piensan formular también el primer mandatario electo, Marcelo Orrego, en una reunión que pretenden tener con él. “Siempre cuando hay cambio de Gobierno se retrasan los ritmos y con la inflación que tenemos, eso sería muy malo para el sector”, aseguró César Borrego, el vicepresidente de la Cámara de la Construcción.
Lo que buscan los empresarios es que los funcionarios salientes y los entrantes de Obras Públicas acuerden un traspaso ordenado y “lo más ágil posible”. Entre otras cosas, los que ingresen deben completar un trámite administrativo para tener firma autorizada y sacar los certificados de avances de obra y los desembolsos por cada uno de ellos.
El tema de las demoras en los pagos es un planteo constante de las constructoras, pero en el último mes pasó a ser una preocupación más profunda. Pasa que si la inflación mensual sigue siendo de dos dígitos, por cada mes de retraso de los pagos perderán, al menos un 10% de lo que deben cobrar.
Aunque la ley establece que deberán cobrar los certificados en un plazo máximo de 60 días, no siempre pasa. Sin ir más lejos, Borrego aseguró que “hay empresas que todavía no cobran junio y otras que están esperando los pagos de julio”. Sin embargo, sostuvo que Uñac les aseguró que esos desembolsos están por salir.
Según Borrego, los retrasos podrían afectar el ritmo de las obras públicas que hay en marcha y hasta “causar la paralización de algunas y tener impacto en la mano de obra”. “Es lo último que queremos... estamos haciendo todos los esfuerzos, pero hay cosas que nosotros no podemos controlar en un contexto económico como este”.
El empresario dio por descontado que podrán encontrar un equilibrio. Recordó que Orrego tiene a la obra pública como uno de los “ejes fundamentales de su gestión”.
La obra pública, según los datos de la Cámara de la Construcción, implica el 90% de la industria en San Juan. Además, es el motor principal para sostener unos 10.500 puestos de trabajo directo que están operativos en estos momentos.