Su triunfo en la provincia tuvo una fuerte repercusión en el país. Este martes viaja a Capital Federal.
El día después, Marcelo Orrego casi que no tuvo respiro. Con la voz afectada por los festejos tras el triunfo del domingo que lo convirtió en gobernador, el líder de la oposición sanjuanina no paró de recibir llamados y atender medios de llegada nacional que lo presentaron como el dueño del “batacazo sanjuanino”. El larretismo en particular y Juntos por el Cambio en general visibilizan su victoria como símbolo de cambio, en una suerte de convite a que se extienda a todo el país pensando en las presidenciables que se avecinan.
Con la presencia de dirigentes nacionales de la talla de Horacio Rodríguez Larreta, Martín Lousteau y José Luis Espert, los festejos del orreguismo se extendieron hasta la madrugada, larga caravana incluida por distintos puntos de la ciudad. Eso dejó al sanjuanino disfónico y este lunes en la mañana le tuvieron que colocar un corticoides, según contó él mismo en una nota que brindó a Radio Sarmiento. El apuro era cumplir con las entrevistas comprometidas, las primeras como gobernador electo.
El teléfono de Orrego no paró de sonar. Familiares, amigos, empresarios, dirigentes políticos locales y nacionales, colegas del Congreso nacional, el gobernador electo de San Luis, Claudio Poggi; y el ganador de las PASO mendocinas, Alfredo Cornejo, entre otros, se comunicaron para felicitarlo. Un dato: los tres ganadores cuyanos son del mismo espacio político y quedaron en juntarse.
El presidente de Producción y Trabajo no se quiere apurar. Aunque tiene en la cabeza los nombres que conformarán su primer Gabinete, prefirió reservárselos cada vez que le preguntaron y se tomará los cinco meses que le quedan hasta asumir para repensarlos y después darlos a conocer.
Una de las frases más replicadas de su discurso del domingo fue “no me va a temblar la mano para hacer cambios”, la que repitió en cuanta entrevista dio este lunes. Además, reiteró que pondrá el esfuerzo en lograr una revolución educativa, que buscará darle funcionalidad a los hospitales públicos, que priorizará gastos en función del estado de las cuentas públicas, que su administración será austera y que derogará la ley de lemas.
En cada una de sus apariciones públicas, cuidó su armado electoral. Siempre se encargó de agradecerles a sus socios en el frente Unidos de San Juan, destacó el aporte que hicieron para vencer en las urnas y anticipó que tendrán lugar en el Gabinete.
Orrego habló con más de una decena de medios nacionales y otro tanto locales y hoy continuará. Tiene previsto viajar a Capital Federal para estar en programas de televisión, a lo que se suma que esta semana sesiona la Cámara de Diputados y dirá presente en el debate.
Mientras tanto, Horacio Rodríguez Larreta capitaliza el triunfo sanjuanino en su cruzada interna con Patricia Bullrich, con quien disputará la candidatura a presidente de Juntos por el Cambio en las PASO de agosto. El jefe de Gobierno porteño estuvo en primera línea en la celebración del domingo y aunque Orrego no se ha pronunciado expresamente con quién jugará, sobran las señales de uno lado y el otro y hablan por sí solas.
Si bien es cierto que ya se cuentan algunos triunfos amarillos en el interior, el del santaluceño estalló en todo el país. Los dirigentes nacionales, tanto Larreta como Bullrich (no se quiso quedar afuera y lo saludó por Twitter) y el mismo Mauricio Macri lo presentan como una síntesis de las ganas que hay en el electorado de buscar otros horizontes y destacan que el sanjuanino es uno de los mejores ejemplos, ya que sirvió para ponerle fin a dos décadas de dominio absoluto del peronismo en la provincia.