Dobladez aseguró que la demora en la atención de los hospitales del Estado es multicausal y esbozó varias acciones para contrarrestar el problema.
Si hay un problema al que ninguna gestión provincial le pudo encontrar solución es el de las largas filas y esperas de personas que se van a atender a los hospitales públicos. Quien fue elegido por Marcelo Orrego para ser ministro de Salud, Amilcar Dobladez, reconoció que es uno de los temas más reclamados y lo definió como una de las prioridades a atender. Aseguró que para encontrar una salida hay que hacer primero un diagnóstico y después, implementar medidas integrales que incluyen al personal, el costo de las prestaciones y la parte privada.
Según Dobladez, el problema tiene varias causales. Habló de falta de profesionales en algunas especialidades, la distribución del personal, la costumbre de obras sociales de derivar al sector público, el barato costo de las prestaciones del Estado, el régimen de residencias y los servicios médicos en la parte privada.
“No se soluciona tomando una acción, tiene que ser un plan integral que tenga muchas acciones”, aseguró Dobladez, quien al mismo tiempo advirtió que “no es un tema sencillo”. Antes que nada, el orregista aseguró que “hay que hacer un diagnóstico, para saber cuántos profesionales hay, de qué especialidades y cómo están distribuidos”.
Acerca de la posibilidad de reacomodar personal y trasladar profesionales de los hospitales Rawson y Marcial Quiroga a la periferia para descentralizar la atención, el futuro ministro dijo que “hay derechos adquiridos y la afectación a otro destino debe ser voluntaria”. Una opción, explicó, es hacerlo en forma progresiva e ir designando a los residentes en los centros de salud alejados.
Pero ahí surge otro inconveniente: muchos médicos recién recibidos deciden irse y hacer la residencia en otra provincia. Dobladez sostuvo que “hay que saber por qué se van y trabajar en la parte motivacional, para que se queden en San Juan”.
El próximo ministro de Salud asumió que a uno de los temas que ayuda a que los grandes hospitales estén saturados y que la espera de los pacientes sea muy demorosa es el accionar de algunas obras sociales. Como el valor de las prestaciones es más barata en el sector público, mandan allí a sus afiliados y no al sector privado como correspondería, con el objetivo de ahorrarse dinero.
Dobladez aseguró que habría que insistir con las gestiones ante el Consejo Federal de Educación, para que el valor de los servicios médicos en los hospitales estatales sea equiparado a los de la parte privada. Eso, evitaría la maniobra de las obras sociales que suelen tener problemas de financiamiento.
Una arista más, las clínicas y los sanatorios privados. Dobladez aseguró que hay que trabajar con ellos para que mejoren la atención y se pueda contener de mejor forma la demanda en el sector público. Por eso, dijo que una de las primeras reuniones que mantendrá cuando asuma será con las asociaciones médicas.