El cargo de presidente del Tribunal de Cuentas quedó vacante efectivamente hoy. La vice y el vocal permanente también renunciaron.
Desde hace tiempo se sabía que la presidencia del Tribunal de Cuentas iba a quedar vacante por la decisión de dar un paso al costado de Isaac Abecasis, pero nadie esperaba que se precipitara una renovación más profunda. Los diputados aceptaron este jueves la dimisión del primero y recibieron formalmente las renuncias de la vicepresidenta, Graciela Cháves, y el vocal permanente, Aldo Molina. Esos cargos se tendrán que cubrir y todavía no se sabe si lo hará el uñaquismo o si lo dejará para la próxima gestión, la que encabezará el orreguismo. La cúpula del organismo está conformada por dos vocales más que son transitorios y se deben renovar en diciembre, de acuerdo a la nueva conformación del parlamento provincial.
Abecasis había renunciado en agosto para jubilarse y los diputados le pusieron punto final al trámite con la aceptación de la dimisión. Así, el cargo de presidente del Tribunal de Cuentas ya está vacante y hay que designar un reemplazante.
Cuando todo hacía suponer que iba a ser la única baja, este jueves se supo de dos más. Fue cuando los legisladores le dieron entrada formalmente y giraron a comisión las renuncias de Cháves y Molina. La vice había sido designada en 2044 y su salida se venía mencionando como una posibilidad concreta, aunque llamó la atención que lo hiciera de un momento a otro. En el caso del exministro de Hacienda, que ingresó en 2012, fue un baldazo de agua fría.
Lo cierto es que una vez que los diputados les aceptan la renuncias, quedará todo listo para avanzar con el proceso para nombrar a los sucesores. La duda es quién lo hará: la gestión de Sergio Uñac o la de Marcelo Orrego.
Por lo pronto, en ambos sectores prefieren no revelar ninguna jugada. El tema ya generó polémica, cuando el vicegobernador electo, Fabián Martín, aseguró que el uñaquismo debería dejar las designaciones en puestos tan importantes (en alusión también a 14 cargos de juez y fiscal en la Justicia que se están concursando en la Justicia) para el nuevo Gobierno o darles participación en las mismas. El actual mandatario respondió: “No quieren participar de paritarias…, pero cuando se trata de nombrar una persona, cinco o 10, quieren tener una participación o una paralización”.
El presidente, el vice y el vocal permanente del Tribunal de Cuentas son cargos vitalicios y los designa la Cámara de Diputados a propuesta del Poder Ejecutivo. Si se inclina por avanzar, al uñaquismo no le quedaría mucho tiempo. El cambio de mando está previsto para el 10 de diciembre y en la Legislatura quedan dos sesiones ordinarias por delante, durante este mes.
A los tres cargos permanentes se suman los de vocal transitorio, que actualmente ocupan Enrique Conti por Juntos por el Cambio y Daniel Pérez Celedón por el bloquismo. Ambos corresponden a la primera y segunda minoría parlamentaria y cambian junto al traspaso de mando, por lo que también se deben renovará el mes que viene, una vez que asuma Orrego y su equipo.
La primera minoría en la próxima Cámara de Diputados será Juntos por el Cambio y la segunda, el bloquismo. Si Conti y Pérez Celdón siguen, la renovación de nombres será parcial. Si no, todas serán caras nuevas.