21 de noviembre de 2024

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Schiaretti, Larreta, Lousteau y Manes, ¿una alianza que aún es posible?

Schiaretti, Larreta, Lousteau y Manes,  ¿una alianza que aún es posible?
Otros tiempos. En marzo del año pasado, el gobernador Juan Schiaretti recibió en el Centro Cívico al diputado nacional Facundo Manes. En aquel momento, el mandatario recibió con Oscar González. Fue la primera reunión pública. Luego hubo otras privadas. (La Voz / Archivo)

Tienen coincidencias, pero no pudieron llevarlas al plano electoral, aunque siguen dialogando. Todo dependerá del resultado de las Paso. Podría haber una negociación en un eventual balotaje.

Con la confirmación de que el radical Facundo Manes apoya la precandidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta parece resurgir la posibilidad de un eventual acuerdo político más amplio con el gobernador Juan Schiaretti, en caso de haber una segunda vuelta electoral presidencial.

Hoy, en medio de la campaña para las Paso del 13 de agosto, no hay chance de consensuar. Pero, estos dirigentes, más otros de Juntos por el Cambio, coinciden en que podría haber un acuerdo político, en el hipotético caso de que Rodríguez Larreta llegue a un balotaje contra un candidato del kirchnerismo o contra el propio libertario Javier Milei.

Para que esto suceda, habrá que esperar el resultado de las primarias, y luego las generales del 22 de octubre. Aunque, por los últimos movimientos de varios dirigentes opositores, no habría que descartar un posible gran alianza opositora.

El año pasado, Schiaretti y Manes mantuvieron un par de reuniones públicas, y otras reservadas para intentar compartir un mismo espacio político.

Las conversaciones llegaron a un callejón sin salida, cuando Manes descartó abandonar Juntos por el Cambio, mientras que Schiaretti no aceptó sumarse a la alianza opositora.

Otro nombre en danza es el del radical Martín Lousteau, precandidato a jefe de Gobierno porteño, que también admitió coincidencias de visiones de país con Larreta y con Schiaretti, precandidato presidencial por la nueva alianza Hacemos por Nuestro País.

En septiembre del año pasado, Lousteau, referente nacional de Evolución Radical, corriente interna en el radicalismo nacional, junto con su armador político, el diputado nacional Emiliano Yacobitti, hicieron un sorpresivo viaje a Córdoba para reunirse con Schiaretti.

Visita sorpresa. El gobernador Juan Schiaretti recibió al senador Martín Lousteau y al diputado nacional Emiliano Yacobitti. Fue en septiembre del año pasado. (La Voz / Archivo)
Visita sorpresa. El gobernador Juan Schiaretti recibió al senador Martín Lousteau y al diputado nacional Emiliano Yacobitti. Fue en septiembre del año pasado. (La Voz / Archivo)

Los dos dirigentes radicales, que en aquel momento hasta incomodaron al propio Rodrigo de Loredo, referente local de Evolución Radical, argumentaron que vinieron a Córdoba para hablar con el gobernador, porque era un “referente de la política nacional”. Esa fue la inusual explicación.

A Schiaretti, a Rodríguez Larreta y a Lousteau hay que sumar al presidente del radicalismo, Gerardo Morales, precandidato a vicepresidente de Larreta, que hoy no comparten listas, pero todos dejaron latente un posible acuerdo político después de las elecciones generales de octubre.

¿Qué los une a estos dirigentes que vienen de distintas trayectorias e identidades partidarias?

Que la crisis es tan profunda que necesitará de un acuerdo entre distintos espacios políticos opositores para sacar al país de la encrucijada que presenta, sobre todo, la situación económica.

Gobierno de unidad nacional

El propio Schiaretti es claro y concreto cuando admite que hay chances de un gobierno de “unidad nacional”, después de las elecciones de octubre.

No obstante, esta posibilidad está atada al resultado en las urnas: que la fórmula Rodríguez Larreta-Morales derrote a la que integran Patricia Bullrich-Luis Petri, en las Paso del agosto, dentro de la alianza Juntos por el Cambio.

En ese sentido, Schiaretti fue explícito cuando afirmó que “no ve” a Patricia Bullrich partidaria de buscar un “gran acuerdo nacional”.

“Cuando yo hablo de un gobierno de unidad nacional, incluyo a todos los dirigentes que tienen esa visión de país y que están alejados de la maldita grieta. No la veo a ella (por Patricia Bullrich) con esa predisposición. Si gana la interna de su espacio y cambia de postura, habría que analizarlo”, el mandatario cordobés y precandidato presidencial.

El lunes pasado, en un encuentro con periodistas, relativizó su visión pesimista sobre Bullrich. “Un gran acuerdo nacional no depende de posturas personales. Se debe armar un gran acuerdo de unidad nacional, como ocurrió en Uruguay”, expresó Schiaretti.

Reunión. El año pasado, el gobernador Juan Schiaretti recibió a su colega de Jujuy, Gerardo Morales, presidente del radicalismo.  ( Gobierno de Córdoba / Archivo)
Reunión. El año pasado, el gobernador Juan Schiaretti recibió a su colega de Jujuy, Gerardo Morales, presidente del radicalismo. ( Gobierno de Córdoba / Archivo)

El apoyo de Manes a Larreta a nivel nacional, y a Diego Santilli, como precandidato a gobernador bonaerense, reavivó el debate que en su momento planteó Schiaretti con la propuesta de armar un “frente de frentes”.

El mandatario provincial hizo pública esta propuesta en los primeros días de junio pasado, luego de una reunión reservada que mantuvo con Rodríguez Larreta y con Gerardo Morales.

Cuando se hizo pública esa reunión, tres semanas antes de las elecciones provinciales en Córdoba, Luis Juez, candidato a gobernador de Juntos por el Cambio, puso el grito en el cielo.

Tuvo el apoyo táctico de Patricia Bullrich, y sobre todo de Macri, que descartaron un acuerdo nacional con Schiaretti, a tres semanas de los comicios cordobeses.

El intento de acuerdo opositor nacional quedó en la nada, pero el apoyo de Manes a Larreta pone otra vez en el escenario político nacional la propuesta de Schiaretti de construir un acuerdo opositor, ante un eventual balotaje.

En este caso, también habrá que seguir de cerca lo que suceda con la áspera interna de Juntos por el Cambio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), en la cual Lousteau enfrenta a Jorge Macri, el candidato del expresidente Macri.

Casi a regañadientes, Larreta dijo días pasados que votará a Jorge Macri en Caba, pero tiene más fotos en la campaña con Lousteau que con el primo del expresidente.

Una cuestión llamativa y hasta paradójica es que Larreta no es tan explícito en apoyar a Jorge Macri, cuando el candidato a sucederlo es el secretario de Gobierno de su gestión porteña.

Detrás de la pulseada por la candidatura porteña, está la pelea de fondo en el PRO: Rodríguez Larreta con Mauricio Macri.

De amigo a enemigo

Macri tuvo una histórica buena relación con Schiaretti, que se reflejó en los cuatro años en que el fundador del PRO fue presidente de la Nación.

Durante la gestión macrista, el gobernador de Córdoba fue un interlocutor validado por la Casa Rosada en negociaciones con gobernadores peronistas.

Schiaretti fue clave para el acuerdo de nuevo Pacto Fiscal que se firmó en el año 2016, que incluyó a los juicios que Córdoba, Santa Fe y San Luis le ganaron a la Nación durante el último mandato de Cristina Kirchner por los fondos previsionales.

Sin embargo, el apoyo de Macri a Patricia Bullrich lo alejó de Schiaretti. También el fuerte respaldo del expresidente a la candidatura de Juez terminó por distanciarlo del mandatario cordobés.

Quienes conocen bien a Macri aseguran que su apoyo de Juez tuvo más que ver con su pelea de fondo con Larreta que con las coincidencias políticas con el fundador del Frente Cívico cordobés.

Otra paradoja en estos cruces en el escenario político. En el propio juecismo, admiten que Larreta fue el principal sostén financiero de la campaña del candidato a gobernador opositor.

Pero esa relación se congeló cuando el jefe de Gobierno porteño se jugó por un acuerdo político nacional con Schiaretti, a tres semanas de las elecciones en Córdoba.

Pituquitos porteños

En este escenario en el cual todos hablan con todos, también sorprendió la fuerte embestida del gobernador electo Martín Llaryora, cuando en la noche triunfal en la Capital habló de “pituquitos de Recoleta”.

Se trató de una crítica directa a Rodríguez Larreta, y también a Macri, que habían respaldado a los candidatos opositores cordobeses: Juez a nivel provincial y De Loredo en la Capital.

Llaryora logró un impensado protagonismo nacional por aquella definición, que apuntó a Larreta un posible aliado de Schiaretti.

El gobernador y precandidato presidencial cuestiona desde hace años el centralismo en el reparto de los subsidios para el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba), pero nunca le apuntó de manera directa a Larreta, y menos a Macri.

Los dardos de Schiaretti siempre apuntaron al kirchnerismo, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. No obstante, el gobernador aclaró que su sucesor habló en general de los dirigentes nacionales, entre ellos, Cristina Kirchner que vive en la Recoleta.

No obstante, más allá de un probable acuerdo para después de octubre, Schiaretti ahora competirá, sobre todo en Córdoba, con Larreta y con Bullrich por un electorado cordobés que en los últimos años compartieron.

Después de las primarias y de las generales de octubre, dependiendo de los resultados, tal vez se vuelva a hablar de estos nombres a nivel nacional: Larreta, Schiaretti, Manes y Lousteau. Aunque antes estará el veredicto de las urnas.

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