La prueba de primaria por primera vez se hizo en forma muestral en lugar de censal. Exhibe una mejora muy grande respecto a 2021 y niveles de aprendizaje similares a la prepandemia.
El Ministerio de Educación nacional difundió este jueves los resultados de la prueba Aprender de 6° grado de primaria de 2022, que -en Matemática y Lengua- por primera vez se hizo en forma muestral en lugar de censal y que, por excepcionalidad, se agregó al calendario de evaluaciones.
Los resultados mostraron una mejora muy grande con respecto a 2021 y una recuperación de aprendizajes a niveles similares de 2018 (última prueba de primaria antes de la pandemia).
En 2022 la prueba censal fue la de la secundaria, pero el Gobierno pasó la difusión de los resultados -que habitualmente se hace cuando arranca el ciclo lectivo- para el segundo semestre del año.
Para los expertos consultados por Clarín, llama la atención una mejora tan grande (aunque se puede explicar porque en 2022 los alumnos hicieron todo el año en presencialidad y en 2021 venían de casi dos años de educación remota, afirman), al tiempo que piden conocer cómo fue construida la muestra.
Los resultados
Si alguien tenía dudas con respecto a la importancia de la presencialidad escolar, los resultados de Aprender 2022 de primaria las despejan completamente. Se ve una mejora sustantiva en Lengua y Matemática (las dos áreas tomadas) y más contundente en Lengua, donde más se había retrocedido.
Quienes proporcionalmente más mejoraron con respecto a 2021 son los alumnos de familias de bajos ingresos, que fueron también los que más habían retrocedido con la interrupción de la presencialidad escolar. En Lengua, en 2021 siete de cada diez (71,1%) no habían alcanzado el nivel satisfactorio, mientras que en 2022 fueron 37,2%. Es decir, que la mejora fue de 33,9 puntos porcentuales.
A nivel general, y como un “rebote” tras el prolongado cierre de escuelas, los alumnos argentinos que fueron a 6° grado en 2022 -es decir, que retomaron las aulas durante un año entero tras los dos de cierre - rindieron casi en forma similar a como lo hacían los chicos que fueron a 6° grado en 2018, antes de la pandemia.
Si bien se recuperaron los aprendizas, quedan desafíos a resolver. Por ejemplo, 42,3% de los chicos sigue sin llega al nivel satisfactorio en Matemática y 25,6% en Lengua. En 2021, con escuelas cerradas, esos porcentajes habían subido al 45,2% y 44% respectivamente.
“El año pasado, en febrero o marzo, la Argentina estaba discutiendo cómo recuperábamos a todos los chicos que se habían desvinculado de la escuela, cómo asegurábamos una presencialidad plena, cómo recuperar los aprendizajes que habíamos demostrado que, sobre todo los más pobres, habían retrocedido muchísimo. Como esa era la discusión tomamos esta prueba a fin de año que muestra una reparación muy grande del daño fundamentalmente en Lengua, pero en las dos áreas”, dijo en conferencia de prensa el ministro de Educación Jaime Perczyk.
Y envió “un reconocimiento enorme a los maestros, maestras, directores, directoras, supervisores, por el esfuerzo que han hecho para reconstruir esa rutina virtuosa que tiene para la familia argentina ir a la escuela todos los días y aprender. Y a los maestros por hacer el trabajo que hacemos que es enseñar”.
El método de medición
El calendario oficial de evaluaciones educativas, consensuado en el Consejo Federal de Educación (CFE), establece que las pruebas nacionales de Matemática y Lengua (las más importantes) son censales y bianuales. Es decir, se hacen a todos los alumnos un año en la primaria y al siguiente en la secundaria y así sucesivamente, se van alternando. Siempre a los del último año de cada nivel. En el caso de la primaria, sexto grado.
Antes de la pandemia, en 2018 le había tocado a la primaria y en 2019 a la secundaria. En 2020 se suspendió por el cierre de escuelas. En 2021 se retomó en la primaria y en 2022 en secundaria.
Pero en 2022 el Ministerio de Educación agregó, a través de una resolución del CFE, una prueba muestral (representativa de todo el país) para la primaria, que son los resultados presentados este jueves.
Esta prueba muestral, informó el Gobierno, fue tomada a 123.855 estudiantes de 3.686 escuelas. Son el 16% de los alumnos y el 16% de los colegios del país. Desde el Gobierno señalan que es más representativa que muestras internacionales como ERCE (Unesco) o PISA, que miden 233 y 469 escuelas argentinas respectivamente.
Como los resultados de la prueba censal de secundaria 2022 todavía no fueron difundidos, aún no se sabe cómo afectó el cierre de escuelas por la pandemia a los estudiantes argentinos del nivel medio.
Una mejora pronunciada
“Llama la atención que haya mejoras de puntajes tan pronunciadas. Una subida (o bajada) de 50 puntos como se está dando es algo rarísimo”, lo dijo a Clarín María Cortelezzi, especialista en evaluación educativa, quien señaló que habría que analizar cómo se hizo la muestra.
“Las mejoras sobre todo se dan en los que estaban más bajo, lo que tiene mucho sentido. Pero igualmente es llamativo que sea de tantos puntos en Lengua. Sólo a modo de aproximación, si bien no es preciso, en PISA 30 puntos equivalen a un año de escolaridad”, agregó la especialista.
“Cuando hay estos saltos, en necesario revisar para despejar dudas. Cuando pasó algo así en España en resultados PISA se hizo y no se encontró nada. Pero bueno, la revisión se hizo”, explicó Cortelezzi.
Para Alejandro Ganimian, experto en evaluaciones educativas de la Universidad de Nueva York, también habría que revisar la muestra, pero pone el acento en cómo fue confeccionada en cada una de las jurisdicciones. Explica que, si en alguna de ellas no es representativa, puede tener algún nivel de impacto en la fiabilidad de los resultados a nivel nacional.
De todos modos, afirma que no le parece “descabellado” que estudiantes que pasaron casi dos años en pandemia tengan resultados mucho peores que los que retomaron la presencialidad. “Volvimos a como estábamos antes”, afirma.
“Son dos grupos de estudio muy diferentes los que se comparan. Los de 2021 sin clases y los de 2022 que tuvieron 4° y 5° grado sin clases, pero 6° con clases. El rebote, sobre todo los de nivel socioeconómico bajo, es consistente y razonable”, dice.
Ganimian también explica que, si están bien hechas, las pruebas muestrales y censales se pueden comparar. Lo único que cambia es el nivel de precisión de los resultados. Con las censales son muchos más precisos, pero no cambia una tendencia.
Respecto a las razones de la mejora con respecto a 2021, el ministro Perczyk dijo que fue por el retorno a la presencialidad (“tenemos un sistema educativo que es presencial y lo recuperamos”, dijo) y agregó que también podría impactar las medidas de haber agregado una hora más de clases a 81% de alumnos en el 85% de las escuelas, la entrega de libros y la capacitación docente en Matemática y Lengua.
Ganimian explica que las evaluaciones estandarizadas no están diseñadas para identificar si una política pública tuvo impacto. “Hay que tener cuidado con ese tipo de interpretaciones. Antes que una política educativa, acá la reapertura de clases fue el cambio más relevante que hubo entre 2021 y 2022″, dice.