Estará el 24 de febrero en el marco de la Fiesta del Sol. La cantante confesó qué usa para satisfacer sus necesidades sexuales cuando está de viaje por las giras o aburrida.
Sin dudas podríamos decir que la cantante Lali Espósito es nuestra Madonna, no duda es transgredir y romper límites culturales impuestos. El año pasado sorprendió cuando en sus recitales se besaba con otras mujeres.
Ahora, arremetió confesando qué juguete sexual usa, sacando así los pruritos que existen sobre el uso de estos artefactos, sobre todo si son las mujeres las que los utilizan sin que ningún hombre intervenga.
Concretamente Lali Espósito confesó que siempre lleva un juguete sexual en su cartera: “Es el mejor amigo de la mujer”, señaló en una entrevista para Vogue España y abrió su bolso Louis Vuitton para mostrar un Satisfyer Pro, el último sex toy que revolucionó la industria.
En la serie de “Emily en París”, la protagonista, ante los problemas de wifi con su novio, saca un vibrador de un cajón con total espontaneidad. Es que cada día se habla más del succionador de clítoris. Se comenta en las noticias, en las redes, entre amigos y hasta en comidas familiares.
Según un relevamiento de Clarín, la demanda de succionadores de clítoris en los sexshop aumentó exponencialmente entre un 20% y un 80% desde la pandemia y se convirtió en el sex toy más buscado. Las ventas on line también se incrementaron un 20 por ciento respecto de 2021, según datos de Mercado Libre.
Estos productos aparecieron en el mercado argentino en 2018, pero su boom comenzó en abril del 2020 con el comienzo de la pandemia. “Diariamente se venden entre 3 y 8″, ilustra Christian Milosevic, dueño del sex shop y distribuidora mayorista Rey adulto (@sexshopelreyadultos), en Malabia y Corrientes. En la sucursal de Lanús de sexshop argentino indican que venden 2 o 3 por día.
“El año pasado se triplicaron las ventas. Cada 3 meses se hace la compra grande de los más de 60 productos de la marca. Los estimuladores de este tipo (Satisfyer), son los primeros en agotarse. A diario, se llevan un promedio de 6 a 8 por local, otro tanto en web y el resto en mayoristas”, agrega Mariana Rincón (@buttman_sexshop), responsable del local de Belgrano de Buttman sexshop.
En diálogo con Clarín, Moria Casán enfatiza: “Soy una autoabastecida sexual desde siempre. Estoy totalmente a favor del succionador de clítoris. El clítoris es nuestro pene y con la cantidad de nervios que tiene, hay que tratar de ponerlo erecto y ahí tenés lo que te ayuda a lograrlo. No todo el mundo practica cunnilingus y lo hace de manera satisfactoria. Lo que pasa es que hay que asumir la masturbación y a partir de ahí incorporar los sex toys”.
¿El motivo del éxito?
Relaciones a distancia, necesidad de reconocer orgasmos, publicidad en redes. Las fuentes consultadas también mencionan la eficacia y rapidez del succionador para alcanzar el orgasmo clitoriano.
“Entre sus ventajas, encontramos que estimula directamente la parte externa del clítoris, el centro de placer para las personas con vulva. Además, no es un producto de penetración con forma fálica. Hay muchas personas mayores de 60 años que lo eligen”, dice Francesca Gnecchi (@erotique.pink), directora de la boutique Erotique Pink, en Palermo.
Hay muchos modelos, pero para Milosevic los más reconocidos son: Satisfyer Number One (11 modos de vibración), Satisfyer Pro2 (11 niveles de intensidad, resistente al agua. carga USB), Satisfyer Pro5 Next generation. Y Gnecchi indica: “El succionador de clítoris de la marca Satisfyer se hizo popular, pero hay muchas marcas que fabrican succionadores. Por ejemplo, duo womanizer y baci”.
“La demanda de este producto estuvo estrechamente relacionada con las restricciones a la circulación. Pero la publicación de experiencias personales en las redes sociales y las recomendaciones de Influencers lograron que se volviera a obtener los niveles de venta que teníamos en pleno cierre por el Covid”, le dice a Clarín Leandro Fernández (@sexshopargentino), presidente de Sexshop argentino.
¿Y los precios? En líneas generales, los satisfyer arrancan en $13.500 y el de mayor valor puede costar $50.000 o incluso, más. “El Pro2 que usa Lali sale $24.900″, detalla Gnecchi. ¿Y las edades? “Oscilan entre 23 a 45 años de edad en un 80% y el otro 20% son mayores de 45 años en adelante”, marca Milosevic.
¿Qué es Satisfyer?
Florencia Salort, ginecóloga y docente del Hospital Italiano de Buenos Aires (@flordegineco), lo define como “un aliado para el placer, algo animado al que uno le da vida para condimentar la vida sexual en pareja o la autosatisfacción”.
Las fuentes consultadas destacan que es una errada descripción llamarlo succionador porque, en realidad, simula una succión a partir de una membrana que vibra en la base de una boquilla y se producen pequeños vacíos y pulsos de aire. “Comercialmente, es más fácil llamarlo succionador antes que hablar sobre ondas de presión de aire”, específica Rincón.
Y Esther Díaz, escritora y filósofa, aclara: “El artilugio sexual del momento responde a la época de la tecnociencia, es una mascota sexual surgida de una tecnología minorista que provoca orgasmos mayoristas y genera un enriquecimiento de nuestras subjetividades gracias a su generador ultrasónico de orgasmos”.
El clítoris es un órgano que recibe muchas terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos, lo cual le confiere una gran sensibilidad. “El succionador actúa como una pequeña bomba de vacío alrededor del órgano incrementando la llegada de sangre a la mucosa”, describe Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.
¿Cómo funciona?
Los especialistas coinciden en que su manejo es sencillo e intuitivo. Se activa con solo pulsar un botón y tiene la opción de darle mayor o menor intensidad, con 11 niveles diferentes de estimulación. No lleva pilas, sino que se recarga con un cable USB que se puede conectar a un enchufe normal.
“No es necesario ejercer ningún tipo de penetración ya que, mediante ondas expansivas y aire, ejerce presión sobre la zona del clítoris, aumentando el ritmo sanguíneo y garantizando el orgasmo en pocos minutos”, explica Milosevic.
Y Fernández adhiere: “El cabezal, que se puede desmontar para limpiarlo, se debe acercar a la vulva. Luego, hay que ir aumentando el nivel de vibración cada 20 o 40 segundos hasta alcanzar el máximo nivel o el orgasmo, lo que suceda primero”.
Por su parte, Mariana Kersz, psicóloga y sexóloga (@lic.marianakersz), sugiere que la mente esté en modo erótico, conectada con los estímulos sexuales y placenteros, que el cuerpo esté relajado y predispuesto para la acción y que no haya exigencias. También, aconseja: “Colocarlo con un poquito de gel con ácido hialurónico sobre la boquilla del succionador y ubicarlo suavemente directo sobre el clítoris”.
“Hay una trampa: a mayor estimulación, mayor sensibilidad. En cierto punto, la sensibilidad es tan alta que cualquier contacto con el clítoris resulta molesto y rompe la espiral de placer que lleva a esa explosión de oxitocina, adrenalina y dopamina”, advierte Fernández.
¿Cómo enriquece la vida sexual?
“Ayuda a la mujer a empoderar su placer, sus orgasmos y a dilatar su clítoris, garantizando con ello que su nivel de excitación sea más elevado. En la mayoría de los casos se emplea de forma individual, pero el uso en pareja genera un plus atractivo en la relación íntima. Muchas mujeres manifiestan que es divertido usarlo durante el coito”, señala Milosevic.
María de los Ángeles Taborda es ginecóloga obstetra y sexóloga (@dra.maria.taborda). Recomienda utilizar del succionador como un condimento para encender la llama de la pasión porque aporta la “chispa” de lo nuevo, de la novedad.
“Tiene un aspecto lúdico que ofrece autoconocimiento para registrar distintos niveles de placer. Pero no recomiendo empezar con un Satisfyer si nunca tuvieron un juguete sexual. Lo ideal es ir de menos a más”, justifica.
La posibilidad de usar un juguete tan personal como el satisfyer permite que las personas gocen de su sexualidad sin importar la edad. Ghedin le cuenta a Clarín que sus pacientes le consultan mucho sobre el uso y funcionamiento del succionador.
“En general, las indicaciones van desde mejorar la vida sexual hasta el uso cuando existen problemas en el orgasmo. En este último caso, puede ser un complemento de la terapia sexológica, además del abordaje de las causas emocionales, los factores vinculares, el autoconocimiento y los ejercicios del suelo pélvico”, amplía.
Experiencia personal
Paola Kullock es directora de PK Escuela de Sexo. Considera que la decisión de qué juguetes usar y en qué ocasiones hacerlo es personal y prefiere evitar comprar los que estén de moda.
Pero comparte su experiencia con Clarín: “Un día me regalaron un succionador de clítoris con forma de flor. A mí, que me masturbo con frecuencia y suelo usar vibradores. Y dije bueno, ahora sí, a probarlo en carne propia. Al principio, no le encontré el chiste hasta que un día parece que lo acomodé mejor y sentí una sensación distinta a la de los vibradores. Después, lo probé en los pezones y se sintió muy interesante. Tuve un orgasmo super rápido”.
¿Tiene algún riesgo o contradicción?
A nivel ginecológico, no presenta ningún tipo de contraindicación o riesgo al usarlo salvo, según advierte Taborda, que la zona presente alguna lesión de tipo herpética o esté lastimada.
“Después de su uso, siempre debe higienizarse con agua y jabón neutro. “Es importante limpiarlo correctamente ya que al pasarlo cerca de la uretra puede llegar a generar alguna infección de tipo urinaria.Una vez seco lo más correcto sería guardarlo en algún estuche que sea exclusivamente para su uso”, detalla Taborda.
Asimismo, Salort agrega que “en algunas personas puede ocasionar alergia o irritación, generar un descontrol que le dé miedo o produzca la sensación de tener el clítoris o zonas de la vulva anestesiadas”.
Por eso, Ghedin también alerta: “No se recomienda cuando existen lesiones en la mucosa del clítoris, infecciones o clítoris doloroso. Tampoco ayuda el pensar que todo el encuentro erótico se reduce al placer genital, cuando en realidad es todo: cuerpo y mente”.