Son ocho los establecimientos que aceptaron realizar la tarea. Los desafíos que tuvieron que sortear.
Más de 200 mil personas transitan a diario la Capital y muchos de ellos caminan por el centro y por la Plaza 25 de Mayo. El suelo de este espacio verde céntrico es uno de los muchos elementos escultóricos que conforman el patrimonio histórico que es la Plaza 25 de Mayo.
A 125 años de su fundación, la Municipalidad de Capital decidió encarar una restauración para que recupere su brillo y transitabilidad. Con la guía de especialistas en conservación del patrimonio histórico y cultural, se encararon las tareas; que no fueron sencillas.
Una buena dosis de ingenio y talento se conjugaron y hoy son 8 los talleres baldoseros que trabajan para reproducir las tradicionales baldosas “Mil rayas” que le dan color a la plaza. Ellos son Andrés Tejada, Antonio Mirnda, Roberto Ibañez, Sergio Andrada, Luis Aracena, Alberto Ramos, Graciela Vega y Fernando de La Triestina; todos artesanos sanjuaninos.
El proceso implicó el diseño y confección de un molde específico, para replicar de forma idéntica las baldosas existentes en la plaza. Para fabricar una baldosa, ese molde se impregna con aceite, luego se le coloca el cemento, un poco de arena seca, luego arena húmeda, se prensa y se deja reposar en agua dos días para luego colocarlas en su destino.
Con esta metodología ya se logró cubrir aproximadamente un 70% de la superficie de la plaza.