Empató ante Udinese y con la ventaja de puntos logra el máximo galardón a cinco fechas del final del campeonato.
Napoli empató 1-1 con Udinese en el Friuli y, de esta forma, logró el punto que necesitaba para gritar campeón de la Serie A y hacerse con su primer Scudetto en 33 años sin la presencia mágica de Diego Armando Maradona. Hubo fiesta en el Norte de Italia, en el Dacia Arena, donde llegaron miles de tifosi y también en el estadio que lleva el nombre de D10S, donde hubo más de 50 mil fanáticos viendo el partido en pantallas gigantes.
No la tuvo sencilla el equipo de Luciano Spalletti. Casi llegando al cuarto de hora, y en lo que fue su primera aproximación al arco de Alex Meret, Udinese dio el golpe en la mesa. Iyenoma Udogie recibió una pelota en el área y asistió a Sandi Lovric. El austriaco no dudó y sacó un inalcanzable remate para el arquero del conjunto napolitano.
Y mientras Lovric se encargó de poner el 1 a 0 parcial y poner un freno a la ilusión de Napoli por romper 33 años de sequía sin títulos.
A pesar de dominar y tener ocasiones para poder empatar el encuentro, Napoli, al término de los primeros cuarenta y cinco minutos, no pudo contra la resistencia de Udinese.
Como a lo largo de toda la temporada, los mejor se vio en los pies de Khvicha Kvaratskhelia y Victor Osimhen. Sin embargo, ante al dispositivo defensivo planteado por el equipo de Andrea Sottil y la mala fortuna a la hora de la definición, tiene ahora el complemento para intentar adueñarse del Scudetto.
Pero en la segunda mitad, Osimhen se encargó de encontrar el empate. Su gol número 22 en la Serie A fue el que le devolvió las posibilidades a su equipo de coronarse campeón. El nigeriano, en el corazón del área, agarró un rebote que dejó Marco Silvestri y, de esa manera, infló la red y la ilusión de una ciudad entera.