El revolucionario tratamiento sin cirugía para rejuvenecer

El revolucionario tratamiento sin cirugía para rejuvenecer
Una “pandemia” de cirugías estéticas se vive en el mundo

Entre la creciente diversidad de opciones, hay una que está viviendo un furor: los bioestimuladores, que prometen un efecto rejuvenecedor sin pasar por el quirófano.

Desde los 90 se instaló una cultura en la que se ve al envejecimiento como algo malo, que mucha gente quiere evitar de cualquier manera y no soportan como el paso de los años van impactando en su cuerpo.

Así es como han salido miles de productos y cirugías para evitar que los años vayan pasando factura en nuestro cuerpo, como en todo, hay mejores y peores y los hay más y menos ofensivos.

Pros y contras del botox a 10 años de su boom

Entre la creciente diversidad de opciones, hay una que está viviendo un furor: los bioestimuladores, que prometen un efecto rejuvenecedor sin pasar por el quirófano.

“Son sustancias inyectables que activan las células encargadas de producir colágeno. Están hace más de 20 años en el mercado y mostraron muy buenos resultados”, explica André Amaral, especialista en medicina estética, que atribuye el boom actual a distintas variables: la difusión en redes sociales, la comunicación de centros y especialistas, la publicidad de laboratorios y también que las personas quieren mejorar la piel sin perder su apariencia natural.

El colágeno es una proteína sintetizada por los fibroblastos que actúa como una malla de sostén para los compartimientos grasos profundos y superficiales del rostro. Su producción baja desde los 25 años y a los 30, el cuerpo deja de producirlo. De hecho, a partir de ese momento, se degrada un 1% por cada año que pasa. El proceso puede acelerarse conforme a circunstancias y hábitos, como el estrés, el tabaquismo, la exposición al sol y la ingesta excesiva de azúcar.

“Trabajo mucho y siempre tengo un aspecto cansado. Mi objetivo era revertir eso, sin que todos piensen ‘¿Qué se hizo?’”. Mariana tiene 38 años y usa cremas desde que tiene memoria. Su mayor miedo era que alguien le preguntara, recordando la famosa frase de Mirtha Legrand: “¿Quién te hizo la carita?”. No quería nada que pudiera cambiarle las facciones. Luego de charlar con un cirujano de confianza, se aplicó un bioestimulador. “Hay muchas famosas que, por infiltraciones excesivas, terminan con las pillow face (o caras hinchadas), no es mi estilo”, remata.

Mitos y verdades sobre botox y rellenos

A diferencia de los fillers, los llamados skinboosters no rellenan, ni cambian la mímica. Los más conocidos son el Radiesse (hidroxiapatita de calcio) y el Sculptra (ácido poliláctico) y el biorremodelador Profhilo (un tipo de ácido hialurónico que no da volumen, y brinda hidratación y turgencia).

“Cada vez se solicita más todo lo referido a la estructura facial, a mejorar el colágeno en la piel, generar más proyección, evitar la caída del contorno. Sobre todo por parte de pacientes que comienzan a notar la deflación del rostro o flaccidez y les interesa la reposición del volumen”, confirma Luisa Silvana Alvarez, directora médica del centro Maestro Estética.

Ella también trabaja con marcas y tratamientos como Etrebelle (bioestimulador elaborado con micropartículas de ácido poliláctico y ácido hialurónico) y Long Lasting (que tiene como base ácido hialurónico reticulado).

Amaral indica que es posible combinar distintos tipos de bioestimuladores, pero resulta importante esperar a la respuesta clínica de cada producto. Según las necesidades del persona, pueden complementarse con jeringas de ácido hialurónico para generar volumen. Él siempre sugiere a sus pacientes ver los impactos que estos procedimientos generan a lo largo del tiempo.

“El Radiesse, por ejemplo, tiene un pico de efecto a los tres meses. El Sculptra actúa recién a los dos meses. El envejecimiento es un proceso continuo y hay que abordarlo de manera continua también. Hay que tener paciencia y persistencia”, amplía.

Dr\u002E Keith A\u002E Marcus injects Allergan Inc\u002E Botox between a patient's eyes at the offices of Marcus Facial Plastic Surgery in Redondo Beach, California, U\u002ES\u002E, on Tuesday, April 22, 2014\u002E Valeant Pharmaceuticals International Inc\u002E offered to buy Allergan Inc\u002E, maker of the Botox wrinkle treatment, in a cash-and-stock deal valued at $45\u002E7 billion in the latest step of the Canadian company's plan to become one of the world's largest drugmakers\u002E Photographer: Patrick T\u002E Fallon/Bloomberg *** Local Caption *** Keith A\u002E Marcus eeuu medico inyecta Botox entre los ojos de un paciente cirugia plastica facial cirugias acuerdo compra fabricante de la arruga de Botox tratamiento

Amaral es claro: la idea no es “detener” la edad, sino acompañar las etapas de la vida. Así como con los años hay consumo de la parte ósea, de la parte de grasa y desgaste de la parte muscular, también la piel experimenta el paso del tiempo.

“Yo propongo a mis pacientes trabajar de una manera lógica, con raciocinio volumétrico, buscando un resultado natural y elegante, tanto para las fotos como para la dinámica cotidiana, que implica modular, gesticular, sonreír”, continúa.

Los productos no son económicos. El doctor habla de optimizar los recursos: “Un tratamiento arranca en el equivalente a cuatro frascos de serums que se compran en farmacia. Y una aplicación de Radiesse o un Profhilo mejora la piel mucho más que un serum. Hay que evaluar y planificar”.

Nueva “tendencia beauty”

Profhilo, fabricado por el laboratorio IBSA, es uno de los bioestimuladores más requeridos del mercado. El protocolo recomendado es de dos inyecciones, con un mes de intervalo, a razón de $100 mil cada una.

De acuerdo con Pablo Brusa, director comercial de Tecnoimagen (distribuidor del producto en Argentina), “más de 15 mil pacientes lo probaron en el país desde su lanzamiento en junio de 2022″. Se quedaron sin stock tres veces por la alta demanda y, actualmente, llegan a más de 280 centros de estética.

“Se instaló un punto de vista más fresco, que busca realzar la belleza individual. Frente a la noción de rostros uniformes e iguales, la nueva tendencia de los tratamientos médico-estéticos defiende la autenticidad”, afirma Alejandra Bugallo. Dermatóloga y especialista en estética, habla de un “refresh en un corto tiempo de consultorio”.

“Este mercado está creciendo año a año a nivel mundial, ya que cada vez hay más pacientes que buscan tratamientos menos traumáticos, rápidos y que les permitan continuar con sus actividades cotidianas”, agrega Gerardo Fossati, CEO de Oxapharma, un laboratorio argentino que desarrolla y comercializa marcas internacionales de cosmética.

“A nivel médico, hay mayor especialización y formación por parte de los profesionales de la industria”, sintetiza Fossati. Apunta a un tema importante: los pacientes deben acudir a centros y médicos confiables, con la formación adecuada.

Cuánto duran los tratamientos

La juventud eterna es un horizonte irreal. Las personas envejecen indefectiblemente y esto se refleja en la piel. Múltiples factores impactan en este proceso. “Incluso el uso prolongado de barbijos durante la pandemia conllevó la alteración del bioma epitelial, ya que la piel estuvo sometida a los fluidos nasales y orales de manera continua”, elucidan los voceros de Merz Pharma.

El laboratorio fabrica Radiesse, uno de los productos líderes del mercado. “La hidroxiapatita de calcio es un componente mineral que se encuentra en huesos y dientes. Esto le da su particular característica de biocompatibilidad, durabilidad, y reabsorción. Sus efectos duran de 12 a 18 meses”, amplían los voceros. Otros productos como el Profhilo y el Long Lasting tienen una duración similar, dependiendo de cada caso.

Primero la salud

Cristina Pascutto es médica dermatóloga y ex presidenta de la Sociedad Argentina de Dermatología. Si bien señala que los bioestimuladores no tienen contraindicaciones, remarca que cada producto es distinto. Y también lo son la forma en que se aplican y los cuidados que requieren.

“El Radiesse, por ejemplo, debe ser diluido por el profesional en solución fisiológica. Para evitar la formación de nódulos, debe hacerlo correctamente, así como masajear la zona. El Sculptra se diluye en agua destilada y debe reposar antes de la colocación. El Profhilo se prepara directamente, se inyecta en ciertos puntos de la cara y, por las características del ácido hialurónico que lo compone, se dispersa en el tejido”, prosigue.

tratamientos estéticos

Pascutto afirma que estos productos presentan muy baja alergenicidad. Sin embargo, introduce una excepción. Recientemente, le derivaron a una paciente con un problema: había generado una reacción tras la aplicación de las vacunas contra el Covid. La mujer debió ser tratada con corticoides. En este sentido, dilucida que, al igual que la vacuna contra la gripe, no debe ser colocada próximamente a la inyección de skinboosters. Embarazadas y madres en lactancia también deben abstenerse.

Entre deseos y mandatos

Hay una arista insoslayable a la hora de abordar la cuestión de los tratamientos “de belleza” (una elección de palabras que habla por sí misma). “No está mal ser bella, lo que está mal es la obligación de serlo”. La frase, de Susan Sontag, es retomada por la psicóloga Adriana Guraieb para ilustrar el dilema que enfrentan muchas personas en la actualidad.

“Las innumerables propagandas que bombardean a muchas mujeres pueden producir efectos severos en su personalidad, por el afán de pertenecer, ser aceptadas y evitar ser excluidas”, dice la licenciada a Clarín. Y se pregunta: ¿qué se esconde detrás de esta dependencia, presión, y, muchas veces, autoimposición?

“Los mandatos sociales crean nuevos dioses, verdaderos tiranos, que imponen estereotipos transformados en el equivalente al bienestar y la felicidad”, prosigue Guraieb, integrante de la Asociación Psicoanalítica Argentina quien advierte sobre un “mito de la belleza” que empuje a en ciertos casos a la sobreadaptación. “Atraer, impactar y seducir” se convierte en un peso sobre los cuerpos que conlleva grandes esfuerzos físicos y económicos.

Contra los moldes y patrones que impactan sobre la autoestima e imponen una autocrítica en ocasiones despiadada, propone la aceptación de un “cuerpo posible”, real y saludable. “No es fácil pero el cambio está en camino y vale la pena seguir ese rumbo”, reflexiona a modo de cierre.

Cada persona tiene una relación única con su cuerpo, sus deseos y aspiraciones. Incluso dentro del movimiento feminista hay distintas opiniones sobre las diversas intervenciones estéticas. El cruce entre el apotegma “lo personal es político”, la innegable presencia de mandatos sociales, el negocio y el libre albedrío (“mi cuerpo, mi decisión”) es complejo. Y la información y los distintos puntos de vista son pilares necesarios para cualquier debate.

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