Un alto porcentaje de los encuestados reconoce que ve limitada sus actividades recreativas. Menos salidas y menos visitas a los albergues transitorios. ¿Cuánto cae el deseo sexual?
“Las crisis económicas pueden impactar en el deseo sexual”, es una de las conclusiones del último informe de Gleeden, “una aplicación de encuentros extraconyugales pensada por y para mujeres”, según describe esa empresa, que realizó una encuesta entre 5.100 usuarios argentinos de esta plataforma.
El estudio fue realizado durante septiembre de 2023, en plena disparada de la inflación (arriba del 120% interanual) y con una campaña electoral que busca definir al nuevo presidente.
Según el estudio, el 78% de los encuestados señaló que la crisis económica actual ha tenido “un impacto negativo en su vida amorosa”, principalmente a la hora de conocer gente nueva.
La mayoría de los participantes menciona que el aumento de precios ha limitado su capacidad para disfrutar de actividades recreativas fuera de casa.
Pero, aun así, el 92% de los usuarios afirmó buscar otras formas para encontrar nuevos amantes, como por ejemplo, cambiar los bares y restaurantes por sus casas, autos e incluso espacios públicos a modo de reducir el presupuesto de las salidas.
También se redujeron las salidas a restaurantes. En ese sentido, el 74% de los encuestados dijo que redujo la frecuencia con la que salen a comer a restaurantes debido a la situación económica. De este porcentaje, la mitad afirmó que este cambio “afectó indirectamente a la vida sexual, ya que solían disfrutar de cenas románticas como parte de su rutina”.
Albergues transitorios y deseo
Un 52% de los encuestados indicó que redujo la frecuencia con la que visita albergues transitorios y hoteles debido a las dificultades económicas.
De acuerdo con los encuestados, la disminución del poder adquisitivo hace que esos encuentros íntimos se trasladen a sus propias casas o autos.
Según el estudio, desde principios de 2023, el sector de los albergues transitorios viene marcando esta misma tendencia y si bien mencionan que su permanencia no corre peligro, reconocen que el consumo bajó considerablemente, lo cual los obliga a buscar formas de atraer nuevamente a la clientela 1-2.
¿Y qué pasa con la líbido y las relaciones sexuales? Allí, el estudio hace un hallazgo significativo: el 45% de los participantes menciona una disminución en su deseo sexual en medio de la crisis económica.
La preocupación constante por los problemas financieros, el estrés y la incertidumbre económica contribuyen a la disminución de la líbido.
“La correlación entre la crisis económica y la actividad sexual es un tema interesante que merece una mayor atención. Lógicamente, hay muchísimos factores que pueden hacer que la sexualidad se estanque, como problemas en la relación, la monotonía, la ausencia de espacios de intimidad”, explicó Silvia Rubies, directora de Comunicación de Gleeden en Latinoamérica.
“Sin embargo, tampoco podemos ignorar la importancia del factor económico: estos ciclos tienen la capacidad de afectar la motivación en más de un plano, y eso sin dudas repercute en el disfrute sexual y en la capacidad de encontrar momentos de conexión íntima”, aclaró.