22 de noviembre de 2024

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Es furor la página web o aplicación que te convierte en Barbie o Ken

Es furor la página web o aplicación que te convierte en Barbie o Ken

La plataforma BaiRBIE.me es un sitio web gratuito que da hasta cinco propuestas de Barbie o Ken basadas en una foto.

Si la película de Greta Gerwig logró “humanizar la muñeca de plástico”, tal vez el boom de la inteligencia artificial sea subirnos a unos rollers para recorrer el camino contrario. Lo que Mattel viene intentando en las últimas décadas: diversificar tonos de piel, etnias y cuerpos de Barbie y Ken para que cada cual se sienta representado.

O buena parte -spoiler alert-, porque el mismo largometraje admite que lo que no funciona, eso que resultó demasiado disidente para el mercado, como una barbie embarazada o el pobre Allan, fueron muñecos discontinuados.

Viajar a Barbieland fue furor estas semanas. Las redes sociales estuvieron inundadas de famosos y políticos personificados en el universo del la muñeca más famosa de la historia gracias a la plataforma BaiRBIE.meun sitio web que da hasta cinco propuestas de Barbie o Ken basadas en una foto.

Los filtros: nada nuevo bajo el sol

Nada nuevo bajo el sol: los filtros de Instagram y las aplicaciones para el teléfono como FaceApp ofrecen funciones similares hace años para el universo que se quiera. Nota: sí es bastante polémico, que esta plataforma pida un correo electrónico antes de generar las imágenes, pero eso es tema para otra nota.

Para la especialista en consumos culturales Carolina Duek el éxito de esta aplicación probablemente “no tenga tanto que ver con una fascinación con Barbie en sí, sino con lo gracioso de vernos”, en relación a “las prácticas lúdicas que empezaron con los filtros primero de Snapchat, luego de Instagram y que siguen ahora también en Tik Tok”.

Esta plataforma en particular “tiene la potencia del fenómeno masivo de Barbie, pero creo que al ser gratis y de facil acceso, es algo sobre todo lúdico”, dice Duek, que es doctora en Ciencias Sociales, magíster en Comunicación y Cultura, e investigadora del Conicet.

Y ejemplifica que en muchas ocasiones, en este tipo de “juegos”, el juego de verse “en otro disfraz” le gana al qué: “Por ejemplo, el filtro más usado en Instagram es el que te pone pecas, y son solo eso, no significan nada”. Lo mismo sucede con los filtros que te hacen más joven o viejo o los que que te ponen una cara triste o una cara de alegría.

El atractivo que genera Barbie es innegable, como lo viene demostrando el fenómeno de taquilla. En la Argentina, la película fue vista por casi tres millones de personas, lo que bate muchos records, y el “desubicado” es quien no fue a verlo con alguna prenda color rosa.

Sin embargo, no se puede negar que detrás de Margot Robbie y Ryan Gosling, la muñeca es un ícono de belleza -imposible- que inspiró y traumó a generaciones con modelos de éxito exigentes y una talla de cintura diminuta. Sí, era un fruto de los estándares aspiracionales de su época, pero que ninguna niña soñara con bajarse de los tacones y usar un calzado cómodo.

A las Barbies estereotipadas -como la que representa la protagonista de la película, rubia y sin profesión, ni cola de sirena o atributos especiales-, por suerte siguieron otras propuestas.

“Siempre me acuerdo cuando mi papá llegó a casa con una Barbie negra y me dijo que era para que tuviera una más parecida a mí”, me cuenta una amiga a la salida del Cinemark de Palermo. Eran los noventas en una escuela pública de Adrogué y nadie hablaba de “identidades marrones”. La muñeca “afrodescendiente” fue lo más cercano que había en una juguetería.

Ahora eso sí, una cosa es ampliar y otra bien distinta romper con los estándares hegemónicos. BaiRBIE.me sigue proponiendo un modelo de muñeco y muñeca con cabello estilizado para que no se escape ningún rulo, rostros que parecen de botox y unas curvas más bien artificiales.

“El resultado es gracioso, pero no por eso deja de ser una manera de mostrar un cuerpo, y una forma de vestirse aspiracional que tiene que ver con la histórica relación de Barbie con la cultura de masas”, propone Duek.

Disclosure: la plataforma BaiRBIE.me no pertenece ni a la productora del film ni a la empresa que fabrica los muñecos, Mattel, sino a una empresa de marketing y biotecnología radicada en Seattle.

Los guionistas de Barbie deslizan la necesidad de muñecas “ordinarias”, esas que piensen en la muerte o que admitan “el estrés”, pero todos se ven impecables y con un disfraz costoso aún en las crisis existenciales. Lo mismo pasa en la app.

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