27 de julio de 2024

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Especialistas alertan del impacto negativo en el cerebro de niños y adolescentes por el uso de redes sociales: autolesiones, depresión y otras consecuencias

Especialistas alertan del impacto negativo en el cerebro de niños y adolescentes por el uso de redes sociales: autolesiones, depresión y otras consecuencias
Los niños y las redes sociales. Imagen ilustrativa / web.

“Nuestros hijos se han convertido en participantes inconscientes de un experimento que lleva décadas”, afirman y piden las empresas tecnológicas que reconsideren funciones como el scrolling interminable y el botón “Me gusta”.

El Dr. Vivek H. Murthy, Cirujano General de Estados Unidos, la máxima autoridad en materia de salud pública, emitió el martes una advertencia pública en la que alerta de los riesgos que el uso de las redes sociales tiene para los jóvenes. En un informe de 19 páginas, Murthy señala que, aunque los efectos de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes no se conocen del todo y las redes sociales pueden ser beneficiosas para algunos usuarios, “hay abundantes indicadores de que las redes sociales también pueden tener un grave riesgo de daño para la salud mental y el bienestar de niños y adolescentes”.

El cirujano general hizo un llamamiento a los funcionarios políticos, las empresas tecnológicas, los investigadores y los padres para que “tomen medidas urgentes” para proteger a los jóvenes de los posibles riesgos.

Por qué es importante: los cerebros jóvenes son especialmente susceptibles a las redes sociales.

“Los adolescentes no son adultos más pequeños”, dijo Murthy en una entrevista con The New York Times sobre la advertencia. “Están en una etapa distinta de desarrollo y en una fase crítica de desarrollo del cerebro”.

El efecto en niños

El informe señala que “el uso frecuente de las redes sociales puede estar asociado a cambios perceptibles en el cerebro en desarrollo, específicamente en la amígdala (importante para el aprendizaje emocional y el comportamiento) y la corteza prefrontal (importante para el control de los impulsos, la regulación emocional y la moderación del comportamiento social), y podría aumentar la sensibilidad a las recompensas y castigos sociales”.

El informe también cita investigaciones que indican que hasta el 95% de los adolescentes declararon utilizar al menos una plataforma de redes sociales, mientras que más de un tercio afirmó utilizar las redes sociales “casi constantemente”. Además, casi el 40% de los niños de entre 8 y 12 años utilizan las redes sociales, a pesar de que la edad mínima requerida para la mayoría de los sitios es de 13 años.

Los investigadores han tenido dificultades para comprender el impacto del uso de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes. Los datos no son claros e indican que los efectos pueden ser tanto positivos como negativos. Por ejemplo, las redes sociales permiten a algunos jóvenes relacionarse con otros, encontrar una comunidad y expresarse.

Pero las redes sociales también están llenas de “contenidos extremos, inapropiados y nocivos”, señala la advertencia, entre ellos contenidos que “normalizan” la autolesión, los trastornos alimentarios y otros comportamientos destructivos. El ciberacoso está muy extendido. Y el aumento del uso de las redes sociales coincide con una disminución del ejercicio físico, el sueño y otras actividades consideradas vitales para el desarrollo del cerebro.

Espacios conflictivos y antecedentes

Además, los espacios de las redes sociales pueden ser especialmente conflictivos para los jóvenes, añade la advertencia: “En la adolescencia temprana, cuando se están formando la identidad y el sentido de la autoestima, el desarrollo del cerebro es especialmente susceptible a las presiones sociales, las opiniones de los pares y la comparación entre pares”.

Esta mayor atención al problema tiene lugar en medio de una crisis de salud mental entre los jóvenes estadounidenses.

ARCHIVO - El doctor Vivek Murthy, director de Salud Pública de Estados Unidos, declara ante el Comité de Finanzas del Senado en el Capitolio, en Washington, el 8 de febrero de 2022 sobre salud mental de los jóvenes. En un reporte, Murthy alertó sobre el riesgo de salud pública que supone la soledad. (AP Foto/Susan Walsh, Archivo)
ARCHIVO - El doctor Vivek Murthy, director de Salud Pública de Estados Unidos, declara ante el Comité de Finanzas del Senado en el Capitolio, en Washington, el 8 de febrero de 2022 sobre salud mental de los jóvenes. En un reporte, Murthy alertó sobre el riesgo de salud pública que supone la soledad. (AP Foto/Susan Walsh, Archivo)

La recomendación se suma a un creciente número de llamamientos a que se tomen medidas en torno a los adolescentes y las redes sociales, conforme los expertos analizan el papel que pueden tener en la actual crisis de salud mental de los adolescentes. Este mes, la Asociación de Psicología de los EE.UU. publicó la primera guía sobre redes sociales, en la que recomienda a los padres que estén muy atentos al uso que les dan los adolescentes y a las empresas tecnológicas que reconsideren funciones como el scrolling interminable y el botón “Me gusta”.

Lo que viene

El cirujano general pide medidas inmediatas.

En el comunicado, Murthy expresa la “necesidad urgente” de claridad en varios frentes de investigación. Entre ellos, los tipos de contenido de las redes sociales que causan daño; si se ven afectadas determinadas vías neurológicas, como las relacionadas con la recompensa y la adicción; y qué estrategias podrían utilizarse para proteger la salud mental y el bienestar de niños y adolescentes. “Nuestros hijos se han convertido en participantes inconscientes de un experimento que lleva décadas”, escribió Murthy. “Es fundamental que investigadores independientes y empresas tecnológicas trabajen juntos para avanzar rápidamente en nuestra comprensión del impacto de las redes sociales en niños y adolescentes”.

Murthy también reconoció que hasta ahora “la responsabilidad de proteger a la juventud ha recaído predominantemente en los niños, los adolescentes y sus familias”.

“Eso es pedirles mucho a los padres: tomar una nueva tecnología que evoluciona rápidamente y que cambia fundamentalmente la forma en que los niños se perciben a sí mismos” y pedir a los padres que la gestionen, dijo Murthy a The Times. “Así que tenemos que hacer lo que hacemos en otras áreas en las que tenemos problemas de seguridad de los productos, que es establecer normas de seguridad en las que los padres puedan confiar y que realmente se hagan cumplir”.

Qué dicen los especialistas argentinos

Las plataformas como Instagram y Tik Tok, para mencionar algunas de ellas, podrían causar adicción en los jóvenes y causarles daños mentales por el uso. Micaela Gurny, psicóloga especialista en infancia, aseguró a Clarín: “Estamos viviendo un momento en el que aparece mucho de esto en el consultorio. Padres preocupados y angustiados para la cantidad de tiempo y el modo en el que los chicos que vinculas con la tecnología”.

Gurny resalta el hecho de que son edades en que las personas están en un desarrollo constante de su psiquismo, con lo cual el uso de redes sociales sin control puede ser aún más peligroso. “Hay algo que está generalizado que es la hiper estimulación, donde todo el tiempo y el espacio está trastocado. No se da tiempo a la angustia y se busca algo de estimulación inmediata. Y esto es mucho estimulo para los chicos. Es importante que haya un adulto que puede filtrar contenido y regular el uso. Muchas veces el contenido predomina la imagen y la exposición y disminuye el pudor y la vergüenza”.

La psicóloga también habló que el uso de redes sociales sin control puede generar aislamiento. “Les quita a los niños posiblidades de explorar con el cuerpo son esenciales del desarrollo de su infancia”. También expresa que les quita tiempo para comprender lo que están viendo, para aburrirse, y pensar. “Todo pasa rápidamente. Hay falta de frustración. Y entonces aparecen muchos estallidos de frustración y de angustia. Y algo de vincularse con el otro que se pierde”.

Silvina Pedrouzo, médica pediatra especialista en tecnologías de Información y comunicación, agrega que “durante la pandemia hubo un cambio de paradigma con respecto al uso de redes sociales en todas las edades que involucró en mayor o menor medida a todos los sectores sociales a nivel mundial”.

Y remarcó que “es importante tener en cuenta que el vinculo de apego que se genera con las nuevas tecnologías sucede desde edades cada vez más tempranas. Se da en un contexto de crianza facilitador, donde los cuidadores por falta de tiempo y de disponibilidad ofrecen un dispositivo a fines de otorgar calma, entretenimiento y en muchos casos compañía sustituta”.

Enumera que en los niños pequeños, debido al uso excesivo de las redes sociales, aparecen dificultades para calmarse, comer o dormir sin el uso de dispositivos. También la falta de iniciativa de juego, alteraciones del comportamiento o labilidad emocional o niños excesivamente inquietos (solo se quedan quietos o se calman con el dispositivo), al sacarles el dispositivo se alteran en forma brusca y sostenida y retraso en la adquisición del lenguaje por escasas interacciones con sus cuidadores sin otra causa que lo justifique.

En niños escolares, en cambio, se notan alteraciones del comportamiento, hiperactividad, inatención, alteraciones del sueño y la sociabilización, y bajo rendimiento escolar.

Para contrarrestar esto, la Sociedad Argentina de Pediatría aconsejó establecer límites coherentes y priorizar la selección de los contenidos; acompañar en la configuración de perfiles y contraseñas seguras; establecer zonas libres de pantallas en los hogares, y participar en actividades familiares que promuevan los deportes, la lectura y los encuentros sociales.

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